Velasco arremete contra el Gobierno: “Improvisar con la Constitución marcó un récord de liviandad en la política nacional”

Tras varias semanas alejado de la coyuntura, hoy el ex candidato presidencial Andrés Velasco reapareció para lanzar una dura crítica a la gestión del Gobierno y sus reformas.

A través de una columna de opinión titulada “El columpio”, y publicada por el diario El Mercurio, la cabeza del movimiento político Fuerza Pública comienza su escrito señalando que “todo padre y madre sabe que si su hijo se columpia con prudencia, el péndulo vuelve al centro y no hay peligro; pero que si la criatura va demasiado lejos en una dirección, lo más probable es que salga volando y termine en la urgencia hospitalaria”.

En esa línea apunta al Gobierno y recuerda que “habiendo azuzado por dos años un reformismo hiperactivo que más se parecía al populismo, ahora da indicios de un retorno al centro e instala dos portentos en las carteras de Interior y de Hacienda”.

Añade que “a menos de 24 horas, sus propias bancadas parlamentarias salen a enmendarle la plana y dicen que no aceptarán tal cosa, al tiempo que los grupos de interés que se benefician de las leyes en trámite se declaran en estado de alerta”.

Velasco arremete con todo argumentando que la Nueva Mayoría con el afán y deseos de estar en el gobierno, decidieron y se comprometieron a “comprarse toda demanda de cuanto grupo de presión se cruzó en su camino: fin a todo incentivo tributario al ahorro, menoscabo a los colegios subvencionados, gratuidad total y a cualquier costo en la educación superior, y un ‘proceso constituyente’ cuyo contenido nadie aún ha podido desentrañar”.

En ese aspecto, dice el líder de Fuerza Pública, el resultado fue “cuestionable en lo técnico”, puesto que dejó “reformas diseñadas a la carrera y que hubo que parchar en el Congreso”. Los comentarios del economista van más allá y señala que la gestión “ha sido deficiente en lo político, porque los tan cacareados cambios no han dejado contento a nadie. Los grupos más radicalizados interpretan cada parche inevitable como una traición al programa y amenazan con movilizaciones. La clase media, mientras tanto, ve amenazado aquello que le resulta conocido -la educación subvencionada, las pymes-, se inquieta con el bajo crecimiento económico, y expresa una creciente desafección”.

Sin pelos en la lengua el ex ministro de Hacienda comenta que “el Gobierno debe comprometerse a reformar las reformas”, a trabajar en una reingeniería de la reforma tributaria. A su vez, aprovecha el escrito para hacerle un claro llamado al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre a “sincerar que la gratuidad total en las universidades es injusta, que los fondos no alcanzan, y que transitar por esa senda comprometería metas más prioritarias, como universalizar la educación preescolar o fortalecer la técnica”.

En cuanto a la reforma laboral, el ex secretario de Estado pide “defender aquello que es bueno para mujeres y jóvenes”, como pactos de adaptabilidad. Además, no le gusta la no extensión de beneficios en cuanto a negociación de no sindicalizados.

“El acto final de sinceramiento tiene que ver con la Constitución. La ambigüedad del Gobierno por tanto tiempo ya ha hecho mucho daño. La guinda de la torta fue el anuncio de un ‘proceso constituyente’ junto con el lanzamiento de las propuestas de la Comisión Engel. Todo gobierno alguna vez se ve forzado a improvisar un anuncio para cambiar el foco de la conversación nacional. Pero improvisar así con la piedra angular de una república democrática -su Constitución- marcó un récord de liviandad en la política nacional”, concluye Velasco.