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23 de Abril de 2024

El boom de las plantas de interior: el filodendro es el favorito, el manto de Eva el más caro y el tamaño del macetero el error más común

Desde la pandemia, la pasión y el negocio por las plantas se ha ido acrecentando. Hoy, los colores vibrantes y diseños estampados son las características que cautivan a las personas a la hora de elegir sus favoritas. "La gente está dispuesta a pagar por tener la planta más hermosa que aparezca en el Instagram”, dice Víctor Carrasco, dueño de Verde Pasión. En conversación con The Clinic, Expertos dan sus consejos de regado, luz y comparten los errores más comunes de quienes llenan de verde sus hogares.

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Cuando Cecilia Rebolledo (39) llega a la casa de la gente, no mira ni juzga a nadie ni a nada, salvo, por las plantas de interior. En 2020 abrió su emprendimiento de frutas y verduras a domicilio, donde se dedicaba a visitar las casas de sus clientes frecuentes. Ahí, rápidamente comenzaba a perderse en cada planta que encontraba. En una de esas casas, su clienta la descubrió mirando de hiperfoco, hoja por hoja, tallo por tallo. 

Hacía lo mismo en su propio departamento, donde había empezado a construir una selva de interior. Se había mudado al centro de Santiago hace poco, y sentía que el verde que la había rodeado toda su vida en la casa de su madre le faltaba. “Yo no soy agrónoma, pero cuando se trata sobre plantas de interior, creo que el conocimiento a partir de la experiencia supera a la academia. Está esa cosa de las manos verdes”, cuenta.

Traductora de profesión, nunca ejerció en su carrera. Más bien se dedicó a tener trabajos que le permitieran usar el inglés, y estuvo diez años en gestión de hotelería y eventos sociales. Después del estallido social, perdió su trabajo y comenzó el emprendimiento de frutas y verduras, pero también, a comprar y cuidar miles de plantas de interior. Su clienta, que vio que ya tenía conocimiento, le pidió que le llevara una planta grande para la esquina de su casa. Cecilia Rebolledo estudió la luz y temperatura del lugar. Decidió traerle un espatifilo o “Lirio de la Paz”, una planta grande y con flores blancas en forma de cala. 

“La señora pasó la voz y me empezaron a pedir plantas porque decían que yo sabía las condiciones que necesitaba cada una para crecer”, dice. “De a poco me di cuenta que esto de las plantas que había amado durante toda mi vida, porque mi mamá y mi abuela me llevaban de paseo a los viveros y me enseñaban, ahora estaba siendo una necesidad para otras personas. No le tenía miedo al emprendimiento así que me lancé en octubre de 2020 y fundé Kasvi Plantas”, dice. 

El boom de compra de las plantas de interior empezó durante la pandemia. Patricio Arcos, agrónomo paisajista de la UC y dueño del vivero Newen Botanicum en Ñuñoa, opina que fue una especie de revelación que la gente tuvo al estar encerrada en la casa. “La gente quería compañía en la casa y como los humanos no eran una posibilidad, decidieron comprar plantas. Creo que empezaron a ver su hogar como nunca antes lo había hecho. Empezaron a mirarse a sí mismos también, descubriendo que necesitaba contacto con la naturaleza”, explica. 

Pothus. Foto: Felipe Figueroa.

Y con la demanda vino la oferta. De repente, las redes sociales se llenaron de páginas de venta de plantas de interior y a medida que pasaban los años, los colores y las formas se volvían más exóticos, más vivos, más tropicales. 

Patricio Arcos, que trabaja en su vivero y también ofreciendo asesorías y talleres de cuidados de plantas, empezó el negocio en 2017, antes del boom. Lo levantó junto a su pareja Natalia Baracat, educadora de párvulos de profesión. Ambos piensan que “el negocio se ha ido acrecentando con los años, sí, pero hoy vamos quedando los que somos más adoc al tema, o sea, los más apasionados por las plantas”, dice Arcos. Natalia Baracat agrega que “es un negocio rentable, pero hay temporadas. Tienes que estar constantemente reinventándote y trayendo cosas nuevas que se ajusten a las tendencias”. 

