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Opinión

6 de Septiembre de 2014

Amaro Labra y los 35 años de Sol y Lluvia: “No nos vamos a morir, solos, en una carpa en La Reina porque los funcionarios no escucharon la gracia que teníamos”

Sol y Lluvia cumple 35 años y para la fiesta eligieron el Estadio Nacional, coloso que llenaron el 99’, siendo junto a Los Prisioneros, las únicas bandas nacionales en ostentar ese logro. Este sábado intentarán hacer lo mismo, a un año de lanzar su último disco –Clima Humana- y a dos de la partida de Johnny Labra, hermano de Amaro. En esta entrevista a The Clinic Online, además de apuntar contra algunos personajes que les ponen “obstáculos”, le mandó un mensaje al pujante Manuel García, que acaba de llenar el Movistar Arena hace algunas semanas. “Yo a él lo quiero harto, pero que se cuide de la maquinaria. No me gustaría ver su música como publicidad de un supermercado”.

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AMARO LABRA 01

¿Cómo nació la idea de tocar en el Estadio Nacional?
Nosotros sentimos que es algo continuo. Cuando se venció la dictadura militar en los 90’ y asumió el gobierno de Aylwin, nosotros sentíamos que iba a haber un apoyo mediático bastante mayor. Si antes habíamos tenido el Fortín Mapocho y el Análisis, ahora iba a ser distinto, pero no fue así. Estuvimos cuatro años en qué es lo que podíamos hacer. Y nos dimos cuenta que teníamos que empezar de nuevo. Empezar a recorrer barrio por barrio, seguir haciendo conciertos, olvidarnos de la mediática más grande y seguir trabajando. Y desde el 90’ hasta el 99’ lo hicimos. El efecto de eso es el Estadio Nacional del 99’. Desde ese momento hasta hoy hemos trabajado para que este Estadio Nacional del 2014 exista.

La idea es intentar llenarlo, pero puede ser difícil ¿no?
Todo depende del impacto comunicacional que hayamos logrado. Si hubiésemos tenido los medios suficientes para comunicarles a todo el mundo… pero está por probarse. Nosotros no tenemos una fórmula para vender, tenemos una fórmula para comunicar. A lo mejor económicamente es un buen resultado, pero eso va a ser reinvertido en veinte mil conciertos más que podemos hacer con recursos propios.

¿Por qué el Nacional?
Hemos hecho conciertos con Chinoy y Nano Stern en el Caupolicán, con el Chico Trujillo, coproducidos por ellos. En realidad es una forma de construir cosas, que es lo que nos interesa probar. Nos interesa decir ‘mira, aquí hay otra forma de construir escenario’. El Estadio Nacional debe ser un escenario corriente para la música chilena. Hay grandes artistas: la Anita Tijoux, Gepe, Manuel García… Y el miedo que se le tiene hay que perderlo. Hay un gran pueblo que quiere escuchar y quiere compartir, pero tienen que ser entradas accesibles. Es la única manera que sean grandes conciertos. O lo otro es trabajar con el Estado y hacer conciertos gratis, cosa que sería mejor. Sería bastante lindo que fuera así, pero nosotros nacimos en una etapa súper dura y hemos aprendido a construir nuestros propios referentes y espacios. Agradecemos las ayudas que hemos tenido, tenemos ayuda de repente hasta del Pulento, que provoca días de lluvia y de sol, que es parte de nuestro convenio publicitario que tenemos con diosito santo jajaja.

En 2013 lanzaron Clima Humana, su último disco. ¿Como les fue con eso?
Yo creo que debería estar cerca ya de un vinilo de oro, que deben ser como siete mil, ocho mil copias. La sensación que tengo, por donde tocamos los temas y la gente los canta, es que hay más discos de lo que hemos vendido formalmente. Pero es un éxito discográfico bastante significativo. Pero no nos preocupan mucho las cifras tampoco.

Desde hace un tiempo -2012- están sin Johnny Labra, tu hermano y bajista de la banda. ¿Cómo ha sido el proceso de tocar sin él?
Siempre es duro. Pero también es un proceso, no es que sea así de repente. Todo un proceso en que nosotros vamos armando música y el Johnny tenía, y tiene, una actividad increíble en cultura en San Joaquín, y cada vez fue más difícil que nos fuéramos encontrando para hacer música. Él hace una labor que es la continuación del Sol y Lluvia en San Joaquín y me siento totalmente orgulloso. Y así como yo lo invité un día a tocar en el grupo, así yo creo que él va a entender que esto es un proceso. Y yo lo invito al Estadio Nacional a que vea cuánto es lo que hemos generado. Yo a mis hermanos los quiero muchísimo pero no voy a discutir con ellos públicamente. Todo lo que nos tengamos que decir lo decimos en persona.

