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Por FRANCISCO MÉNDEZ
El viernes recién pasado, un día después del discurso del 21 de Mayo, de la presidenta Bachellet, a eso de las doce del día Pamela Jiles, la ex periodista seria de “Informe especial” , quien fue despedida del año pasado de su trabajo de “opinologa” de SQP y que escribe en este medio, hizo su segundo performance frente a la moneda. en esta ocasión fue depilada en el axila izquierda por un joven semi desnudo.
Hay mucha gente que esto lo encuentra una acción de arte, un acto de inconformismo ante el sistema o simplemente una locura más de lo que significa una cierta senilidad mental de una persona que no alcanza aún los cincuenta años. Personalmente me quedo con esta última. Siento que cuando uno hace propuestas y protestas que tengan una cierta validez, todo acto artístico es claramente tomado en serio y remueve la conciencia de los mas poderosos y de esos llamados poderes fácticos, pero cuando una persona que estuvo durante años lucrando con el negocio del espectáculo opinando de temas que no le interesaban a nadie con dos dedos de frente comienza a hacer actos como estos en donde habla del pueblo con un cierto poético, uno no tiende a creerle mucho. Respeto profundamente la trayectoria de Pamela como gran periodista en el pasado, en donde trabajó en medios que combatieron la censura de grandes conglomerados relacionados con la dictadura de Pinochet, pero sinceramente creo que todo lo anterior no justifica la manera en que sus acciones de hoy, contribuyen a caricaturizar una izquierda extraparlamentaria que lamentablemente se ha alejado del progresismo, del izquierdismo racional, para caer en una mala copia de lo que fueron en donde pudieron poner ideas frescas y cambiar al país..
Siento que candidaturas como las de Jiles con sus actos públicos como el del pasado viernes , buscan emular cosas que se hicieron hace más de quince años, en un Chile que necesitaba luego de la dictadura del viejo militar, un renacer cultural en donde se plantearan temas como la desnudes de la mano de Patricia Rivadeneira o la homosexualidad de la mano de “Las Yeguas del Apocalipsis” en pleno régimen dictatorial. Hoy en día los temas valóricos se necesitan ideas concretas, porque aunque de pronto nos cueste admitirlo, somos una sociedad un poco más inteligente que la que recibió la concertación en 1990; aunque quizás todavía no arreglemos temas fundamentales como el de la constitución del ochenta y el sistema Binominal -para incluir a una izquierda extraparlamentaria que aunque esté caricaturizada, debe ser incluida para perfeccionar nuestra democracia- somos una sociedad mucho más madura que hace veinte años y por lo mismo, debemos afrontar estas elecciones que vienen con argumentos y con temas que sean nuevos hacia un progresismo constructivo y renovador que sea capaz de hacerle el peso a una candidatura como la de Piñera que claramente pondría en el gobierno a gente no muy deseable, gente que ha sido castigada Con el voto de gente que sabe que no es conveniente retroceder hacia un gobierno en donde las libertades civiles no sean tan respetadas como se dicen que son por el hecho de que muchos de los que forman el comando del candidato de la derecha son lo mismo de lo que Chile escapó hace un poco más de veinte años al votar por el NO.
Creo que actitudes como las de Jiles sirven para que tal vez la derecha pueda posicionarse más claramente en la candidatura porque-repito- creo que sirve para una caricaturización que no merece un sector de izquierda racional que se ha ido alejando-con justa razón- de una izquierda pasional que en estos años no ha tenido la fundamental participación que tuvo en años difíciles de este país. Así que Pamelita, o señorita Jiles; no intente ser un Lemebel o algo parecido porque sus caricaturas no tienen mucho que ver con los mensajes sociales de ese entonces.