Los tres especialistas entrevistados por The Clinic, están de acuerdo en que la tendencia hoy, son las plantas de climas tropicales. Todos concuerdan también en tres especies que la están rompiendo en ventas este año: los favoritos son los filodendros, luego los singonios y después las alocasias -como el manto de Eva u oreja de elefante-. Todos comparten colores vibrantes y diseños estampados en sus hojas. Hace al menos diez años, hubo un giro posterior al minimalismo en el diseño de interior que predominó por mucho tiempo. En ese entonces, empezaron a entrar las monsteras, los ficus, las chifleras y los paraguas amarillos a las casas.

Monstera Deliciosa. Foto: Felipe Figueroa.

Cómo tener una planta de interior grande y fuerte

Según los especialistas consultados por The Clinic, son cuatro deberes de cuidado fundamentales para tener una planta de interior feliz. El primero —y para Cecilia Rebolledo, el más importante—, es saber exactamente el lugar donde se pondrá la planta adentro de la casa.  “Si tengo una planta que no necesita luz directa pero la pongo al lado de la ventana, lo más probable es que mi planta se vaya a quemar o debilitar. Este es el error más común en los primerizos y lo primero a corregir, porque la luz es lo más importante”, explica. 

Filodendro Paraguayo. Foto: Felipe Figueroa.

Sobre todo ahora que estamos en otoño y viene el invierno, hay que revisar siempre la luminosidad. “Es súper importante seguir la luz”, dice Patricio Arcos. “Además, hay que proteger a las plantas de las corrientes de aire frío de las ventanas abiertas. Las plantas tropicales necesitan calor y humedad. Pero ojo, también las corrientes de aire caliente de los calefactores o las estufas”. Muchos suelen complementar el calor adentro de la casa con un humidificador de vapor cerca de las plantas. También, rocían solo las hojas en vez de regar constantemente. 

Luego, está el tipo de macetero y el sustrato. “Un buen sustrato es una buena alimentación para la planta. Si yo le pongo una alimentación de mala calidad, voy a tener una planta con bajas defensas, vulnerable y susceptible a que la ataquen las plagas. Una buena alimentación hay que complementarla con un buen macetero. En lo que se equivoca el 99,9% de las personas, es que creen que a mayor tamaño el macetero, más va a crecer la planta. Y es completamente lo opuesto”, explica Rebolledo. 

La especialista dice que el cambio de macetero solo hay que hacerlo cuando las raíces se salen por debajo y no antes. Además, “si la planta tiene una plaga o está muy débil, probablemente perdió raíz por exceso de agua o porque le entró hongos, entonces va a empezar a botar sus raíces. Ahí, hay que achicar el macetero sí o sí, porque la planta se está ahogando en tierra que no necesita”, dice. 

Cordatum Brasil. Foto: Felipe Figueroa.

Cuidado con el riego, su exceso propicia las plagas

El tema de las plagas es importante, porque la mayoría ocurre, según Patricio Arcos y Natalia Baracat, por un exceso de humedad. Por eso, saber de riego específico es importante, sobre todo, en invierno. “El primer consejo que damos es que hay que disminuir el riego. Si tú regabas tres veces a la semana la planta, ahora hay que regarla una vez”, comentan ambos. “Pasa mucho en el invierno también, que a las plantas les aparecen muchos hongos. Por eso, es importante empezar a cuidarlas desde el otoño echándoles un antifúngico, para que lleguen preparas para el invierno”, agrega Baracat.

Todas las plantas tienen un sistema de riego distinto. Por ejemplo, no es lo mismo regar un ficus que un helecho, que necesita humedad constante. Para eso, Cecilia Rebolledo recomienda conocer de qué hábitat proviene la planta y luego regar. “Hay plantas que necesitan poca agua y que hay que regar cuando se empiezan a secar. Pero un helecho, yo no puedo dejar que se seque por completo, porque es una planta que necesita humedad constante y se me va a morir”, dice. 

