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Opinión

14 de Mayo de 2017

Camila Vallejo, diputada PC: “Guillier reúne las condiciones, es una persona transparente y con mucho carisma”

La diputada, que va a la repostulación al Congreso, reconoce simpatía por el candidato presidencial Alejandro Guillier y está segura que llegará a La Moneda. Acá, la exdirigente estudiantil habla de la situación de la Nueva Mayoría tras la proclamación de Goic como candidata de la DC, pela al Frente Amplio por no definirse de izquierda, pero también habla de la etapa del comunismo que va desapareciendo en Cuba y del machismo aún presente en su partido.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
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¿Cómo están los ánimos en la Nueva Mayoría después de la proclamación de Carolina Goic?
– Se percibe un poco tensionado el ambiente sí, pero hay también voluntad y disposición de sacar las reformas más importantes.

La proclamación de Goic es el tiro de gracia para la Nueva Mayoría.
-No le cerramos las puertas a la DC. Todavía confiamos en la unidad del conglomerado, incluso en la posibilidad de constituir listas parlamentarias. No le vamos a poner un veto en eso, aunque parezca difícil tener una lista única con dos candidaturas presidenciales. Lo importante es establecer elementos y principios programáticos. Obviamente, tenemos que pensar en el marco de la campaña y la candidatura de Alejandro Guillier qué nombre nos vamos a poner. Y no creo que pueda ser Nueva Mayoría.

¿Qué nombre le pondrías?
-No se me ocurre ahora.

¿La Nueva Minoría?
-No creo que seamos una minoría. De hecho, hoy el PC es el partido más grande de Chile y el PS creo que es el tercero.

O sea, el PC es la Nueva Mayoría.
-No, no nos gusta estar solos y tampoco imponernos como mayoría. Tenemos una cancha todavía muy grande por disputar y conquistable desde el punto de vista de las batallas de las ideas. Tenemos una posibilidad muy grande de que el próximo gobierno esté encabezado por Guillier. Pero hay que abocarse a juntar las 33 mil firmas que necesita para su candidatura.

¿Qué te parece Carolina Goic?
-Es la candidata que hoy representa a la DC. Es fiel a esa visión del centro político más hacia la centro izquierda. Porque por más que hayan algunos tendientes hacia la derecha, como Mariana Aylwin, Gutenberg Martínez e incluso Ignacio Walker, la candidatura de la senadora Goic es más representativa de la diversidad de la DC. En eso puedo dar fe por lo que ha sido el trabajo legislativo y distrital, donde hay DC muy progresistas, incluso en el mismo Congreso.

La proclamación de Goic fue una actitud arrogante de la DC y colaborando a Chile Vamos.
-Efectivamente, la decisión política que tomaron ellos, y que es respetable, porque fue por mayoría y de manera autónoma, constituye un acrecentamiento de las posibilidades de un triunfo de la derecha. Sabemos que la mejor manera para derrotar a nuestro principal adversario político e ideológico, que es la derecha, es la unidad de fuerzas de centro izquierda.

¿Apoyarías en segunda vuelta a la Goic?
-O sea, yo apoyaría a cualquier candidato que evite que salga la derecha. Pero veo muy difícil que eso pase. Sin contar con Piñera, las candidaturas que tienen más posibilidades, son las de Alejandro Guillier y Beatriz Sánchez.

FRENTE AMPLIO

Siendo el PC el partido que le fue mejor en el refichaje de militantes, ¿por qué mejor no levantar a su propio candidato presidencial? Un Daniel Jadue, por ejemplo.
– Daniel está con su trabajo como alcalde y bien empoderado. Pero más allá de eso, tomamos una definición política, no solamente para mantener a la Nueva Mayoría, que bueno eso no depende exclusivamente de nosotros ja, ja, sino que apostamos a la unidad y un candidato único.

Uno se imaginaria más al PC en alianza con el Frente Amplio que con la Nueva Mayoría.
-Es que tenemos que ver qué nos posibilita concretar las transformaciones que queremos hacer. Tampoco hemos descartado un trabajo con gente del Frente Amplio. De hecho, hemos confluido en instancias territoriales a nivel comunal y votaciones parlamentarias. En eso no nos perdemos. Lo principal son las ideas, las transformaciones que hay que poner delante, pero también consideramos que hay que hacer alianzas amplias que nos permitan ganarle a la derecha.

