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Opinión

4 de Febrero de 2010

Sebastián Bowen, ex coordinador de la campaña de Frei:“A los tres meses caché que el cuero de chancho se hace, no se nace”

Patricio Fernández
Patricio Fernández
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POR PF Y PV • FOTO: ALEJANDRO OLIVARES
En la segunda vuelta, dice, tenía un 48% de esperanzas de ganar pero sabía que estaba en la más dura de las elecciones de la Concertación. En el primer cómputo cachó lo que se venía. Ahora Bowen, el gran fichaje de la campaña del ex presidente, lanzó un movimiento político que quiere tomarse el poder de a poco. Acá, por primera vez, se confiesa y cuenta las rarezas con que se encontró en el mundo de la política.

¿Cuando te invitaron a la campaña, qué te ofrecieron o a qué te invitaron?
Me invitó Frei a hacerme cargo de la sociedad civil, eso significaba los frentes indígenas, el frente de los sindicatos, los campamentos, los sin techo, etc. A trabajar con la María Arntz. Y esa misma semana, vino un vuelco, donde al final se me terminó ofreciendo ser coordinador general, lo que significaba no ser jefe de los otros gallos, asumir un rol de vocería inicial e ir viendo que estuvieran todos los platos girando como la campaña tenía que girar, tratar de coordinarlos, que no se toparan y esa onda. Y tener un lazo directo con Frei.

Y eso significaba que tu lazo era con Frei. ¿Y se pudo dar esto?
Se dio las primeras semanas, harto. Tenía reuniones con Frei todas las semanas en su casa. Nos reuníamos una hora y media, le presentábamos todo lo que se había hecho en la semana y lo que venía a la siguiente. Eso se fue perdiendo a medida que avanzaba la campaña, por el trajín de la misma campaña.

¿Y ahí empezaste a tener relación con los partidos?
Claro, con el Comité Político. Mi pega estaba separada en la reunión del Comité Ejecutivo, donde veíamos qué se había hecho, en qué teníamos que seguir avanzando, desde el punto de vista más administrativo, comunicacional, territorial, etc. Y tenía el Comité Político, donde me reunía con los cuatro presidentes de los partidos, más Pablo Halpern, Jorge Burgos, Eduardo Jara y a veces Frei, que cuando iba lo dirigía. Y un Comité Estratégico, digamos, o Comité de Comunicaciones, donde había más menos unos 20 parlamentarios, o personas destacadas de la Concertación, que se juntaban cada 15 días. Con el tiempo se fue creando un Comité Estratégico más pequeño, con Ernesto Ottone, Solari, el Gutenberg Martínez, el Coke Insunza.

¿Qué te fue llamando la atención de la campaña?
Parte de la base que no tengo ningún familiar político, entonces no conocía tampoco el mejunge de la política, y me tuve que amoldar con una serie de gestos y códigos que no manejaba en lo absoluto.

¿Como por ejemplo?
Creo que la política es hoy la adecuación moderna de la guerra. Por tanto, si tú no pegai el primer combo, cagaste. Tienes que ganarte los espacios apenas te nominan. No está la lógica tan impregnada de la cooperación, ni del consenso. Tiene una lógica mucho más de guerra la weá, donde si no ganai el espacio que se te está dando, weón, lo perdiste a las dos semanas. Y creo que pasó en gran parte eso.

¿No se sentía que estaban todos en algo común? Más que un ejército eran varios para una misma guerra.
Evidentemente. Creo que eso pasa también con las grandes coaliciones, y es inherente a la política, donde, en la medida que más se acerca un momento crucial, más se ponen en concordancia esos ejércitos, más vale lo central y menos lo accesorio. A siete meses de la campaña lo accesorio valía mucho. Otra práctica interesante: los gestos. Esa weá fue un weá muy rara.

¿Qué gestos? ¿Un Pato Yáñez…?
No te digo que te llegaba un pescado envuelto en un diario, jaja, pero son gestos… Las reuniones son reuniones donde se plantea todo en un metalenguaje. Nunca en un Comité Político, salvo en contadas excepciones, escuché cosas directas.

Estai hablando del Padrino…
Había gallos que se enojaban cuando una persona que trabajaba conmigo llamaba y yo no lo llamaba, porque era una falta de respeto. Y esas weás son entendibles, pero las vas aprendiendo en el camino. O cosas como dónde se sentaban. Yo no podía entender que uno, weón, se peleara por sentarse en la primera fila. O los codazos que hay cuando vas en las caminatas por el centro de Concepción, po. Esa cuestión. Realmente son verdaderos codazos, literales, donde te sacan. Y uno empieza a implementar una serie de técnicas, desde adelantarte, a empezar a caminar más lento hasta que llegai al lado del candidato… Mil cosas. Y pa eso hay gente que es experta. Hay una serie de códigos que también tienen su sentido. Por ejemplo, si dejai a alguien en segunda fila, lo más probable es que llegue algún medio y anote esa cuestión y publique al otro día que X presidente de partido quedó en segunda fila, y después su entorno de partido lo comenta, entonces hay una real pérdida de poder, por una estupidez.

Estas son puras pequeñeces.
Sí, son los gestos más mínimos que hay que entender de la política.

¿Qué era lo que se peleaban los partidos?
Hay una especie de mezcla. Forma y contenido se mezclan mucho en la arena política. Me tocó ver personas que consideraban que si no se estaba hablando mucho de educación, de hacer una reforma real, y que el Estado fue un actor imperante, lo ponían como uno de sus elementos para no apoyar la campaña. En otros casos, me pasó también que la argumentación era más bien que alguien había dicho que no salieran en la foto los presidentes de partido.

