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Nacional

9 de Abril de 2015

Sergio Covacevich, el arquitecto acusado de ser “palo blanco” en el caso Caval: “Para Compagnon y Valero este es un negocio bien hecho”

La primera oferta que la empresa Caval tuvo de los terrenos en Machalí, vino de los arquitectos Sergio y Álvaro Covacevich. Sin embargo, luego de seis meses de conversaciones, el negocio quedó en nada. Desde ahí que forman parte del circo Caval: han declarado ante la Fiscalía, se les acusa de “palo blanco” en el negocio y Sergio Covacevich, dueño de Aguas Sustentables S.A., se transformó en un cómplice más ante el ojo público. Aquí el arquitecto relata los detalles de la operación que lo tiene involucrado en uno de los escándalos políticos más grandes de la década.

Daniela Yáñez
Daniela Yáñez
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dávalos esposa A1

Octubre del 2013 estuvo lleno de incertidumbre para los socios de Caval, Natalia Compagnon y Mauricio Valero. Todavía no lograban concretar una transacción que hace meses tenían bajo sus narices: conseguir un crédito por $6.500 millones para comprar 44 hectáreas en Machalí, al síndico de quiebras Herman Chadwick. La meta se transformó en una tarea titánica. Mauricio Valero y sus asesores, llevaban meses tramitando créditos con distintos bancos, para respaldar la promesa de compraventa que firmaron con el síndico el 5 de septiembre. Pero se acercaba el vencimiento en noviembre y no tenían avances. En esos días, la tensión en Caval se cortaba con cuchillo.

Sin embargo, una oportunidad llegó caída del cielo para Compagnon. En una de las últimas comidas de la campaña de Michelle Bachelet, en octubre del 2013, le presentan a ella y a Sebastián Dávalos, al arquitecto y cineasta, Álvaro Covacevich. Amigo del ex presidente Ricardo Lagos y creador del Centro Cultural Palacio La Moneda y el parque Américo Vespucio. El encuentro no la pilló desprevenida. Sabía que Álvaro Covacevich estaba buscando un terreno para un proyecto que sería la culminación de su carrera. Como estaban en medio de las presentaciones y el cóctel, Natalia le comenta rápidamente que ella “mueve” unos terrenos que le podrían interesar.

Una semana después, Álvaro Covacevich y su sobrino, el arquitecto Sergio Covacevich, socio de Aguas Sustentables S.A., van a las oficinas de Caval. Ahí conocen por primera vez a Mauricio Valero y dan inicio a un negocio que en ese entonces parecía redondo.

LA NEGOCIACIÓN

Para Sergio Covacevich, socio de Aguas Sustentables S.A., su empresa estuvo en el lugar y tiempo equivocados. Durante toda su carrera se ha dedicado a la gestión de recursos hídricos y exploración de aguas subterráneas. Como el negocio iba bien, transformarse en una sociedad fue un proceso natural. El 2011 forma Aguas Sustentables S.A. (ASSA) con su amigo Ignacio Muñoz. Durante todo ese año realizan varios proyectos a lo largo del país. Pero formar la sociedad fue como llamar a la mala suerte. Dos años después, ASSA empezó a bajar su actividad. La viabilidad de las asesorías se hizo difícil, es por eso que desde el 2013 no realizaron más proyectos.

En ese contexto se realizó la reunión con Caval. Sergio Covacevich tenía el tiempo suficiente para involucrarse en otro proyecto junto a Álvaro: La Green Tower. Una torre altamente tecnológica, que sería el símbolo chileno para la conservación del medioambiente. Un proyecto de gran magnitud que requería condiciones muy específicas.

Pero las 44 hectáreas de Compagnon y Valero no daban el ancho. A pesar de eso, decidieron ir a visitar los terrenos para estar seguros. En Machalí confirmaron sus sospechas. Sin embargo, el lugar le abría la puerta a otro proyecto de Álvaro: la Ciudad del Cobre. Un complejo que tendría viviendas, tiendas comerciales, un museo del cobre, un parque ecológico y una universidad de diseño en plena Sexta Región y a pocos kilómetros de la minera El Teniente.

– Siempre, siempre Valero y Compagnon se presentaron como corredores de propiedades que tenían mandato de venta de los propietarios del terreno. En ese momento les dijimos que el sitio era interesante, pero que necesitábamos al menos 100 hectáreas, además del cambio del plan regulador. Ellos nos aseguraron que podían llegar hasta 100 – asegura Sergio Covacevich.

La capacidad para hacer negocios de Mauricio Valero los dejó asombrados. Si bien aseguran que Natalia Compagnon también era protagonista en la negociación, cada uno tenía un rol distinto. Mientras ella tomaba una posición más afable, Valero llevaba la negociación dura. No había pregunta sin respuesta. “Todas las posibilidades están siempre abiertas, porque un pequeño grupo empresarial son los dueños del terreno”, les decía Valero. Su seguridad y capacidad de convencimiento no despertaba dudas.