El diputado PC Daniel Núñez dijo que no se cerraba a la idea de armar un pacto entre el PC y el Frente Amplio si llega Bea Sánchez a segunda vuelta.
-Por cierto, sería irresponsable de nuestra parte decir que porque la Beatriz Sánchez no es nuestra candidata, no vamos apoyarla para evitar que Piñera salga, sabemos que son ideas progresistas.

¿De parte del Frente Amplio está abierta esa ventana?
-No sé. Gabriel cerró las puertas, pero no creo que él sea el que mandata el Frente Amplio. Ella puede hablar. Ella está liderando hoy, yo creo que ningún hombre puede adelantarse a la opinión de una mujer empoderada, independiente que haya un proceso de debate.

¿Qué te parece Bea Sánchez?
-Le tengo mucha estima. Es una gran periodista, una gran mujer, no tengo ningún rollo. Pero, bueno, es la candidata del Frente Amplio y nosotros tenemos otro candidato.

¿Por qué habría que votar por Guillier?
-Él reúne las condiciones para encabezar un programa de continuación de transformaciones y avanzar en un país descentralizado con un nuevo modelo de desarrollo. Él cree que es necesario superar este modelo extractivista, diversificar la matriz productiva, darle valor a las energías renovables, hemos conversado incluso de recuperar el agua para Chile, de la importancia del litio y de tener una empresa del Estado administrándolo. Y tiene reales convicciones de eso, está pensando en la necesidad de un cambio, pero sin la mirada que se nos trata de imponer, que es la caricatura de destruirlo todo. Es una persona que si tú hablas con él, te das cuenta que es muy transparente y con mucho carisma. Permite una confluencia de partidos que le da una base sólida para gobernar. Y eso es importante.

¿Siempre fue tu candidato?
-Siempre hemos tenido simpatía por Alejandro Guillier. Cuando me preguntaban entre Lagos y Guillier, decía que obviamente hay mucho más cercanía con Alejandro Guillier por un tema de ideas y de hacer política. La bajada de Lagos es una señal de cambio importante para Chile. Y a Lagos tampoco lo veía conduciendo un gobierno 2.0 de la Nueva Mayoría, nunca lo sentí de la Nueva Mayoría, lo sentía más de la Concertación y en defensa de ese pasado.

Hay una generación que no rescata nada de la Nueva Mayoría. ¿Qué te parecen esas críticas que suelen venir del Frente Amplio?
-Por más que yo tenga críticas a mi propio gobierno y no tenga empacho en decirlo, hay que ir al pan, pan, y al vino, vino. No se puede negar que hoy es un avance social, político, incluso ideológico, que haya jóvenes estudiando gratis en la educación superior. Negar eso, es negar un avance histórico. De repente se pierden en distinguir la paja del trigo.

Todo lo que huela a Nueva Mayoría, para ellos está mal.
-Es como esa idea de que si vienes de la Nueva Mayoría, tienes que renegar de tu pasado, casi pidiendo perdón de rodillas por haber estado en la Nueva Mayoría, para ser incluido en el Frente Amplio. Eso lo encuentro como mucho.

A ti te deben ver como una vieja por estar rodeada de vejetes en la Nueva Mayoría.
-No, ja, ja, ja. Mira, las ideas de libertad, igualdad y fraternidad son más viejas que el hilo negro. Ante los problemas de la desigualdad tenemos que ver cómo respondemos. Y en el cómo están las diferencias. Muchas ideas del cómo, que parecen ser muy progresistas, se venían planteando desde Pedro Aguirre Cerda por ejemplo.

O sea, lo del Frente Amplio no es tan nuevo…
-Obviamente, no están inventando la rueda. Nosotros ya lo hicimos con el Juntos Podemos y el Juntos Podemos Más. En esta coyuntura, ellos han entendido que es positivo y necesario levantar nuevamente esa tercera fuerza. Pero hay que tener en cuenta el contexto. Cuando nosotros lo hicimos era porque había un gobierno concertacionista con un programa y una lógica distinta. Y cuando vimos un escenario político distinto con demandas sociales, que ya estaban muy instaladas, y que aquellos partidos que antes eran de la Concertación se abrían a cambiar sus ejes programáticos, dijimos: hay condiciones para irrumpir adentro con un programa transformador. Hoy día, el Frente Amplio usa la misma táctica pero en un escenario distinto.