Además, Rebolledo no escatima a la hora de regar en abundancia. “No importa que le eche 10 litros de agua, la planta va a drenar lo que necesita, y me voy a asegurar de que el agua llegue a todos los rincones del macetero. Al llegar a todos los rincones y tener todas las raíces con humedad, la planta va a ser capaz de absorber todos los nutrientes del sustrato. Si yo le hecho un vacito, probablemente al otro extremo del macetero no va a llegar agua. Eso va a provocar un estrés hídrico en la planta. Es como que alguien con sed te pida agua y le des una gota”. 

Pothus Neón. Foto: Felipe Figueroa.

Sacar lo malo y dejar crecer lo bueno

El cuarto y último fundamental para el cuidado, es la poda y la salud de las hojas. Continuando con el riego, Cecilia Rebolledo explica que “el exceso de agua produce exceso de humedad y ahí, empieza a aparecer un color café en los bordes de las hojas, que tienen un halo amarillo. Para recuperarla, dependiendo de la planta, hay que agregar nitrógeno —NPK— para recuperarla. Recomiendo no usar el mismo que se le echa al pasto, porque la planta de interior se puede quemar. Y tratar de que siempre sea natural, sin químicos”, dice. 

En caso de no resultar, la poda siempre es lo más recomendado”, agrega Rebolledo. “Es natural que las hojas viejas cumplan su ciclo, se pongan amarillas. “Cuando la gente aprende a perder el miedo a cortar, fortalece la raíz para que crezcan nuevos brotes. Me gusta porque la gente se libera y empiezan a aprender que en la medida que uno va botando lo malo, empieza a aprender algo nuevo”.

Qué plantas nuevas van a llegar en 2024

Y si de hojas nuevas se trata, la tendencia que se viene ahora, estará concentrada en nuevos filodendros y singonios, “con colores que nunca habíamos visto antes”, cuentan los dueños del vivero en Ñuñoa. “Vienen principalmente de Asia, Tailandia y lugares de clima tropical”.  

Singonio Confetti. Foto: Felipe Figueroa.

Pero, este año en particular, habrá que esperar más de lo normal para empezar a ver las nuevas importaciones en las tiendas. El SAG, que fiscaliza la entrada de todo producto vegetal para resguardar la barrera fitosanitaria que tiene Chile gracias a la Cordillera de los Andes, está restringiendo con más severidad la entrada de nuevas especies de plantas de interior. 

Así lo cuentan todos los vendedores consultados por The Clinic. “Por el momento, lo que todos los que tenemos negocios de plantas sabemos, es que los ingresos al país están un poco detenidos. En alguno de los boom de plantas o con los ingresos ilegales, debe haber entrado una suerte de plaga y se deben haber parado los permisos” Víctor Carrasco, dueño de la famosa tienda Verde Pasión —con sede en Lastarria y Barrio Italia—.

En 2023, el SAG y el Ministerio de Agricultura decomisó cerca de mil toneladas de productos agropecuarios ilegales y que no cumplían con los requisitos para entrar al país. De hecho, el caracol africano entró en julio de 2020 porque una persona ingresó con flores exóticas, según consignó el ministro de Agricultura Esteban Valenzuela en su momento.

A pesar de que las novedades demoren este año, Víctor Carrasco cuenta que no le preocupa, porque tiene 250 plantas distintas en Verde Pasión. Levantó el negocio en 2020 y decidió, que la forma de sostener su emprendimiento sería “en base a tener diseño el diseño más atractivo en la grilla de Instagram. Fuimos pioneros en mostrar las plantas de una manera más atractiva a través de las fotografías. Nos inspiramos en páginas extranjeras que seguíamos en las redes sociales. Queríamos que el fenómeno fuese: ‘Lo veo, me gusta, lo quiero y lo tengo’”, cuenta. 

Pothus. Foto: Felipe Figueroa.

Precios y el caso del filodendro Pink Princess

Víctor Carrasco plantea que tener plantas de interior se ha vuelto una especie de adicción para la gente. “Lo que siente la persona cuando ve la foto de la planta exótica, tropical y llena de colores, es que quiere tener esa planta en su casa, sea como sea. Acá tenemos clientes desde Iquique hasta Rancagua que vienen a comprar plantas”, continúa. 