Días después, Álvaro y Sergio Covacevich fijaron sus requisitos: necesitaban un año para conseguir interesados y además una ordenanza urbanística compatible con el proyecto, es decir, alta densidad de población y el permiso para construir en altura. “Para ambos el cambio del plan regulador era un trámite que estaba listo, que no dependía de ellos, pero lo daban por hecho”, asegura Covacevich. Pero el plazo de un año no le servía a Valero. La máquina del negocio estaba a punto de pillarlo y todavía no conseguía la reunión con el Banco de Chile, el único que se perfilaba como una posibilidad real para conseguir los $6.500 millones de pesos.

Luego de varias horas de discusión llegan a un compromiso: la reserva del terreno por un plazo de 90 días a través de una Orden Preferente de Compra (OPC). En ese acuerdo, se fija un precio al inmueble y fechas para que las partes cumplan los requisitos. Los Covacevich estuvieron de acuerdo. Mauricio Valero solo les hizo una petición: que la firma fuera a nombre de una sociedad y no de una persona natural. El 6 de diciembre, Aguas Sustentables S.A. y Caval, firman la OPC en una notaría, por 27 mil millones de pesos. El mismo día en que Natalia Compagnon y Sebastián Dávalos se reunieron con Andrónico Luksic.

Meses después estalló el escándalo y comenzó la investigación del fiscal de Rancagua Luis Toledo. Este acuerdo entre Caval y Aguas Sustentables S.A. despertó su curiosidad. Los terrenos se venderían por 27 mil millones de pesos en el caso de que todos los requisitos estuvieran en orden, sin embargo, Caval lo firmó sin tener ni siquiera financiamiento. Además, en el documento Caval tiene un acuerdo de confidencialidad. Pero esa cláusula no fue respetada, ya que según consta en la investigación, ocuparon el proyecto de Álvaro Covacevich para promocionar los terrenos con otros actores y además para finiquitar posteriormente la venta con Hugo Silva por $9.500 millones de pesos.

En ese momento, a los ojos de la Fiscalía, Aguas Sustentables S.A. parecía ser un “palo blanco” del negocio de Caval.

Sin que Aguas Sustentables S.A. lo supiera, ellos no eran los únicos posibles compradores. Caval había empezado a analizar posibilidades con otras empresas como Pixels Spa Ingeniería y Construcción y la Inmobiliaria Sinergia. Ambas firmaron cartas de compromiso y acuerdos de compra.

compagnon A1

EL TIRA Y AFLOJA

El 17 de enero del 2014, tras la aprobación del crédito con el Banco de Chile, Compagnon y Valero se transformaron en los flamantes dueños de los predios en Machalí. Pero llegó marzo y era tiempo de negociar con Aguas Sustentables S.A.: vencían los 90 días de la reserva del terreno y el cambio del Plan Regulador Intercomunal no se veía cerca.

-A principios de marzo nos reunimos con ellos y les dijimos que estaba vencido el plazo, que nosotros estábamos fuera del negocio. En un principio insistieron mucho, pero luego no supimos de ellos por un tiempo-, asegura Covacevich.

A mediados del 2014, Valero lo llamó para solicitarle una reunión. La idea era convencerlo de comprar los terrenos. Las opciones eran muchas: bajar el precio, hacer un trato a largo plazo, todas las cartas estaban sobre la mesa. Eso despertó la desconfianza del arquitecto: “La especulación inmobiliaria no es nuestro tema, insistían demasiado y nos pareció muy raro. Como le dije a Natalia, déjennos tranquilos porque el negocio no nos interesa”, cuenta Sergio Covacevich.

Pero Caval no quería escuchar razones y siguieron insistiendo. El plazo para pagar el crédito del Chile estaba por vencer y estaban desesperados. El fracaso de ese negocio los obligó a pedir prórroga. La artillería pesada de Caval había llegado para quedarse.

SIN MÁSCARAS

Cuando Sergio Covacevich leyó el reportaje de la revista Qué Pasa en febrero, donde se destapó el negocio de Caval, no lo podía creer. Le pareció grave. Según su versión, Valero y Compagnon siempre fueron corredores de propiedades –como consta en correos electrónicos que hoy están en manos de la Fiscalía- y nunca le comentaron su intención de comprar los terrenos y mucho menos de sus compromisos bancarios.

Sergio no volvió a tener contacto con Caval. Luego de varios meses sin decirse una palabra, hace tres semanas Mauricio Valero y Natalia Compagnon le pidieron que asistiera a una reunión para darle explicaciones. “No les acepté las disculpas. Nos mintieron. Hoy salimos en la prensa, he declarado dos veces ante un fiscal y la gente cuestiona mi trabajo”, asegura Sergio Covacevich.