¿Qué te parece que el Frente Amplio no se defina de izquierda?
-No me compro mucho el cuento de que “no soy ni de izquierda ni de derecha, mis problemas son de la gente normal y soy un ciudadano sin posición política”. Es importante tener una definición política. No entiendo por qué no se pueden definir como un conglomerado donde hay gente de izquierda y liberales. Hay mucha gente que no se define porque cree que eso es ser político y ser político está mal. Pero yo creo que vale la pena luchar. Necesitamos más gente que luche, menos fragmentación y menos esa pelea intestina de quién es más revolucionario y quién es más de izquierda. Esas discusiones tienen que empezar a superarse y entender que en el mundo de la izquierda se pueden jugar roles en pos de un objetivo estratégico común que es superar el modelo neoliberal.

MARX VIVE

¿El comunismo sigue siendo la única salida?
-No me siento dueña de la verdad. Creo en la posibilidad que tenemos de construir una sociedad socialista o comunista a la chilena, pero más allá del título, lo principal es que el Estado en Chile, como aparato institucional, sea permeado por el pueblo. Que no parezca que es una cuestión aparte, que la administran unos pocos, sino que realmente esté a disposición de una sociedad. Este Estado actual neoliberal lo único que favorece es a las grandes empresas y no a nuestras formas más comunitarias de producción. Al final, ¿cuál es el principio fundamental del comunismo? Es a cada cual el trabajo según sus capacidades. Eso ordena todo el conjunto de la sociedad. Y es de toda lógica que trabajes según tus propias capacidades, y todos tenemos capacidades distintas, y por otro lado tú recibes según tus necesidades. Y las necesidades pa qué estamos con cosas, no son infinitas: no necesitamos toda la riqueza del mundo para satisfacerlas, solo estar bien con nuestras familias y amigos, tener acceso a la cultura, al arte, al deporte…

Vivimos en una sociedad muy consumista, se ve difícil cambiar ese switch.
-Es porque te educan así desde chiquitito. No nos negamos a que haya acceso a bienes materiales y tampoco rechazamos la idea de la propiedad privada. En Chile, cuando hablas de expropiación te salen con que “no, si están en contra de la propiedad privada”, nunca. Aquí se expropian todos los días casas de trabajadores cuando se quiere construir una autopista. Pero cuando quieres expropiar a un gran empresario, o un conjunto de grandes empresarios, porque les hacen daño al país, porque no abastecen del agua potable, dicen “no, es que estás en contra de la propiedad privada”. Defendemos la propiedad privada que es fruto del trabajo de la gente. Puedes tener tu casa, tu auto, tu televisor y está bien. Lo que se necesita para vivir, bien, feliz, pleno. Pero no estamos de acuerdo con esa propiedad que surge a partir de la explotación de otros .

¿Expropiarías la CMPC?
-Primero expropiaría Soquimich y la nacionalizaría por haber defraudado al país, atentado contra la fe pública y generado financiamiento ilegal. Esta empresa tiene que ser devuelta a los chilenos. Lo mismo con Penta. Por qué tenemos que permitirles, después de haber hecho tanto daño, seguir ganando a costa de los chilenos. O en el caso de Aguas Andinas. No tengo ningún problema en decirlo, aunque algunos se asusten, pero por qué el agua no vuelve a los chilenos. Y no estamos hablando de que los comunistas queramos que todo sea del Estado. Pero hay cuestiones fundamentales. Es inconcebible que el agua, sin la cual simplemente no sobrevivimos, esté en manos de unos privados y no manejada por el Estado. Con sus debidos controles, porque tampoco vamos a decir que cualquier cosa que es del Estado es perfecta, pero al menos que no esté gobernada por intereses privados. Pero, aunque planteemos nacionalizar tres empresas, la verdad es que todo va a seguir siendo principalmente privado. ¡Si acá casi todo es privado!

