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Opinión

6 de Noviembre de 2009

Especial Cuicos: Sicólogo NN explica cómo funciona la cabeza de los cuicos

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Por NN, Psicólogo
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Hay cuicos religiosos, que esos se mueven más en el mundo del Opus Dei y de los Legionarios. Hay cuicos más alternativos, que son los más artistas o intelectuales, y que es más liberal, pero sigue siendo cuico, porque lo que define lo cuico es, de alguna manera, el gusto por lo bueno, el no gusto por lo popular, el no gusto por el olor a cebolla o el olor a ajo. Un cuico se puede quejar mucho del olor a ajo y el olor a cebolla, pero puede estar en Zapallar, en una casa al lado de un desagüe, con un olor espantoso, pero está en Zapallar, y ahí como que los olores dan lo mismo. El cuico tiene un problema para expresar las emociones, por lo general no exterioriza sus emociones en público. Mostrar las emociones es de rotos.

El cuico siempre tiene como un censurador de lo que es de rotos y lo que es fino. El cuico se hace esa pregunta constantemente, al contrario de la gente que se mueve por la vida pensando si algo es correcto o no, el cuico piensa si algo es de rotos o no. Los cuicos dicen “esto es de caballeros” cuando quieren decir que algo es de cuicos.

No es lo mismo un momio que un cuico, los momios son más moralistas y conservadores, pero puede haber un cuico sin mucha moral y no todos creen en Dios.

Al cuico no le gusta toparse con gente cuando va a la consulta, el cuico tiene mucha vergüenza. Si se llegaran a encontrar con alguien reclaman, dicen: “¡¿Cómo me ponís con gente conocida?!”. Cuando un cuico habla de gente conocida se refiere a gente de apellido tipo, de balneario tipo, aunque no necesariamente se conozcan. Otro cuico es gente conocida, “gente como uno”.

El cuico tiene un problema para tolerar la diferencia, lo otro. Un cuico en lugar de decir que el otro es roto, dice: “es gente diferente”, porque es mal visto andar roteando.

El principal problema del cuico es no gozar con ciertas cosas que pueden ser vistas como de rotos. A los cuicos les cuesta expresar las emociones a los hijos. La pobreza es terrible para un cuico, podría destrozarlo. Cuando se quiebra económicamente es terrible, porque ahí no se puede acceder a lo que es visto como la felicidad, porque la felicidad está puesta en lo exclusivo, en ser socio del Club X. El cuico arruinado es una cosa espantosa, es una de las cosas que da pena, llegan muy humillados, porque en el cuico hay un ideal narcisista muy alto.

Al cuico hay que enseñarle que hay que disfrutar las cosas simples de la vida, como el pebre. El cuico no sale de su círculo, no se abre al mundo, no conoce otros gustos, otros restoranes, otra música. El cuico refinado escucha ópera. El cuico normal no oye mucha en español, menos si es romántico. A un vampiro y a un cuico lo matas con el ajo.

El cuico chileno está temeroso del chileno emergente, del roto que está surgiendo, lo ven como una amenaza. Temen perder su lugar en la sociedad. El cuico es temeroso. Si el hijo de un cuico empieza a salir con alguien socialmente inferior, puede transformarse en un caso terrible para los padres. Es mal visto, porque los apellidos y la posición social, son muy importantes. El cuico cuando se está arruinando y su hija o hijo empieza a salir con alguien que no es cuico, pero tiene plata, empieza a cambiar la mirada: “Si en realidad no era tan roto”.

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