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Carlos Cuadrado
Carlos Cuadrado, alcalde de Huechuraba. Fotos: Lautaro Ruminot / The Clinic

Política

29 de Agosto de 2024

Carlos Cuadrado, alcalde de Huechuraba, sobre Max Luksic: “Tener apellido y dinero no constituye un currículum suficiente”

El alcalde saliente dice que no conoce a Max Luksic, aunque se encarga de constatar que "hacer donaciones no implica ser servidor público". Por otro lado, menciona que debiese ser requisito para postular a la alcaldía haber pasado por el cargo de concejal. " Eso impide que los partidos impongan arbitrariamente a algún hijo de, sobrino de, apadrinado de", argumenta.

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“Él no es un outsider para la UDI”, dice el alcalde de Huechuraba, Carlos Cuadrado, sobre Max Luksic, candidato a alcalde de Chile Vamos por la comuna que dirige.

Y es que para el alcalde saliente —impedido de repostularse por cumplir con el límite de mandatos—, el arribo del exdirector de Canal 13 a la comuna es trivial, dado que “la UDI lo habría puesto de alcalde en Huechuraba, en Renca, en Conchalí, donde él hubiese querido”.

En esta entrevista, Cuadrado, eso sí, no conversa sólo del candidato opositor. También relata el avance que considera que ha habido en Huechuraba y también señala que el debate de seguridad es como una tragedia griega: “Todos saben lo que va a pasar, todos dicen que no quieren que ocurra, y todos hacen lo necesario o no hacen lo necesario para que eso acontezca”. Es en lo mismo en lo que postula que ninguno de los actores del país ha tomado el real peso al tema de seguridad y cómo afecta en la convivencia entre los ciudadanos.

—En diciembre culminan los 12 años desde que llegó a la alcaldía de Huechuraba. ¿Qué repaso hace de ese periodo?

—El progreso de la comuna, la diferencia y relevancia que tiene respecto de otras se debe probablemente a que tomé como premisa algo que el presidente Allende dijo: “Uno está aquí para cumplir una tarea, la tarea que el pueblo me diera”. Y el pueblo de Huechuraba pidió dignidad, cumplimiento de la palabra empeñada, respeto y ser escuchado. Esos tres factores hicieron que hoy la comuna sea la más destacada de la zona norte, que no aparezcamos en los medios de comunicación por temas delictuales y que hoy la gente de la comuna y de La Pincoya sienta orgullo al decir que provienen de sectores que antes los obligaba a decir de Recoleta Alto, de Huechuraba alto, de arriba.

—¿Por qué apoya a Carolina Rojas?

—Porque Huechuraba es una comuna de trabajo y esfuerzo. Los ciudadanos nunca algo les ha salido gratis y a nadie le ha salido fácil tener lo que tiene. Las personas de la comuna son muy territoriales, gente de muchos años y nacida y criada aquí. Tienen derecho a ser dirigidas por quienes representan esos conceptos. La Carolina es mujer, es la concejala más votada del concejo municipal, es presidenta de todos los concejales de Chile. Es madre ejemplar. Uno de sus hijos tuvo puntaje nacional. Lo que uno observa es que tanto en lo público, en lo privado y en lo familiar, es una mujer muy rigurosa y sistemática para lograr objetivos a trazar.

—Pareciera que repite el escenario en Recoleta, en donde el alcalde o exalcalde ve al concejal más votado como su sucesor natural. 

—Siempre lo he dicho: un requisito para ser candidato a alcalde debiera ser el haber sido concejal en la comuna donde uno quiere ser candidato. Eso impide que los partidos impongan arbitrariamente a algún hijo de, sobrino de, apadrinado de. Hace que los concejales entre sí, sabiendo que potencialmente pueden ser candidatos a alcalde, van a hacer ejemplares y competitivos durante todo el periodo de concejal. Además, van a tener un conocimiento acabo del territorio, de los procesos administrativos, y, desde abajo, empiezas a establecer niveles superiores de política de algo que hoy no es muy valioso en términos de considerar cuando se eligen a los candidatos.

—Este último período de alcaldes no ha sido muy favorable para el ejercicio de dicho trabajo por la cantidad de causas judiciales abiertas. ¿Qué impresión tiene sobre ello?

