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Mundo

11 de Octubre de 2013

Por qué el dólar sigue siendo la moneda más usada del mundo

El dólar sigue siendo la moneda más usada (el 44% de las transacciones). El euro ha sufrido el impacto de la crisis, aunque figura como la segunda divisa a nivel global. Pero hay nuevas estrellas en el escenario: las monedas de los llamados países emergentes, entre ellos México, Brasil y, por supuesto, China. Un reciente […]

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El dólar sigue siendo la moneda más usada (el 44% de las transacciones). El euro ha sufrido el impacto de la crisis, aunque figura como la segunda divisa a nivel global. Pero hay nuevas estrellas en el escenario: las monedas de los llamados países emergentes, entre ellos México, Brasil y, por supuesto, China.

Un reciente informe trienal de esa internacional de los bancos centrales que es el BIS (Banco de Pagos Internacionales o, en inglés, Bank of International Settlements) colocaba al peso mexicano en octavo lugar y al renminbi chino en noveno, ambos por delante de la corona sueca y noruega o el dólar de Singapur y Hong Kong.

“El dólar estadounidense es la divisa de reserva mundial y se mantiene la presencia de monedas tradicionalmente fuertes como el euro, el yen, la libra esterlina, o el franco suizo, que suele convertirse en un refugio en épocas de turbulencia. La presencia de los mercados emergentes refleja los cambios que hemos visto en la economía global”, indicó a BBC Mundo el consultor financiero Paul Bisping, catedrático de la London School of Business and Finance.

Quiero tu divisa

La medición trienal del BIS, publicada en septiembre, es una prueba de esta creciente presencia de los mercados emergentes o países en desarrollo.

En la medición del BIS participaron 53 bancos centrales y autoridades monetarias del mundo y se tomó como parámetro el intercambio de divisas del mes de abril de 2013 comparado con el mismo mes en 2010.

En el caso de China, se comprobó que el comercio del renminbi se había más que triplicado hasta alcanzar los US$120 mil millones diarios en abril.

En el caso de México el intercambio pasó de US$50 mil millones a US$135 mil millones diarios de la mano del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá (NAFTA, según las siglas en inglés).

En relación con China, México tiene la ventaja de que no tiene prácticamente controles para el comercio del peso.

China, segunda economía a nivel mundial, solo representa un 1% del comercio de divisas porque sólo comenzó a liberalizar parcialmente la compraventa de su moneda en 2009.

Aun así, en la primera mitad de este año, los pagos efectuados directamente en renminbi de compañías estadounidenses crecieron casi un 90%.

Según Maik Schmeling, catedrático de la Cass Business School en Londres, esta tendencia se incrementará.

“Es sólo cuestión de tiempo que China deje atrás a Mexico. China representa el 10% del comercio mundial. México está por debajo del 2%. La diferencia en volúmenes es muy grande. Ahora, si lo que se compara es el renminbi y el euro, todo dependerá de la liquidez que haya de la moneda china y que esta muestre ser estable”, señaló a BBC Mundo Schmeling.

El refugio

Entre 2010 y 2013, el intercambio de divisas creció un 33% hasta superar los US$5,3 billones diarios en abril.

En este mismo período, la economía mundial vivió al borde de la cornisa con la crisis de la eurozona y la amenaza de una nueva debacle financiera.

Este octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dismimuyó su proyección de crecimiento global a un 2,9%, un 0,3% menos que en julio.

En resumen, el mercado de divisas no es un mero reflejo de la marcha de la economía mundial.

Tampoco sigue mecánicamente los intercambios comerciales que este año crecerán un 2,5%, muy por debajo del aumento promedio anual de las últimas tres décadas que ronda el 7% (y marcadamente menos que el aumento del intercambio de divisas).

“El comercio de divisas no se explica únicamente por el comercio y la exportación e importación sino que forma parte de la estrategia de los países y las compañías para neutralizar los riesgos que conlleva una pérdida de valor de una moneda. De ahí que haya crecido tanto el intercambio de divisas”, indicó a BBC Mundo Schielman.

La política de la Flexibilización Cuantitativa (“Quantitative Easing”) de la Reserva Federal estadounidense –adoptada también por el Banco de Inglaterra y por el Banco Central Europeo– y las bajas tasas de interés de los países centrales produjeron un gran movimiento de dinero hacia los países emergentes buscando mayores rendimientos para los fondos.

Con la mera posibilidad de que esa política cambie, ha habido un reflujo de estos fondos que ha afectado a países emergentes como Brasil o Turquía.

“Si se quiere invertir en estos países hay una fuerte demanda de esas monedas porque se las va a usar para invertir en la bolsa, en propiedades o en bonos. Lo que se vio en los últimos meses es el movimiento inverso en el que el dinero está huyendo de países considerados más riesgosos y yendo a países considerados más seguros como Estados Unidos. Esto ha influido en los volúmenes comerciados en los mercados de divisas y ha llevado a fuertes fluctuaciones en las monedas de países de los mercados emergentes”, indicó a BBC Mundo el catedrático Paul Bisping.

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