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9 de Diciembre de 2016#NiUnaMenos: Las otras Yuliana que Colombia olvidó
El sitio Vice registró que para este año otras tres niñas fueron asesinadas después de haber sido violadas.
Según el diario El Espectador Colombia, y como registra Vice, a raíz del caso de secuestro, violación, tortura y muerte de Yuliana, habrían llegado al Congreso tres proyectos de ley. Uno sobre castración química y otros dos que proponen la cadena perpetua para violadores de menores en el país cafetero.
Cifras expuestas por el mismo sitio apuntan a que entre enero y septiembre de este año, el servicio de Medicina Legal de Bogotá habría atendido a 2.302 niñas menores de 17 años que acudieron al centro por presunto abuso sexual. En los últimos diez años, se han registrado 30 mil mujeres violadas sobre los 18 años y 105 mil entre los 0 y los 13. Sólo casos denunciados.
“Cada hora dos niños son abusados en el país”, según Medicina Legal colombiana y según ONU Mujeres “cada día a 16 niñas se les practica un examen médico legal por presunto delito sexual”. En 2015, según la misma organización, 6.000 niñas fueron víctimas de agresión sexual y más de 20 fueron asesinadas.
El 8 de enero, en el sector de El Carmen, departamento de Bolivar, Cartagena, varios ciudadanos encontraron el cuerpo de una niña de 12 años, que tenía evidentes marcas de maltrato y violación.
En el mismo mes, la noche del 23, Erika Beltrán había salido a un bazar con dos amigas, en la región de Soledad, Atlántico. Al día siguiente, la menor apareció estrangulada, semidesnuda, con resto de arena y hojas en sus genitales.
Según investigaciones de la fiscalía existían dos sospechosos de la tragedia: un vecino que la acosó durante un tiempo y un mototaxista con el que intercambió su número de teléfono.
Los primeros días de mayo, en el barrio Don Jaca, Santa Marta, el suegro de Kendry Mercado (15) la apuñaló hasta asesinarla. El hombre (60) se habría acercado a la menor para tener sexo con ella, pero Kendry se negó y pidió ayuda. El adulto huyó del lugar de los hechos y no apareció.
El 20 de abril, después de estar 19 días en coma, Raquel Camila de 11 años falleció. La menor había sido golpeada por un hombre que la torturó y violó después de secuestrarla. El General Hoover Pinilla, de la Policía Metropolitana de Bogotá, ofreció una recompensa de 30 millones de pesos (al rededor de 7 millones y medio de pesos chilenos) para encontrar al agresor, cuya identidad sigue siendo un misterio.
El 13 de agosto, una menor de seis años salió desde su casa hasta un negocio vecino para comprar, pero no volvió. Su cuerpo fue encontrado en San Luquitas, departamento de Bolivar, con marcas de violación y asfixia mecánica. Algunos mototaxistas que ayudaron en la búsqueda de la niña, vieron a un hombre salir corriendo entre los matorrales donde la encontraron más tarde.
Días después, el presunto asesino identificado como Luis Agámez de 27 años, fue encontrado muerto con tres impactos de bala y se cree que habría sido “ajusticiado” por miembros de la guerrilla del ELN.
El 15 de noviembre, una pareja apareció en el Hospital de Suba, Bogotá, con su hija de dos años de edad por crisis de ataques de epilepsia. La mamá afirmó que la menor tuvo fiebre prolongadamente toda la tarde. Pero los doctores encontraron secuelas físicas de maltrato y abuso sexual hechas hace más de un año.
Los padres huyeron ante los profesionales y posteriormente fueron identificados como habitantes de la calle, pero sin saberlo, la niña murió una hora después. Los progenitores todavía no son encontrados.
Días después, en el Hospital El Tunal, en la capital colombiana, otra niña de cuatro años falleció producto del maltrato y abuso sexual.
La menor habría llegado al recinto después de que su padrastro llamara a una ambulancia alegando que la niña estaba inconsciente. El cuerpo presentaba un trauma craneoencefálico severo, por lo que el adulto fue detenido por ser principal sospechoso.