Hay un comunismo que va en retirada, como en Cuba o Venezuela. ¿De ese comunismo qué rescatas?
-Para los cubanos no está obsoleto. En todo caso, los comunistas chilenos nunca quisimos que Chile se transformara en Cuba ni en Venezuela. Ahora, lo que sí rescato es que tienen acceso a la salud gratuita, consultorios en todas las cuadras, un sistema de atención familiar que incluso gente de derecha ha querido replicar en Chile. Lo mismo con el caso de la educación. Son un país que ha llevado paz donde hay guerra y puesto al servicio su desarrollo en materia de salud, eso es muy valorable. Otro tema es que haya un partido único que tenga el sistema de elección indirecta que algunos quieran catalogar como una dictadura. Bueno, es un debate.

¿Para ti, es una dictadura?
-Es un sistema distinto, nomás.

¿No es una dictadura?
-Para mí no. De hecho, en Cuba la definición sobre modelo económico se hace consultando a la gente, así como una especie de proceso plebiscitario, herramientas democráticas que no existen en Chile. Claro, si defines dictadura por el hecho de que no hayan más partidos, bueno, es tu categorización. Pero si lo defines por cuánta gente participa en las decisiones, claramente participan tanto en las votaciones como en las definiciones de programas de gobierno.

¿Tienes alguna autocrítica hacia ese comunismo?
-Muchas. Y me quedo corta en las críticas que los propios cubanos se hacen de ellos mismos. Ellos son mucho más críticos de sí mismos que nosotros. Por algo surgieron las adecuaciones al modelo.

Pero en Cuba y en Venezuela hay restricciones a las libertades.
-Pero en Venezuela, la mayoría de los medios de comunicación son privados. Todo el tiempo nos llegan noticias opositoras.

¿Y qué te parece Maduro?
-Más allá del tema personal, es innegable que hay una situación de crisis, pero la mejor manera de que resuelvan sus diferencia es con diálogo, porque hasta el momento ha habido solo violencia. Y eso me preocupa. Espero que se pueda resolver de manera soberana, sin intervencionismo ni aprovechamiento de otros que han utilizado la crisis de los países para intervenir, y que sean capaces ellos mismos de resolver a favor del pueblo.

LAS MUJERES Y EL PC

Me decías que recibías muchos comentarios mala onda en redes sociales. ¿Te afectan?
-Al menos hoy ya no me amenazan de muerte, como en el 2011. Pero estoy bastante curtida en eso, tengo cuero de chancho, aunque no soy inhumana ni un robot del PC como algunos tratan de decir, tengo sensibilidad, pero también sé diferenciar lo importante de lo que no lo es.

¿Las redes sociales se pusieron odiosas?
-Hay momentos, pero siento que ya no tanto. O sea, cuando me critican y me tratan ni te digo de maraca no sé cuánto, comunista de mierda, qué sé yo, me pongo a ver los perfiles y ver qué onda esa persona y te das cuenta que los tipos están mal. Veo su historial y digo ah, no, este gallo es xenófobo, misógino, machista, muy facho. Es lamentable. Te habla de una parte de la sociedad que tiene cero tolerancia, cero capacidad de diálogo, cero capacidad de raciocinio.

Más allá de eso, da la impresión de que uno no se puede reír de nada.
– Chile ha madurado un poco más en torno al concepto de lo que es ser feminista, que no es patrimonio de las mujeres, sino que una visión teórica, filosófica, sobre la igualdad de hombres y mujeres y el respeto mutuo. Entonces, el humor también empieza hacerse cargo de eso.

En algún momento el PC, como se quejaba Gladys Marín, era bien machista y misógino.
-El partido fue cambiando justamente porque hubo gente como Gladys que empezó a instalar este tema dentro del partido. Pero todavía queda mucho por hacer. El partido no es un ser perfecto, con una herramienta totalmente aceitada, porque también entra gente que tiene las lógicas propias de una sociedad machista y neoliberal. Y hay que trabajar en eso. Ahora, el partido en su origen era feminista. A ver, la revolución rusa, Aleksandra Kolóntai era feminista. Fue ahí donde surgieron las primeras reformas revolucionarias desde el punto de vista del feminismo. O sea, el divorcio, el tema del aborto.

Algo pasó en el camino.
-Algo pasó en el camino y todos los partidos, lamentablemente, se permearon de esos problemas. Lo importante es que ha habido evolución, pero falta por hacer.

¿El PC ya no es machista?
-No considero que sea un partido machista pero todavía hay prácticas que lo son y que hay que ir revisando.

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