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Pedro Ruminot

Tiempo Libre

2 de Marzo de 2025

La experiencia de Pedro Ruminot selló la mejor presentación de humor en Viña 2025: homenajeó a Camiroaga y mandó un audio a Adam Levine

Con la seguridad que lo caracteriza, Pedro Ruminot tomó el escenario de Viña 2025 y conquistó a la Quinta Vergara con una rutina que recorrió la idiosincrasia chilena, desde los clásicos virales hasta la política. En un emotivo guiño, recordó a Felipe Camiroaga, mientras que sus chistes sobre el presidente Boric y a otros políticos desataron carcajadas. Con un humor cercano y mordaz, el comediante se consolidó como el número que -por lejos- más risas provocó en el certamen.

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Los comediantes que conocen a Pedro Ruminot coinciden en que es uno de los comediantes que no se pone nervioso con los grandes escenario. Esa premisa se notó desde el principio en Viña, cuando el comediante entró con una canción de Nirvana interpretada por la banda del Festival de Viña y que demarcó una actitud grunge que marcó la jornada del comediante que más risas causó en la edición 2025 del certamen.

Pedro Ruminot abrió su show haciendo referencia al apagón que retrasó su presentación y lanzó una crítica directa a la producción del Festival, señalando que “fue como las hueas”. En su rutina, también se burló del director del evento, Daniel Merino, a quien comparó con el niño de Up. Merino, captado por las cámaras, se tomó con humor los chistes, que apuntaban a cómo la organización priorizó en la negociación a la banda Morat y a Sebastián Yatra.

Los primeros minutos de la rutina fueron improvisados. Ruminot habló sobre George Harris, el corte de luz y distintos temas de actualidad, entregando casi diez minutos de comedia espontánea, difíciles de haber sido preparados con anticipación.

Más adelante, el comediante compartió anécdotas vividas junto a sus amigos y compañeros del programa Socios por Chile, Jorge Zabaleta y Francisco Saavedra, exanimador del Festival, quienes también fueron enfocados por la transmisión.

En este tramo, Ruminot hizo humor sobre la idiosincrasia chilena, burlándose de los guardias municipales y privados, así como de situaciones cotidianas. Uno de sus chistes más comentados fue sobre una escena que presenció en una farmacia:

“Habían dos adolescentes comprando un test de embarazo y el cabro le decía ‘compremoslo a medias’. Después andan alegando porque no pagan las pensiones alimenticias. Se veía venir”, dijo, provocando carcajadas en la Quinta Vergara.

Pedro Ruminot: y su rutina de “los chilenos Somos Hueones”

La rutina de Ruminot continuó con una serie de observaciones sobre la idiosincrasia chilena, afirmando que “somos hueones”. En este tramo, se burló de quienes le depositaron dinero a la influencer Naya Fácil para la realización de su fallida Gala del Pueblo, ironizando sobre la facilidad con la que algunos confían su dinero en causas inciertas.

También hizo humor en torno a dos legislaciones recientes: la prohibición de las bolsas plásticas y la obligatoriedad de los chalecos reflectantes en los autos. Además, apuntó a la frustración de los chilenos con las filas virtuales para la compra de entradas en conciertos. “Si la fila virtual fuera real, estaría en Cochamó”, comentó, generando risas entre el público.

Más adelante, tocó el tema de la convivencia entre chilenos y extranjeros, asegurando que “no somos xenófobos, porque si cumple las leyes, a nadie le va a importar si es argentino, boliviano o lo que sea. ¿A quién le importa la nacionalidad?”. Y, sin perder el ritmo, dirigió una broma a su colega George Harris: “Dicho esto, George Harris, puta que erís pesado, conchatumadre”, rematando con una carcajada colectiva en la Quinta Vergara, que ya pedía la entrega de premios antes de lo esperado.

En este tramo, Pedro Ruminot sorprendió al incorporar la interacción con el público, una dinámica atípica entre los comediantes del Festival de Viña. Para ello, contó con el apoyo de José y Gabriel Carvajal, uno de los mellizos quienes son colaboradores habituales de Felipe Avello en sus presentaciones.

Durante la rutina, Ruminot conversó con una mujer argentina, a un ciudadano estadounidense y a una mujer venezolana, quienes parecieron estar preparados de antemano. Los dos primeros hicieron alusión al número once, un guiño que en Chile evoca un chiste que no requiere mayor explicación. Y si no lo conoce, búscalo entonce.