—Hay que condenar fuertemente cualquier atisbo de irregularidad sea de donde sea. Siendo yo presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, duele ver colegas involucrados en hechos delictuales, pero también ahí hay que distinguir entre los que cometen un delito con dolo, con voluntad de defraudar, y aquellos que cometen errores administrativos que implican sanciones de acuerdo a la norma que existe. El que va a defraudar siempre va a defraudar.

—Usted menciona casos de dolo y errores administrativos. ¿Qué ejemplo hay de lo último?

Puede que se malinterprete un contrato original, y pensando en que se puede ampliar la cobertura de ese contrato, se incurre en un error que luego es sancionado por la Contraloría. Ahí no hay un dolo, hay una incorrecta interpretación de un contrato. Por decir algo, si tienes un contrato de mantenimiento de áreas verdes y viene una ventolera muy grande y no tienes para cortar los árboles. Uno dice “bueno, si es área verde, hagamos una ampliación de contrato para que esa empresa nos pode los árboles”. Allí se cae en ese error en que no está permitido eso, sea lo que sea. 

—¿En quién piensa cuando menciona ese ejemplo?

—En colegas también, pues. La limpieza de calles, en mil temas, pueden haber ese tipo de situaciones. Distinto es si organizas un tema para pagarle a una pareja, a un amigo… Ahí hay una situación a todas luces dolosa. Doy un ejemplo: pensemos en comunas pequeñas como Curanilahue, Mulchén, Putre. Comparemos la capacidad administrativa que tienen ellos con lo que puede generar Las Condes, Vitacura, Providencia o Lo Barnechea. Son recursos que quizás teniéndolo se evitaría hacer asociaciones libres de solución a problemas que luego te van a generar un conflicto.

—Dijo que saliendo de la alcaldía le gustaría ser diputado por el distrito 9.

—Mi abuelo fue comandante en jefe. Para ser comandante en jefe tuvo que ejercer todos los cargos de mando dentro del Ejército. Hay una secuencia de acumulación de conocimientos en el tiempo y de conocimiento de los ciudadanos y de las autoridades nacionales para poder mejor ejercer cargos públicos. Habiendo sido dirigente estudiantil en dictadura, habiendo sido concejal, ser alcalde por este periodo, lo normal y obvio es que uno mantenga el afecto y cariño a los ciudadanos a los que he servido durante 16 años, y que para mantener lo logrado, uno suponga ser diputado por el distrito en donde está la comuna de Huechuraba. Ciertamente está la voluntad de expandir la revolución que hemos hecho. Aquí hubo una revolución verdadera. La condición de vida de los ciudadanos de hace 12 años es muy distinta, en materia educativa, científica, en todos los ámbitos del quehacer humano. Esa revolución uno la debe extender hacia comunas que no han tenido ese desarrollo.

Partidos, seguridad y Luksic

—¿Qué impresión tiene sobre el acuerdo electoral?

—Los acuerdos electorales son circunstanciales. El objetivo determina qué tipo de armas se usan, con quienes uno combate, quiénes son tus aliados. Ciertamente hay que confiar que es la mejor alianza. Ahora, si en ese sentido uno está disconforme o no de acuerdo, uno es militante y uno somete el ego personal o el interés personal al proyecto colectivo que diseñaron otros. Uno puede estar equivocado al no compartir o al compartir también. Hay que respetar esos acuerdos porque son los que uno supone que fueron reflexionados para garantizar lo que los partidos aspiran que es el bienestar.

—En algún momento en el pacto se habló de apoyar candidaturas independientes. ¿Hay algún actor de allí que usted reproche su actuar?

Soy súper crítico respecto de los independientes. Tengo una posición clarísima. Si uno quiere combatir por algo, uno tiene que combatir por una bandera que identifique al ejército que defiendes. El gran daño que se ha generado en política es que partidos, que uno supone que es un partido donde hay una reflexión conjunta, se incorporan independientes, existiendo militantes capacitados para desempeñar cargos. Los partidos son partidos, no son patotas. Cuando uno tiene un partido, lo lógico es que si el partido determina una forma de actuar, se actúa de esa forma. Si la patota determina actuar el lote, conformemos una patota pero no un partido.

