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20 de Agosto de 2024Universidad Católica Silva Henríquez enfrenta denuncias de acoso: estudiantes en paro exigen que acusados sean vetados del campus
Las denuncias de los estudiantes exigen investigar y sancionar a un grupo de alumnos que difundían fotos de sus compañeras mediante grupos de la universidad. También se pide la investigación a un profesor que habría acosado a una alumna, según constató The Clinic. Desde la universidad aclararon que ya iniciaron una investigación, y que el profesor denunciado ya no trabaja en la casa de estudios.
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El pasado 7 de agosto un grupo de estudiantes de la Universidad Católica Silva Henríquez creó un perfil de Instagram, en el que posteó una serie de denuncias contra alumnos de distintas carreras y un profesor del ramo Herramientas digitales para profesionales del siglo XXI. Dichas publicaciones incluyeron fotografías y la identificación de los acusados, que exponían las denuncias de acoso.
“Ante las constantes situaciones de acoso, abuso y maltrato dentro de la comunidad universitaria y el silencio cómplice de la institucionalidad hacemos un llamado a unirnos en contra la violencia.
Alertamos a todas las mujeres, disidencias y personas que han sufrido algún tipo de violencia, a alzar la voz. Debemos saber si nuestro compañero de clases o amigo es un abusador”, fue parte del primer post de la cuenta de denuncia.
Dentro de las denuncias se acusó a parte de una generación de estudiantes de primer año de ingeniería comercial. Según lo denunciado, los alumnos crearon un grupo en el que calificaban la belleza de sus compañeras. En este, compartían fotografías de ellas y competían por ser los primeros en tener relaciones sexuales con sus compañeras. Dicha denuncias incluyeron pantallazos con parte de los comentarios del grupo titulado “Antiwatonas”.
Otra de las denuncias involucró a un profesor. La publicación incluyó un video y un audio en la que compara la belleza de una estudiante con la de una modelo.
Una universidad movilizada
Ante los hechos denunciados, un grupo de estudiantes tomó cartas en el asunto. Ese mismo día presentaron una denuncia formal ante las autoridades de la casa de estudio. El día siguiente, a partir de dicha denuncia las clases fueron suspendidas. Finalmente el día 9 de agosto se convocó a un paro, el que se extiende hasta hoy.
Dentro del petitorio de los movilizados se exigen cuatro puntos. Entre ellos destacan la agilización del plazo de investigación y el veto de los estudiantes denunciados mientras esta dure.
“Considerando los hechos recientes el estudiantado solicita que, mientras dure la investigación por violencia de género simbólica, los estudiantes investigados en el caso no puedan tener acceso a ningún establecimiento de la Universidad. En pro de la protección de la integridad física y psicológica de todas y todos los estudiantes y de los supuestos victimario. Para, así, evitar más situaciones de violencia dentro o fuera de la Universidad”, se lee en el petitorio.
Otro de los puntos destacados en el petitorio son la ampliación de “fomentar la reflexión en las escuelas”. Esto, en torno a casos de violencia de género y la activación de protocolos.
“Solicitamos que, para una próxima oportunidad en que algún funcionario de Escuela se entere de otra situación de este calibre, informe a la Oficina de Género y Diversidad de inmediato como una denuncia de un tercero, ya que representa un riesgo de abuso sexual para toda la comunidad, y no solo para las posibles víctimas directas (a quienes no es necesario revictimizar para investigarlos y sancionarlos a ellos, dadas las pruebas de público conocimiento)”, se lee en el documento.
Finalmente, el petitorio solicitó que no se persiga ni investigue a los estudiantes que participaron “de la funa” a los denunciados. “Entendiendo la molestia y rabia colectiva de los más de 150 estudiantes involucrados durante el día miércoles 7 de agosto, por el riesgo de la presencia de estos sujetos. Pedimos que no se sancione o perjudique a nuestros compañeros, que buscaban la defensa y protección de toda la comunidad y de posibles futuras víctimas. Solicitamos que no haya persecución de ningún tipo hacia ellos” exigieron en el petitorio.
La aclaración de la universidad
La Universidad Católica Silva Henríquez aclaró a The Clinic algunos puntos de las denuncias realizadas por estudiantes. Mediante una declaración afirmaron que el profesor denunciado ya no realiza clases en el establecimiento.
“La persona aludida como parte de nuestra planta académica, ya no mantiene un vínculo contractual con la UCSH“, aclaran. Esto, aseguran desde la universidad, se concretó hace más de 6 meses, previo a la paralización de los estudiantes.
“La Oficina de Género y Diversidad de la UCSH inició un proceso de investigación, amparado en el Reglamento Especial de Investigación y Sanción, por actos de acoso sexual, violencia o discriminación de género“, continúa el comunicado.
La casa de estudios también confirma que han sostenido el diálogo con estudiantes. “El 10 de agosto, la asamblea de estudiantes presentó a las autoridades universitarias un petitorio, el cual fue respondido el domingo 11 de agosto por el Secretario General de la Universidad. En el documento, se destacó que lo planteado corresponde a los esfuerzos de la UCSH en esta materia, explicitando la disposición a dialogar y trabajar colaborativamente”, señalan.
Sobre la investigación, la UCSH concluye destacando que “se acordó agilizar los procesos, ajustándose siempre a los protocolos establecidos en el Reglamento Especial de Investigación y Sanción Frente a Conductas de Acoso Sexual, Violencia y Discriminación de Género”.
Esta nota fue actualizada con la declaración enviada por la UCSH*