Pasó en 2022, con la llegada del filodendro Pink Princess al país, una planta que a los seis o siete años puede medir 1.2 si está en interior y 6 metros en su hábitat natural. Su gracia, es que sus hojas son de color verde y rosado chicle. Se volvió viral en las redes sociales y la foto en el perfil de Verde Pasión no tardó en tener casi 7 mil likes, 60 veces más que el resto de sus publicaciones. 

Filodendro Pink Princess. Foto: Verde Pasión.

El filodendro Pink Princess es un ejemplo de planta de interior exótica y cara. “La sigue rompiendo hasta hoy”, dice Carrasco. A nosotros nos llegan dos semanales y se van rapidísimo todas las semanas”. El precio de uno pequeño —menos de un año— puede llegar a partir en 25 mil pesos. El grande, puede partir en los 100 mil pesos. 

¿De qué depende el precio de una planta? “Del color y del tiempo y cuidados que tienen que pasar para que tenga ese color”, explica Carrasco. “Un filodendro puede tener color blanco, verde, azul o rosado. El blanco es súper difícil de hacer crecer por ejemplo porque depende de un proceso de humedad, calefacción e iluminación súper específico y en un periodo de tiempo largo. Por eso la planta de un año tiene un precio tan distinto a la de siete años por ejemplo”. 

¿De verdad el manto de Eva cuesta 250 mil pesos?

Pero aparte de esa razón, las personas que compran plantas han encontrado diferencias de precios abismales entre una tienda y otra. “La gente está dispuesta a pagar por tener la planta más hermosa que aparezca en el Instagram”, dice Carrasco. Sí, es una lógica de mercado clásica, pero, Patricio Arcos y Natalia Baracat consideran que hay precios que están inflados. 

Una de las plantas más caras en el mercado es el manto de Eva. Se le ve a 250, 300 y hasta 400 mil pesos en Internet, por un ejemplar que mide 1.6 metros y de hojas que pueden llegar a parecer toldos para el sol. 

Alocasia Macrorhizzos o “manto de Eva” creciendo en hábitat natural.

“El precio depende de la variedad, de la exclusividad, de si llegó recién al país… pero el manto de Eva no llegó recién, es una planta que lleva años”, dice Natalia Baracat. “De hecho, el manto de Eva tiene una producción nacional en el norte, no necesariamente hay que importarla”, agrega el agrónomo paisajista. “En el vivero, la que mide 1.2 metros está a $35.000 pesos”, dice.

En la tienda Plant Me, Sebastián Hechem, ingeniero comercial de la UAI, defiende el precio basado en el costo de manutención. “Lo que diferencia un Manto de Eva de $250.000 pesos es el tiempo. Por lo general, las plantas de ese valor tienen hasta ocho años, mientras que el de $30.000 puede tener hasta 6 meses. Hay gente que no quiere esperar para tener una planta grande y está dispuesta a pagar un poco más para tenerla de una en la esquina de su living”, dice.

Mientras que para Víctor Carrasco, debe existir un equilibrio, porque “los precios en el negocio también involucran inversión en cuidados”. En Verde Pasión, usan 12 bidones de agua filtrada a la semana para regar las plantas sin los metales que trae el agua de la llave. Para Baracat y Arcos no es una medida de vida o muerte para la planta, aunque pueda funcionar. Ellos prefieren invertir en sustratos y alimentación. 

Estos contrastes pasan todo el tiempo a la hora de comprar plantas de interior y además, la información disponible crece cada día más. “Al final el que más te puede ayudar es el que tiene experiencia cuidando plantas. Y tiempo, para mirar la planta como un ser único y que requiere de un cuidado personalizado”, dice Cecilia Rebolledo, quien hoy ofrece a través de Kasvi Plantas, un servicio de asesoría y manutención de plantas incluso para empresas. 

Alocasia Amazónica.

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