La llegada masiva de polillas a Santiago: por qué llegaron, cuánto durará y por qué combatirlas perjudica al medioambiente y las industrias

¿Más polillas en Santiago que los otros años? Puede ser, pero eso no significa que haya una plaga, ni una invasión. María de los Ángeles Medina, directora de proyecto Micra Mariposas, divulgadora científica, ilustradora y arquitecta, cuenta que desde hace más o menos cinco años atrás, la gente la empieza a llamar para preguntarle por qué hay más polillas que antes.

La razón de que hayan más de este tipo de insectos -y de insectos en general- está en la lluvia. “Como está lloviendo más en la Zona Central es absolutamente natural que hayan más polillas”, explica.

Los cerros de la capital estuvieron muy verdes este año, contrastando fuertemente con la sequía. “Al ver ese fenómeno, debemos estar preparados para que cuando empiece el calor hayan más insectos”, continúa la especialista. “La forma de operar de los insectos es en cantidades enormes. Esa es su forma de existir. Por eso es una felicidad que veamos esta cantidad de polillas”.

¿Cuánto durará la temporada de polillas este año? “Depende del clima. No hay un rango exacto de tiempo, pero la surgencia voluminosa dura como un mes. Se tienen que juntar varios factores para que su surgencia se extienda hasta el verano. Por ejemplo, que vuelva a llover, haya un poco más de humedad y la hierba esté fresca, podríamos tener un nuevo ciclo”, explica Medina.

Hay muchos tipos de polillas. También, hay muchos tipos de características que hablan de lo importantes que son para el ecosistema. Pero sobre todo, han sido parte de una serie de mitos imprecisos. El primero, es que muerden.

“Ninguna polilla que uno vea volar va a morder”, dice Medina. Cuando la polilla es un adulto y hace la metamorfosis de larva a mariposa, su aparato bucal masticador desaparece. “No buscan morder, solo ponen huevos. Por lo tanto, no hay que tenerles miedo. No pueden picar tampoco porque no tienen aguijón. Solo tienen aparato reproductivo y en lugar de mandíbula masticadora, tienen una ‘espiritrompa’ o proboscide para tomar el néctar de las flores”.

La polilla que sí mastica, sigue siendo una larva. “El lepidoptero que muerde es una cuncuna. Esa es la que se come la ropa, las plantas y los granos”, aclara Medina. Estas mariposas, cuando son adultas, miden aproximadamente un centímetro y tienen un color parecido al dorado. Buscan sitios oscuros y tranquilos. Por eso, las especies que atacan granos que están en las bodegas, armarios o despensas.

¿Qué hacer en el caso de encontrarlas en la comida? La empresa Fulpy para control de insectos recomienda: “Deseche todos los alimentos contaminados. Aspire todo en la cocina. Tire la bolsa de la aspiradora ya que puede contener huevos. Mantenga los alimentos en recipientes herméticos.  Coloque en la despensa menta, gotas de aceite, eucalipto, esencia de lavanda o cedro.

Y si se trata de ropa, las polillas no comen fibras sintéticas, solo fibras de origen animal como la lana, las plumas y el fieltro. Aunque de igual forma, en su búsqueda, pueden dañar telas sintéticas o masticas ropa que mezcle ambos tipos de fibras. Removerlas y hacer aseo profundo es fundamental.

El rol de las polillas en el ecosistema: polinizan con la misma eficiencia que las abejas

Rodrigo Barahona Segovia, académico del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la Universidad de los Lagos, cuenta que últimamente han salido muchos estudios a escala global que hablan del rol de las polillas en la polinización y la producción de alimentos. En Chile, faltan estudios acerca de polinización nocturna.

“Efectivamente, hay polillas que están polinizando en los cultivos de manzana y frambuesas y tuvieron la misma eficiencia que las abejas. El rol en el ecosistema es preponderante y antes eso no se sabía”, explica.

La polinización consiste en transferir polen de una flor a otra flor ojalá en plantas distintas. Ese polen se deposita en el stigma de las flores femeninas. Ahí el stigma engorda y se forma el fruto. “Esa polinización la pueden llevar a cabo abejas, polillas, moscas, escarabajos, murciélagos, lagartijas. Hay muchas especies”, asegura el especialista.

Además de la polinización, las polillas son la fuente principal de otros grupos de insectos y vertebrados. También ayudan a degradar materia orgánica y son principalmente herbívoras.

Pero algo relevante en la zona centra, es que las polillas tienen un rol que afecta directamente a la economía. “Se cree que son la principal fuente de alimento de los murciélagos, que son fundamentales para controlar las plagas en cultivos y viñedos. Eso fomenta que los cultivos sean mejores para las certificaciones y hayan un mayor retorno económico”, dice Barahona.

¿Qué hacer ante su presencia? Ahuyentar a las exóticas, salvar a las nativas

Hay algo muy importante sobre las polillas que hay que tener en cuenta. En la ciudad, existen especies exóticas -que han migrado o han sido introducidas a Chile desde otros países- y especies nativas. Por lo general, los especialistas en biología y ecosistemas recomiendan cuidar las especies nativas.

“En caso de las polillas que se encuentran en los granos de comida, esas por lo general son polillas exóticas y se pueden eliminar”, dice Barahona. “Pero la polilla que todos conocemos es un noctuido y es nativa con comportamientos migratorios. Por eso es bueno informarse para que éstas no sean eliminadas”.

La polilla de la ropa es exótica. Se llama Monopis crocicapitella. “Esa polilla se caracteriza porque es pequeñita y por lo general tiene una banda de color beige, amarillenta en las alas y en la parte superior de las alas, de color. Es muy bonita y chiquitita. Como es exótica no habría problema con ahuyentarla. No son tan frecuentes porque la gente hace aseo, pero puede pasar”, continúa el especialista.

Mientras que una especie nativa que se puede ver en la ciudad -además de la polilla noctuida-, es la Hyles annei. Mide 6-7 cm, tiene una trompa muy larga y unas manchitas de color rojizo negro en las alas. “Dentro de las polillas grandes, no hay ninguna que sea exótica. Todas son nativas”, especifica Rodrigo Barahona.