Como alcalde puede ver de primera mano cómo ha sido enfrentar la delincuencia. ¿Cómo ha estado el Gobierno este tema?

El asunto de la delincuencia es como una tragedia griega: todos saben lo que va a pasar, todos dicen que no quieren que ocurra, y todos hacen lo necesario o no hacen lo necesario para que eso acontezca. Ninguno de los actores nacionales ha tomado con la seriedad que corresponde el problema grave que constituye la seguridad en la vida de las personas y cómo eso afecta al orden democrático de un país. Mientras tengamos una política de Estado de carácter internacional, en materia de salud, y no la tengamos en materia de seguridad, vamos a dar tumbos y va a seguir muriendo gente inocente, de la que es responsabilidad nuestra haberlas salvado.

Más que criticar las medidas que están adoptando, uno esperaría que los que están en la oposición fueran más colaborativos en las acciones que quien ejerce el poder está haciendo y que la discusión dé paso a políticas de largo plazo que no se acoten a un periodo presidencial. Hay múltiples ejemplos de propuestas grandilocuentes que no tienen ningún resultado, mientras en el parlamento esperan inútilmente o los reglamentos para ser aplicada la ley o la discusión de la ley.

¿Falta el despliegue de militares?

¿Desde hace cuánto tiempo se viene anunciando la posible salida de los militares a la calle para combatir el delito? Cuando el Ejército ha sido consultado en el último Cosena, el comandante en jefe dijo que no era una buena idea. Hace 15 años vienen diciendo que van a sacar a los militares a la calle para ayudar a combatir el delito. ¿Y dónde está la formación del Ejército o de una unidad del Ejército especializada en apoyo en infraestructura crítica o al combate a la delincuencia o en inteligencia? Uno escucha el discurso, a veces de un gobernador, de un intendente, de un parlamentario, pero finalmente han pasado 15 años de diferentes signos políticos y ninguno ha dado la orden al Ejército para que forme una unidad especializada.

—Sobre Max Luksic, ¿qué impresión tiene de él?

No lo conozco. No me parece que tenga un currículum suficiente. Tener apellido y tener dinero no constituye currículum. Que me muestre dónde fue su servicio público en beneficio de los ciudadanos, porque hacer donaciones tampoco implica ser servidor público. Eso lo puede hacer cualquier persona que tiene dinero. La gente humilde es, a veces, la que más aporta cuando hay problemas.

El nombre y el dinero que se tenga no es currículum de que se va a ser un buen representante comunal. Es más, hay concejales que han cumplido dos, tres períodos como concejal, que saben más que esta persona, que es afuerina, además, que no conoce la realidad social y que decide servir en la UDI, nombrado por Macaya, y elige la comuna de manera aleatoria, porque pudo haber sido cualquier comuna de Chile.

En Huechuraba hay una conciencia cívica superior que sabe distinguir al impostor de la persona verdadera. También saben lo que es elegir ser candidato sin tener ninguna demostración de servicio público y quienes realmente han servido durante años a los vecinos de la comuna.

—¿Qué le parece que Chile Vamos se haya decantado por él?

He mencionado antes esta voluntad de los partidos de privar a los militantes de luchas que podrían bien dar y que prefieren remplazarlos por no militantes, independientes que mañana pueden descubrir que su vocación no es esta y renuncian, o que pueden descubrir que están equivocados en el espectro político y renuncian, o simplemente se alejan del partido porque siempre son independientes.

Él no es un outsider para la UDI. Él es un hombre de derecha, de ultraderecha. Dijo que que votó por Kast. Manifiesta que apoya a Kast, y niega su origen familiar, y niega su apellido y niega también su condición. Para la UDI es muy fácil decir ‘Luksic, derecha, afín, dinero: candidato’. Esos son los criterios que se contradicen con la meritocracia de una pobladora, que ha sido concejala en dos periodos, que ha logrado salir adelante con todas las dificultades que los sectores populares tienen para progresar en Chile y se tienen que enfrentar con quien decide arbitrariamente dónde quiere ser alcalde, porque la UDI lo habría puesto de alcalde en Huechuraba, en Renca, en Conchalí, donde él hubiese querido. Esta no es una decisión de la UDI. Es una decisión en base al poder y al apellido que él tiene. Aquí no hay un compromiso real de él ni de la UDI con la comuna.

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