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Nacional

18 de Julio de 2016

AFP: Las actas de cuando José Piñera convenció a Pinochet de reformar el sistema previsional

“Aparte de que se pueda venir abajo el mundo, como apunta el señor general Matthei, lo que es absolutamente cierto y pasaría eso, también la rentabilidad dependerá del buen manejo de la economía nacional. En este sentido, usted va a hacer que todos los trabajadores, que son tres millones, se interesen en que haya gobiernos que manejen la hacienda pública en forma responsable, que no sean demagogos sino administraciones serias. Es decir, de alguna manera se hace propietario acá a cada trabajador”, le dijo en 1980 el exministro al dictador cuando lo convenció de implementar el sistema de capitalización individual.

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Cuando el foco está más que nunca puesto en el sistema de pensiones en Chile, esto por la diferencia entre la jubilación de los militares frente a los civiles, El Dínamo desclasifica la historia de cómo José Piñera, exministro de la Dictadura, convenció a Pinochet de que había que crear las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). La publicación revela el acta de la Junta Militar donde quedó constancia de la conversación.

“Yo también estoy de acuerdo con el sistema en cuanto a que debe modificarse la Ley de la Previsión. Eso lo he manifestado constantemente. Pero también he dicho que no estoy de acuerdo en el problema ése de que los capitales vayan a la parte privada. En realidad, no discrepo de ello, sino que me choca por estimar que los señores empresarios no están en capacidad para administrar 97 millones de dólares mensuales. Eso es lo que me produce angustia, porque día a día veo diversas cosas que suceden, y no vaya a ocurrir que de repente alguien parta con los 97 millones para el extranjero. Eso es lo que me causa cierta preocupación. El sistema lo encuentro maravilloso; opino que es necesario implantarlo y que urge hacerlo pues hay que cambiar todo esto, pero siempre he manifestado lo siguiente, y creo que me lo han escuchado varias veces: ¿quién administrará la plata? Eso me produce alergia, porque también sé que hay varios señores, que se están haciendo millonarios en este país, que han enviado gente a estudiar el sistema porque desean operar en él. También estoy consciente de eso. Por lo tanto, Ministro, todo está bien, pero cuando llegamos al aspecto de la administración de los fondos ahí es donde se me produce una detención. Me explico. Si fuera posible, que un organismo nuestro, del Estado, con responsabilidad, sin que creciera, vale decir el Banco Central, que él tuviera las platas y las entregara a los bancos, a las cajas, no sé, no se me ocurre en este momento. Pero, reitero: que fuera un organismo nuestro el que tuviera la tuición, porque como esta planteado podría suceder te ocurriera algo similar a lo del Tattersall. vez de estar involucrados mil millones de trataria de mil millones de dólares o algo así al año tantos millones de dólares anuales”, expone Pinochet a Piñera.

En la respuesta del entonces ministro del Trabajo se lee que: “Considero absolutamente legítima esa inquietud que usted nos planteó desde el primer momento, y por eso el proyecto ha sido construido para responder a esa inquietud y, precisamente, para tratar de dar el margen de seguridad más grande que se puede dar dentro de un sistema económico, cualquiera que él sea. Por ello, la iniciativa tiene al menos diez elementos para contrarrestar justamente esa preocupación. En primer lugar, respecto del monto de los fondos, el total de remuneraciones imponibles en Chile son aproximadamente 4.400 millones de dólares. Si todos se cambian al nuevo sistema –lo cual es prácticamente imposible; nosotros lo estimamos en 50%–, son 440 millones de dólares al año. Si la mitad opta por él son 220 millones de dólares anuales. De tal manera que de lo que estaríamos hablando, en términos del 10% de ahorro voluntario”.

Tras preguntas de Pinochet y respuestas de Piñera, el hermano del expresidente sostiene que “sintetizando: instituciones nuevas, administradoras separadas de fondos de pensiones, todas parten en seis meses. La cartera, en qué invierten estas platas: solamente en instrumentos de bajo riesgo –letras hipotecarias, letras de crédito con garantía hipotecaria para financiar la vivienda; debentures de empresas públicas y privadas, instrumentos fiscales–. No se incluyen acciones, lo que se permite en todos los fondos de pensiones del mundo hasta un cierto porcentaje, aproximadamente 30%. En este caso precisamente no se permiten acciones, sin perjuicio de que, en mi apreciación, en cinco, diez o quince años sería conveniente incluir una fracción para eleva la rentabilidad de la cartera. Pero, repito, no se incluyen, lo cual también es otro elemento de gran seguridad”.

“¿Quién controlará a todas esas empresas que habrá?” inquiere Pinochet, ante lo que el ministro contesta: “Ese era el séptimo punto: se crea una superintendencia nueva, dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que tendrá siempre una preocupación, digamos, especial por los ahorros previsionales de los trabajadores, la que estará dedicada solamente a controlar estas instituciones; o sea, no se la mezcla con la Superintendencia de Bancos, que ya tiene una tarea, o con la de sociedades anónimas”.

“Estoy de acuerdo con usted, pero me interesa que se controle dónde estará la plata, porque pueden dejar quinientos documentos en el Banco Central y arrancarse al exterior con los fondos”, consulta el dictador.

“No, Presidente. La plata son los documentos. El 90% de los fondos estará invertida en documentos. Las instituciones no tienen más plata que los documentos, pues ella está en custodia en el Banco Central, lo cual es una medida extrema de seguridad”, afirma Piñera.

En otros pasajes de la conversación entre Pinochet y Piñera también se puede leer que el entonces mandatario de facto apunta a que “partimos de la base de que estamos de acuerdo. Yo considero que es necesario un nuevo sistema, pero me angustio cuando veo que habrá tanta plata y aquí todos los “vivos””

“Se trata de los fondos que actualmente están en las cajas. O sea, usted cree más en las cajas, que han sido manejadas por cuarenta años de nombramientos politicos”, argumenta Piñera.

“Tampoco creo en las cajas, pero preferiría que fuera un organismo, por ejemplo, como el Banco Central el que tuviera los fondos; que él los recibiera y los distribuyera”, dice por su parte Pinochet, quien también admite que “ahí es donde me produce mayor angustia, porque van a quedar con los documentos y la plata saldrá volando. ¿O usted dice que la plata ahí?

“No. La plata está en los documentos. Presidente, es que no hay alternativa. Lo otro es no tener previsión social, pero si ella existe, hay recursos. Entonces, el asunto es crear el sistema mejor que cautele esos recursos. A mi juicio, éste es un sistema privado superseguro. Como digo, no existe en ninguna parte del mundo con tantas seguridades como éstas; o sea, un sistema en que la custodia esté en un instituto estatal”, insite Piñera.

En el diálogo, se puede advertir a un Pinochet que sigue con dudas, y pregunta “¿se le puede asegurar a la persona que la moneda que se le pagará es la moneda actualizada de acuerdo con lo que ha depositado?”.

“Aparte de que se pueda venir abajo el mundo, como apunta el señor general Matthei, lo que es absolutamente cierto y pasaría eso, también la rentabilidad dependerá del buen manejo de la economía nacional. En este sentido, usted va a hacer que todos los trabajadores, que son tres millones, se interesen en que haya gobiernos que manejen la hacienda pública en forma responsable, que no sean demagogos sino administraciones serias. Es decir, de alguna manera se hace propietario acá a cada trabajador”, es la contestación de Piñera.

El acta completa acá.

 

 

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