A pesar de lo desagradable del encuentro, el arquitecto niega que en esa reunión Caval le haya solicitado declarar a su favor, como publicó La Tercera el domingo pasado. “No se nos ha solicitado declarar a favor ni en contra. Nos hemos limitado estrictamente a los hechos”, aseguró. También aclara que su tío, Álvaro, nunca ha declarado ante la Fiscalía. Aquí relata su última reunión con Natalia Compagnon y Mauricio Valero.

¿Qué tipo de explicaciones le dieron?
Ellos defienden que hicieron un negocio donde no hay delito. Pero ese es un parámetro muy bajo, a nosotros nos hubiera gustado que hicieran un negocio como corresponde. Incluso hacerse pasar por corredores, puede ser, pero nunca nos dijeron que ellos eran los dueños de los terrenos.

¿Les consta que ocuparon la oferta de Aguas Sustentables S.A. para lograr un precio favorable con Hugo Silva?
No creo que eso haya influido, porque nadie compra un terreno porque tiene una oferta. Si la casa vale 100 millones de pesos y el otro dice que tiene una oferta por 300 no se la vas a comprar a 300.

Hugo Silva, quien se querelló contra Caval, lo trató a usted directamente de “palo blanco”.
El señor Hugo Silva si compra algo sin los análisis ni las tasaciones, que no le eche culpa a terceros. Nosotros teníamos un contrato de confidencialidad. No hemos tenido ningún beneficio político ni económico.

¿Por qué entonces aceptó el precio propuesto por Valero de 27 mil millones de pesos, siendo que los terrenos fueron vendidos por 9.500 millones?
Porque ese precio era netamente referencial, luego se iba a ajustar al mercado en el caso que concretáramos la venta. No estábamos obligados a respetarlo ni nada.

¿Tenían algún vinculo personal con los dueños de Caval?
No, no tengo ninguna cercanía, tampoco con la Concertación. La única cercanía la tiene Álvaro Covacevich con el ex presidente Lagos y porque es una persona muy destacable a nivel nacional. Por eso me da rabia, nos vemos involucrados con una acción estúpida, ambiciosa y poco ética.

Compagnon y Valero ¿aceptaron finalmente que el negocio estaba mal hecho?
Cuando nos juntamos, por sus explicaciones nos dimos cuenta que lo único que ven es el negocio. Lo único que ven son cifras. Para Compagnon y Valero este es un negocio bien hecho.

¿Nunca hablaron del escándalo político que desató?
Para Mauricio Valero el escándalo político no existe.

¿Y para Natalia Compagnon?
Por supuesto, está muy afectada. Súper afectada. Yo creo que por eso va a nacer un conflicto entre ellos, son realidades completamente distintas. Uno está en la trinchera sobre la legitimidad del negocio y la otra está en el terrible daño que ha hecho al mundo político y a su familia.

¿Natalia comentó sobre su conflicto familiar?
No lo comenta porque está en el ámbito de lo privado, pero se le nota en la cara, en los gestos…¡Lo destruida que está esa mujer!

¿Tiene una opinión de Natalia Compagnon y Sebastián Dávalos?
Me parece un hombre que se ha manejado mal. Muy poco empático del sufrimiento de terceras personas a su alrededor, la falta de apoyo a su mujer. Teníamos una Presidenta que quería hacer las cosas bien, que quería avanzar en igualdad para este país. Pero él la destruyó completamente y eso es un daño gigantesco. Tampoco entiendo cómo Luksic, un hombre con su experiencia, haya accedido a este préstamo tan cuestionado.

En esa última reunión que tuvo con Compagnon y Valero, ¿estaban dispuestos a echar atrás el negocio?
Yo les manifesté que debían renunciar a las utilidades, que esto era un mal negocio más allá de las cifras. No me dijeron nada. Valero es un tipo que no entiende el efecto político de esto. Yo creo que Natalia consideró la posibilidad de renunciar a las utilidades. Pero Valero es un tipo infinitamente ambicioso que no evalúa bien. Cuando una persona es carente de reconocer consecuencias, es complicado.

¿Le pidieron finalmente disculpas?
Más que disculpas me ofrecieron explicaciones absurdas. Porque para que existan disculpas tiene que haber una reflexión con respecto a sus actos y un arrepentimiento. Acá no existe nada de eso.

¿Cuándo declararon ante el fiscal?
Solo yo declaré, dos veces seguidas hace como una semana. La Fiscalía tiene la intención de aclarar este asunto y nosotros vamos a colaborar. No se nos adjudica ningún delito.

¿Hay más antecedentes, aparte de lo que ha relatado, que conozca la Fiscalía sobre su relación con Caval?
Nada, te he relatado todo lo que existe.

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