Entre las interacciones con el público, Pedro Ruminot hiló el tema del terremoto con algunos de los videos virales más emblemáticos de Chile. Mencionó a personajes como el Zafrada, la Vistima y Adam Levine, el vocalista de Maroon 5, cuya desafortunada presentación en una edición pasada del Festival de Viña lo convirtió en blanco de los característicos comentarios chilenos con recetas culinarias, una tradición digital con la que se castiga a quienes no caen en gracia.

“Tuvo que bloquear los comentarios en Instagram. Nadie le puede escribir”, comentó Ruminot, antes de compartir un truco para seguir molestándolo a través de mensajes directos, desatando las risas del público.

“Estoy en Viña cochino cu…”, le dijo en un audio antes de invitar al público de Viña a enviarle un mensaje de audio.

Un homenaje a Felipe Camiroaga y bromas a sus amigos Zabaleta y Saavedra

Pedro Ruminot fue el comediante que más risas sacó en Viña, por lejos. En un segmento bromeó con el presidente Boric a quien molestó con una hilarante y ficticia relación sentimental entre Boric y Daniela Aranguiz.

Luego habló de personajes televisivos que llegaron a la política como Hotuiti y Maite Orsini. “Todos tenemos derechos a partir de cero, así que que no les extrañe que en 20 años yo…”, remató simulando cruzarse una banda presidencial.

“Si llego a ser presidente, les juro que voy a robar. Voy a robar como hueón, me voy a robar todo(…) total que me va a pasar a lo más arresto domiciliario, en la casa me hago un only fans”, bromeó.

Luego Pedro Ruminot, bromeó con la diferencia de los matinales de televisión de los 90´s y los actuales. En ese momento Ruminot rindió un pequeño homenaje a Felipe Camiroagam ícono del antiguo -y añorado- estilo de los matinales de antaño.

Luego de eso volvió a referirse a sus amigos Jorge Zabaleta y Francisco Saavedra con quienes se dio un beso de a tres. Luego de ello ironizó con que “Pancho” Saavedra no es homosexual. Luego molestó a Zabaleta indicando que pese a tener gusta sigue siendo el mejor galán de las teleseries chilenos.

A las 00:37 los animadors hicieron ingreso al escenario para entregar el primer premio de la noche. Cuando recibió la gaviota de plata cumplió una promesa que había hecho a la gente de Angol. Gritó “Angol, brotes de Chile” y dijo todo los artistas que lo acompañaron en el festival de esa ciudad.

No alcanzó a hacer un chiste y los animadores volvieron a subir al escenario, el público pedía la gaviota de oro. Mientras el público gritaba “ole, ole, ole, Pedro” y “se lo merece”, el humorista se emocionó y agradeció de “todo corazón” al público asistentes a esta noche. En el público, su señora también se emocionó y lloró.

Ruminot retomó la rutina y contó que en el sur profundo no lo conocen y que incluso lo confundieron con “nacho” de los supermercados refiriéndose a Ignacio Román. Tras eso amagó con dar un giro de su rutina a chistes matrimonionales en modo de venganza a la rutina del año pasado de Alison Mandel. Sin embargo, desistió ante la mirada de su esposa.

En cambio, recordó cuando el Cóndor Rojas se cortó en el Maracaná y enumeró polémicas que han hecho a Chile un país conflictivo con sus vecinos. El último episodio, cuando la ANFP pidió la resta de puntos a Ecuador por un jugador que no había nacido en ese país. En la pantalla de la Quinta Vergara apareció Ben Brereton, siguiendo la larga lista de personajes de los cuales Ruminot hizo chistes.

“No es chileno” dijo el Ruminot sobre el futbolista y enumeró una serie de situaciones que se viven en el país. Desde las personas que piden plata en los metros hasta la precariedad del fútbol chileno en comparación a la liga inglesa. Luego de eso se despidió y se volvió a anunciar el mismo para hacer un bis. La gente pidió gaviota de platino y dijo “no vieron todo lo que se demoraron”, en referencia al premio que le dieron a Myriam Hernández.

Cerca de las 1 de la mañana, Ruminot volvió a examinar la cotidinaidad chilena y habló sobre las ferias. Nuevamente la gente pidió la gaviota de platino, el humorista les explicaba que era imposible que le dieran ese premio. “A veces hay que escuchar la voz del pueblo” dijo mientras el director del festival le entregó una corneta. Durante varios minutos no hubo chistes, pero tocó la corneta.

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