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Nacional

5 de Abril de 2013

Beyer: la caída del ministro favorito de la elite

En el Gobierno admiten que el escenario en el Senado es sumamente adverso y se preparan para perder a su tercer ministro de Educación. El golpe ha sido sumamente doloroso y duro para Piñera que el miércoles ya había sido notificado de que el esquivo voto de René Alinco sería favorable a la acusación constitucional, tal como ayer se concretó.

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Hasta última hora de ayer, el subsecretario de la Presidencia, Claudio Alvarado, intentó convencer al diputado René Alinco de votar en contra de la acusación constituacional y forzar un empate que se tradujera en el rechazo al libelo contra el ministro de Educación Harald Beyer. Ni la diplomacia de Alvarado ni el juego más rudo del jefe de bancada de la UDI, Gustavo Hasbún, que también se reunió con el parlamentario, tuvo efecto alguno sobre el díscolo Alinco que la tarde previa ya había desahuciado de modo formal la posibilidad de cuadrarse con el Ejecutivo.

“Tuvimos a Alinco hasta el miércoles en la tarde en que se reunió con Alvarado y le dijo que la presión en su distrito y de su familia para votar a favor de la acusación era muy alta y que no contáramos con su sufragio. En La Moneda ese día dimos todo por perdido”, afirma una alta fuente de Palacio para graficar el desánimo que reinaba en el Ejecutivo en las horas previas a la decisión en la Cámara Baja y que se confirmó ayer con la votación de 58 votos favorables al libelo versus 56 en contra. “Acá no hubo ninguna oferta de la Concertación a Alinco. Eso es falso. Él actuó presionado por sus cercanos y porque si votaba en contra la opción de triunfar como independiente se esfumaba. Hubo un cálculo personal que es legítimo, pero que afectó a un buen ministro”, detalla una fuente que estuvo al tanto de las negociaciones.

El peor escenario, aquel que Beyer tuvo 24 horas para digerir, se confirmó en la Cámara. El ministro quedó suspendido de sus funciones -por lo cual asume de manera interina el subsecretario Fernando Rojas- y cuando se vote la Acusación en un mes más en el Senado es muy probable que sea sancionado y se le prohíba ejercer funciones públicas por cinco años, tal como ocurrió con la ministra del ramo de Michelle Bachelet, Yasna Provoste.

Según fuentes de Gobierno esta derrota política –la más dolorosa para el Gobierno de Sebastián Piñera que apostó por la trayectoria de Beyer y el efecto boomerang que tendría la ofensiva opositora- obedece a lógicas electorales y partidistas. Altas fuentes de Gobierno afirman que al menos dos parlamentarios –Jorge Burgos y Felipe Harboe- consideraban en privado que no había razones de peso para sancionar a Beyer, pero que en ellos, y en otras figuras, primaron dos razones: 1) Las ventajas competitivas que implica en campaña poder decir “nosotros estamos en contra del lucro y por eso sancionamos a Beyer” y 2) la amenaza explícita de los partidos opositores de sancionar con quitar el cupo y expulsar del partido a quienes no se ciñeran a las instrucciones.

“En el Senado estamos perdidos. Es muy difícil que la Concertación en el Senado tenga la capacidad de asumir el costo de revertir una decisión como la de la Cámara. Ningún parlamentario va a querer quedar como el defensor del lucro a pesar de que todos saben que Beyer es un gran ministro y que es injusto lo que ha ocurrido”, sostiene una autoridad gubernamental que adelanta que “todo está perdido” porque no es exigible la inhabilitación de quienes pueden presentar conflictos de interés y ni siquiera las primeras impresiones del presidente del PPD, Jaime Quintana -quien criticó la acusación y luego se retractó- dan pie para marginarlo de la votación. Hoy la oposición tiene mayoría en el Senado.

Funeral de Estado

Aunque en el Congreso, Beyer aseguró estar “optimista”, lo cierto es que en el Ejecutivo reconocen que, en pleno año electoral y con el precedente de la destitución de Provoste, es improbable salir bien de esta contienda. Por lo mismo, a Beyer ya se le está dando un funeral de Estado: Ayer, pasadas las 17 horas, el Presidente Sebastián Piñera recibió, junto a los ministros Andrés Chadwick, Cristián Larroulet y Cecilia Pérez, al suspendido titular de Educación.

““Sé que ha sido un día duro, pero créame que este Presidente y todo el país está muy agradecido por la labor que usted está llevando en el Ministerio de Educación, porque si hay una reforma en marcha y que debió haberse hecho hace mucho tiempo atrás es la reforma educacional en Chile y en todos los niveles: educación superior, media, preescolar, y enfrentar todos los temas”, dijo el Mandatario que aseguró que “si algún ministro ha luchado por transparentar, por combatir el lucro, por fiscalizar a las instituciones de educación superior, ha sido usted”.

Pasadas las 19:30 horas, Piñera se dirigió -junto a todo su gabinete- a la casa del ex consejero del CEP para conversar sobre su situación. El cálculo de Gobierno es que la oposición escuche a personeros expertos de su sector en el área, como Mariana Aylwin o José Joaquín Brunner, que rechazan el libelo, aunque en privado dudan de que ello ocurra y aseguran que es altamente probable que Piñera deba comenzar a pensar en quién será su cuarto ministro de Educación.

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