21 muertos en cárcel de Tamaulipas, México: “¡Quiébrenlos, que se los lleve la chingada por mierdas!”

Por Aristóteles Smolarek, desde Tamaulipas

Los llevaron a unas casetas de madera que funcionaban como talleres, los metieron adentro y vivos les prendieron fuego. Así terminaron por lo menos 15 de los 21 presos muertos en un enfrentamiento entre bandas rivales del penal de Cereso, en la ciudad de Reynosa, ocurrido este lunes en la madrugada. Antes, durante y después de la matanza hubo un persistente tiroteo y gritos de guerra: “¡Quiébrenlos, que se los lleve la chingada, por mierdas, dale, dale, dispárale por puto!” se escuchaba desde las afueras del recinto. La policía hizo ingreso a eso de las 5 de la mañana -tres horas después de iniciada la refriega- y a punta de fuego y sangre logró calmar los ánimos, aunque un pequeño grupo de internos continuaba atrincherado, disparando a diestra y siniestra.

Los cuerpos de los presos que murieron calcinados quedaron tendidos sobre una cancha de fútbol, la mayoría irreconocibles por la acción de las llamas. Identificado está Raúl Rojas, “El western”, preso por robo de vehículo, quien no murió en la caldera sino que fruto de las 60 puñaladas que recibió durante el motín.

Los desesperados y desinformados familiares de los reos, valiéndose de puñetazos y piedras, sobrepasaron el cordón humano establecido por la policía e intentaron detener a las afueras del recinto a las carrozas fúnebres que llevaban apilados a los cadáveres.