Ya… pero sobre su separación hay versiones. Gente que dice que Johnny sí tenía tiempo para el grupo, como Patricio Quilodrán dijo a este pasquín hace un tiempo.
Por eso te digo, yo no voy a entrar a discutir porque es algo muy complicado. Yo con Quilodrán me junté, conversamos, nos abrazamos. Pero para ajustar eso, para poder llegar a la verdad, hay que conversar con las personas y supongo que vamos a llegar a un acuerdo bonito, no creo que haya ningún atado. Por eso es que no quiero ahondar en el cuento. No es el tema. Yo puedo responder por todas las canciones que hemos construido y si alguien me encuentra algo que yo no pueda responder con mi vida, lo corrijo inmediatamente.

El Johnny deslizó en una entrevista hace un tiempo hacer un Sol y Lluvia aparte.
No sé, yo en realidad… Mira, nosotros somos hijos de un periodista. Y se puede buscar la noticia y se puede producir la noticia. Y en este momento yo encuentro que la temática que tenemos entre los hermanos es… yo no voy a contestar sobre algo que esté escrito porque ya tengo experiencia en que lo que está en la grabadora después no aparece. Yo tengo experiencias súper duras con The Clinic y las hemos compartido, las hemos peleado. Entonces, no es que esté hablando de más. Yo pedí una cinta y nunca me llegó. Y yo estoy seguro que no dije lo que aparezco diciendo. Hicieron una entrevista que supuestamente era para mí y después hicieron dos bloques donde yo me enfrentaba con el Charles.

Cambiando de tema. Sol y Lluvia se convirtió en parte de la cultura chilena… ¿cómo se siente hoy en día ser parte de Chile?
Es que no es que la gente tenga un recuerdo nuestro. El 2011 estábamos en la manifestación más grande de los estudiantes y donde vamos, el tema es seguir creciendo, mayor igualdad, mayor justicia, mayor educación. Yo creo que nosotros somos un aporte de ese tipo y no nos sentimos para nada recordando cosas. Tenemos un disco hecho el 2013, hemos recorrido Chile y la aceptación ha sido increíble. Pero claro, la visión que tienen los ‘espectáculos’ es distinta a lo que vemos nosotros.

No me refería a que fueran solo un recuerdo, pero efectivamente, más allá que toquen hoy, ustedes están grabados en la memoria del país. Hoy estás más viejo y la banda tiene 35 años. ¿Cómo se siente formar parte de la memoria?
Aaaah, sí, sí. Eso es emocionante. Acá, donde estamos –La Casa del Sol, en Bellavista- se venden las entradas del concierto y he podido ver niños, abuelos, jóvenes, he podido ver trabajadores, gente que tiene más recursos, es una variedad increíble la que nos ve. Y cuando yo hablo de un pueblo grande estamos hablando de un pueblo que es real y que está invisibilizado por una maquinaria neurótica que vende, vende, vende, vende. Esto no se trata de vender, vender, vender. Se trata de comunicar, comunicar y comunicar. ¿Y comunicar qué? Ahí están las canciones. Cualquier cosa que quiera saber del Sol y Lluvia, anda a las canciones y están ahí. Están las crisis que hemos vivido. La crisis del 2000 con el Charles la resolvimos con un disco -La vida siempre-, la crisis o la separación del Johnny, también y ahí está el Clima Humana. Eso han sido los desates que hemos tenido que tener.

¿Musicalmente cómo ves el escenario en Chile? Está Manuel García, Chinoy, Nano Stern, Gepe, Javiera Mena. Unos más sociales, otros que se van por otro lado. ¿Sientes que es una nueva época en la música chilena?
Yo siento que es otro momento de la música chilena. En los 80’, por ejemplo, era mucho más difícil conseguir un bronce para poner en tu banda. Hoy, se hace con más facilidad. Hoy hay muchos artistas y los escenarios siguen siendo pocos. Yo creo que es un momento de la música chilena que es grande, pero si miramos la música chilena, es grande en todo momento. O sea, en los 80’ es grande, en los 90’ es grande, en los 70’ es grande, en los 60’ es grande. Desde la Violeta pa’ delante. O desde Lennon y Morrison, todos esos que hicieron rock planetario.

¿Y qué te parece la ley del 20% de música chilena en las radios?
Me parece muy poco. La SCD dice que hay un 18% que ya se toca en las radios chilenas. O sea por un 2% me parece una pelea bastante… pero es importante igual. Pero lo que yo creo es que hay que cambiar el modelo. Es que es neurótico. No se construyen empresas, solamente se venden cosas. La industria cultural tiene vicios súper fuertes. A mí no me gusta ver músicos compitiendo por sonar más fuerte, menos fuerte, o haciéndole zancadillas a otros. No. Nosotros hemos diseñado una forma para ser reales. Si me preguntai por Manuel García, yo a él lo conozco desde Mecánica Popular, construí sus conciertos desde el sello Alerce, tengo parte en ese juego. Cómo no voy a estar feliz de que García llegue a las alturas que está llegando, pero cuidado con el manejo. Yo a él lo quiero harto en todo caso.

