Tener mal aliento y pérdida de memoria: los síntomas menos conocidos y a los que hay que estar atento producto de la deshidratación

Orina oscura, dolor de cabeza y tener sed son los signos más comunes cuando uno está deshidratado. Sin embargo, esto no siempre es tan evidente y puede también estar relacionado con la fatiga, la somnolencia y la falta de concentración.

Según explica Jaume Giménez, director de “Nutritional Coaching” a ABC, tener el agua suficiente no solo sirve para mantener los niveles de energía, sino que también para la función cognitiva. Si los electrolitos están desequilibrados, es posible que la persona se sienta débil o no piense con claridad.

De este modo, el experto enfatiza que hay estar atento a los síntomas que da el cuerpo, que no son siempre los más comunes. Uno de ellos puede ser la halitosis o el mal aliento, debido a la menor producción de saliva. También se puede sufrir estreñimiento, por una disminución de la actividad digestiva y pérdida de memoria. Asimismo, menciona signos neurológicos como los calambres musculares o el hormigueo en extremidades. Estos dos últimos, se da en casos más graves.

Además, se puede experimentar problemas oculares, como los ojos secos o problemas dermatológicos. “La piel de una persona que no se hidrata correctamente tiende a ser seca, opaca y menos elástica. Puede aparecer descamación en la piel y ser más propensa a presentar arrugas”, señaló el especialista. Igualmente, puede haber efectos en el cabello, como que se ponga más frágil, quebradizo y sin brillo. Los labios secos y deshidratados también son señales de deshidratación.

Giménez dice que lo recomendado es tomar entre 1,5 a 2 litros de agua diariamente, aunque esto varía de acuerdo a la edad, el sexo, el nivel de actividad física, el clima y la salud en general.

Lo mejor para hidratarse, dice el experto, es el agua. Si se es deportista, las bebidas isotónicas son una buena opción para reponer electrolitos. También se pueden considerar opciones como infusiones de hierbas y jugos de frutas y verduras, sin azúcar añadida.

Los caldos vegetales, ensaladas con vegetales ricos en agua y cremas también son útiles para evitar a deshidratación. Las frutas y verduras con un alto contenido en agua son el pepino, el tomate, el apio, la lechuga, los pimientos, la sandía, el melón, los cítricos, como las naranjas o los limones y las uvas.