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Opinión

8 de Octubre de 2008

Carta: Didáctica película alemana sobre Chile

Por

“Hola Gente:

El domingo 5 de octubre en la tele alemana (ZDF la segunda señal estatal) estrenaron una película germana rodada en Chile cuyo nombre (“Mein Herz in Chile”) podría traducirse como “Con Chile en el corazón”.

Una especie de “Casa de los Espirítus” a la alemana. La historia está llena de “secretos” e historias de amor dignas de una telenovela al más puro estilo venezolano (ya no chileno, ni mucho menos brasileño).

Sobre los antecedentes “técnicos” para que se hagan una idea, tiene de protagonistas a “destacadas” figuras de la TV y cine alemanas (Hannelore Elsner y Bettina Zimmermann), de hecho la protagonista (Hannelore Elsner), presta su voz para leer los libros de Isabel Allende (venta de CD de la Casa de los espíritus) y su pareja en la película es Franco Nero, también aparecen “ene” actores chilenos conocidos haciendo de chilenos (Alejandro Trejo aparece como inescrupuloso abogado ligado al bando pinochetista). La película fue dada en horario privilegiado el domingo y continuó hasta el lunes en el mismo horario.

En Chile contaron con la asistencia de Andrés Wood para rodar algunas escenas que representan los momentos del golpe de Estado, esa parte está bien lograda, los peinados, pancartas, etc.

La película está cargada de buenas intenciones, muestran un Chile algo menos cliché que lo clásico del repertorio germano para América Latina. La película está filmada en los lugares más fotogénicos de Santiago y Valparaíso.

Donde se nota el cliché en las casas que escogieron para los protagonistas y los roles asignados, una “villa” (casa señorial, con alero, muchas flores y antejardín preciosos), un hospital inventado, que también es una casa colonial con alero, etc. y Franco Nero es nada menos que un productor de vinos de la zona de San Fernando que con su enorme fortuna sustenta una fundación en apoyo a las victimas de la dictadura.

La protagonista es médico e izquierdista y su padre también (una mezcla de Bachelet con Allende). El drama se desencadena con el golpe, ya que el padre fue hecho prisionero y fusilado. A la protagonista se le atribuye haber asesinado a el coronel Sánchez que era el amante de su madre y padre de su pololo, de quien ella estaba embarazada. De ese embarazo sale otra coprotagonista Bettina Zimmermann, quien luego descubrirá “toda la verdad”.

La madre de la protagonista (Hannelore Elsner) está por morir y le deja de herencia a su hija una pequeña fortuna, pero la villa (casa señorial) ha sido adjudicada en la herencia a la “Fundación Sánchez”, la del coronel asesinado. Aquí es donde aparece la nieta (que está más rica que el pan con chancho) y descubre que le han falsificado el testamento y decide luchar por recobrar los bienes de la familia y después de ene cahuínes se entera de que ella es la hija no de su padre, sino que de Carlos Sánchez (Franco Nero), que es el hijo del coronel que su madre supuestamente asesinó y que a la vez era amante de su abuela (ahhhahhh).

En fin dudo que en Chile se muestre algo así en la tele. Otros datos anecdóticos los malos llevan todos barba de tres días y la policía de investigaciones se deja manipular por gente que sirvió al régimen, etc. Los pacos son reemplazados por policías de uniforme azul.

Este tipo de películas está a medio camino de ser una película de cine y un culebrón, no está grabada en formato de cine. La trama y los diálogos son cuestionables, de Franco Nero sólo pueden apreciarse sus bellos ojos azules y sus caras de macho recio, pero jamás se vio esforzado en una escena complicada (no las hay, hay que poner caritas y decir frases no muy largas que parecen sacadas o recicladas de otros melodramas). Otras figuras interesantes, son un taxista, que además es literato y que vive en el barrio Bellavista justo al lado de la casa de Neruda (se trata de un actor alemán). Todos los chilenos son al parecer pequeños poetas o literatos. Y por supuesto la jovencita se enamora del taxista y se queda en Chile.

La película transcurre como una telenovela, es decir la trama es absurda, pero igual la ves. Interesante me resultó la elección de lugares, todos muy fotogénicos y clichés, por ejemplo las casas de los protagonistas chilenos son todas viviendas con aires “coloniales” (que incluyen crucifijos en las paredes) y la protagonista usa el auto de su madre que es una reliquia histórica, un Opel que se ve más antiguo que un Peugueot 404. No en vano estás en el tercer mundo y nadie tiene fácilmente autos caros, salvo Franco Nero un BMW todo terreno y el malo, malo que tiene algo así como un Lancia con cara de Mercedes Benz u otra cosa parecida (las locaciones: barrio Bellavista, hotel Kempinski o como se llame el que está al lado de la Iglesia de San Francisco, barrio alto, Valparaiso, Cerro Artilleria incluyendo esa casa icono en azul, y supuestamente el camino a San Felipe, pero bien podría haber sido el camino a Farellones).

Los chilenos pobres son mostrados en sus “callampas” y los carabineros son reemplazados por unos policías que intentan verse iguales a los pacos, pero en azul. Los diálogos con contenido político son fuertes para lo que los chilenos están acostumbrados a escuchar, dictadura, crímenes, se nombra a Pinochet y se le culpa, etc. El proyecto de la Unidad Popular es presentado como un sueño por un “Chile mejor”, etc.

La película no creo que se muestre en Chile, creo que una especie de autocensura más lo absurdo de la trama, frenaría a la mayoría de los canales y para salas de cine se pasa en tiempo y seguramente no tiene el formato de calidad adecuado para ello, es un melodrama hecho para la tele.”

Jorge Peña

Makin of de “Mein herz in Chile”.

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