¿A qué te refieres con “cuidado con el manejo”?
Porque yo creo que se sobreexponen. A lo mejor personificando me estoy metiendo en un lío pero es lo que conozco. He visto el proceso de Manuel García hasta que entró en una maquinaria que es de una producción mucho más delicada, mucho más fuerte y que tiene sus costos bastante grandes en lo humano. Le deseo de verdad que no tenga esos dramas, porque es una buenísima persona, un buen compositor, y hay que cuidar a las buenas personas. A mí no me gustaría ver que un tema de García sea parte de la campaña de un supermercado. Porque la cultura es distinto que vender manzanas, peras. Son distintos intereses. Ellos no tienen las mismas sensibilidades que tenemos nosotros. Estamos hablando de Ponce Lerou, ¡de Ponce Lerou! En la industria musical también existe eso, también existen inventores de mitos. García para mí no es un mito, pero si le metí’ más cuento lo podí’ transformar en una herramienta que no sirve para el desarrollo humano de las personas. Sirve para vender, ¡vender! Y lo invito, de verdad, a que se cuide. Quizás estoy diciendo algo de un viejo ganso.

Entrando en la discusión política, ¿qué te parece el Gobierno de Bachelet?
Es un gobierno súper bien intencionado. Lo ha dicho ella misma: ‘mire, si queremos avanzar hay que cambiar el patrón del fundo, y si no, pasamos piolita, haciendo un gobierno piolita, sin enojarnos con nadie, no construimos’. Lo dice Enríquez Ominami también. El problema es que tenemos muy mal educados a los funcionarios públicos. Debiéramos sacar administradores públicos que tuvieran una mística, que no cortaran la cola, que no tramitaran a las personas, que se pusieran de su lado. Y eso es una cultura que se tiene que generar. Todo acá es un modelo de negocios. Acá está todo marcado por eso. Eso de juntarse, de un clima más humana, de hacer las cosas conversando con las personas, de juntar un colectivo de músicos, de construir un concierto… no, está todo marcado por eso. Pa’ entrar en el Estadio Nacional te piden una cantidad de plata terrible. Y eso estamos pidiéndole a la gente que nos ayude hacer, aunque debiera ser una construcción estatal. Pero no po’. Y eso somos nosotros, músicos populares y que además se atreven a construir sus propios eventos. Con todas las dificultades que puedan poner los funcionarios. Y no nos vamos a morir en una carpa, solos, en La Reina, porque los funcionarios no escucharon la gracia que teníamos. Esa es la historia que yo conozco, que a mí me inspira.

¿Qué esperas del concierto en el Nacional?
Me gustaría que estuvieran todos. La gente de las poblaciones que murió, los que estuvieron en el Estadio Nacional y murieron ahí. A esa gente le vamos a cantar, ese es el estadio que vamos a llenar. No es el estadio de Paul McCartney, es el estadio nuestro. Un estadio que tiene sufrimiento, que tiene victorias deportivas, derrotas deportivas, de todo. Ahora si alguien cree que no tenemos derecho a hacerlo… nos van a poner todo los obstáculos posibles porque hay alguna gente que cree que solo las voces de ellos se deben escuchar. Hay mucha gente que les gustaría que nos fuera mal. El que quiera ponernos dificultades, pónganos dificultades. Hagan farándula con nosotros. Vayan a buscar a todos los que puedan hablar de nosotros. No estamos tratando de opacar a nadie, porque hay mucha gente que está diciendo eso, que son ellos los que quieren decir lo que se hace o no se hace en el Estadio Nacional.

¿A quiénes te refieres?
No sé po. Tú eres el periodista. Que lo investigue Ciper, jajaja. Yo siento que hay maniobras de gente. Te cierran una llave, un permiso, te dicen que es un evento de alto riesgo. Nosotros ya venimos de ese cuento, de lugares que se cerraban. Hicimos el Caupolicán el 2012 y al día después lanzaban la película de Pinochet. Y cuando tocamos todos estaban nerviosos, estaba lleno de pacos, no se hizo la publicidad que tenía que hacerse. Imagínate… ¿Cuál era el ‘riesgo’? ¡Que nos quedáramos adentro del Caupolicán, que nos tomáramos el teatro! ¿Por qué nos vamos a tomar el Caupolicán? Nosotros íbamos a decir nuestra palabra y al otro día que la dijeran ellos, pero ¿por qué ese afán de bloquear las cosas? Después vamos a hacer el lanzamiento de nuestro disco –Clima Humana, en 2013-, y ocurre el lanzamiento de la Presidenta de Bachelet, no nos prestaron el teatro y tuvimos que correr la fecha. Esos son hechos. Hoy día es lo mismo, pero estamos en el Nacional. Puede que no pase nada, puede que lo hagamos tranquilamente pero no somos ingenuos tampoco. Y te lo cuento ahora para que tú tengai’ un registro de lo que estamos hablando hoy día.

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