¿Hay algo que te dio rabia alguna vez?
Puta, varias cosas Y hartas veces con la prensa, en general con filtraciones. Al principio caché que el cuero de chancho se hace, no se nace. A los tres meses caché eso, en base a que las primeras cosas que salieron de mí en la prensa sobre mi trabajo y qué sé yo, puta, me dolieron en el alma. Me levantaba sabiendo que seguramente algo iba a salir en la prensa escrita y que seguro era negativo. No me refiero al The Clinic, a pesar de algunas tallas que me echaron, y que eran lógicas, y que tal vez yo también las hubiera lanzado, jaja. Pero lo que salía en los otros medios, La Tercera y El Mercurio, son filtraciones que tienen intereses particulares, y que salen desde el mismo equipo. Y al final tú las cachabai.

¿Se mentía mucho?
Sí, mucho. Desde los ejemplos más weones, como que en tal reunión se discutió tal cosa, y ni se había hablado de ese tema. El clásico ejemplo de la leche, po weón, todos me preguntaban “oye, ¿es verdad lo de la leche? ¡Y yo no tenía idea de qué weá me estaban hablando! Fue con un tema de la leche que hicimos en el sur, y en que salimos con Frei y Paula Narváez con unos jarros de leche y nos servimos un vaso. Hasta ahí ni un rollo. Al otro día sale en la prensa que en un momento Pablo Halpern me había dicho a mí “ya, weón, tú sólo dedícate a tomarte la leche” y que esto graficaba la relación que teníamos, donde Sebastián se tuvo que dedicar solamente a servir leche. Al final esa cuestión terminó solamente en webeo, salió en LUN y en CQC. Pero cuestiones de ese tipo son propiciadas por gente.

¿Quiénes eran con los que te entendías bien?
Mmm. Un honor trabajar con Oscar Landarretche, con José Miguel Benavente, con Eugenio Tironi, con Cristóbal Hunneus, Andrea Cifuentes, Ernesto Ottone (padre e hijo), Eduardo Jara. Creo que esos eran huevones en los que yo confiaba plenamente.

Generacionalmente, ¿te resultaba difícil o extraño entenderte con los presidentes de los partidos?
Puta, una weá es que nosotros pongamos a los presidentes de los partidos como un estandarte de las cosas que hay que cambiar, pero no creo que sean ellos el tema. El contacto con los presidentes de partido tiene mucho de diplomático, por ende es un contacto fácil a simple vista. Nunca tuve un problema, ni profesional, ni particular, con ninguno. Cosa que se puede tomar como un mal indicador, también. Pero, evidentemente, le cuesta a mi generación, o a la parte que represento, entender la lógica actual con que funcionan los partidos políticos.

FRECUENCIA

¿Cuándo te empezaron a dar ganas de formar este referente?
Me percaté, en esta campaña, que sólo y con buena onda, no se conquista. Esa es la sensación. Y si bien, la campaña, creo que al meterme a mí buscó representar simbólicamente a una generación específica además, esa representación no puede ser sólo simbólica, tiene que articularse. Lo que empecé a hacer hace un par de meses, fue a juntarme con personas que veníamos trabajando hace tiempo, y que también conocen la campaña. Deben ser no más de 300 a 500 jóvenes, ligados a distintas acciones ciudadanas y que les interesa la política, y decididos a articularnos para ir detrás del poder en Chile.

¿Cómo lo vas a hacer para no terminar pegando codazos en el centro de Concepción?
Ahí hay una incomprensión de cómo se piensa la política. No vamos a terminar pegando codazos simplemente porque no creo que pegando codazos y caminando al lado del candidato te haces conocido para que la gente te vote. Este tiene que ser un barquito capaz de navegar en las aguas que deja la centroizquierda, y en sus aguas de renovación. Y que navegue en concordancia y en sintonía con los barcos que buscan renovación al interior de los partidos. Me refiero al lazo que podemos tener con un Jorge Insunza, con un Lagos Weber, Carolina Tohá, Marcelo Díaz, Fulvio, Claudio, Alberto, y con otros. Y eso significa entrar a la política; si quieres ser puritano, la cancha no es la política.

¿Tienes alguna especulación de lo que va a pasar en la Concertación?
Mi especulación es que se va a esperar las internas. Todo este terremoto que está viviendo la Concertación va a desembocar en cuestiones súper prácticas, y post esas elecciones vamos a tener mucho más claro lo que va a pasar con la Concertación.

¿Cuáles son las pasadas de cuentas que ya has visto?
Veo que se sacan trapos sucios, evidentemente a los presidentes de los partidos.

¿A la presidenta?
Todavía no. Va a pasar, creo, pero aún no. Creo que a Frei nunca. Van a estar esos dos juegos, el de la pasada de cuenta por la campaña en sí, o sea, una pasada de cuenta comunicacional. A Camilo Escalona se le va pasar la cuenta comunicacionalmente, porque Escalona fue lejos el weón que puso constantemente el hombro en la campaña a nivel territorial y esa es su gran firmeza. Y al mismo tiempo él va a plantear que ha sido el estandarte y la estabilidad no sólo de la campaña, si no que también del Gobierno. A la DC, creo, se le va a pasar la cuenta, porque ellos no se vieron como un partido que llevara candidato.

¿Qué diferencia a Frecuencia Pública de otros partidos?
Hay personas en FP que han ido a buscar ficha a otros partidos y les han pedido más de un padrino para que se las firme y no han podido entrar. FP es una organización mucho más directa y flexible. Y eso se hace creyendo mucho en el criterio común, centrando su personalidad en la acción, en las metas que nos propongamos y en ciertos valores ancla, como la igualdad, la inclusión y la participación y la ética pública. Tiene un cierto distintivo generacional, y eso es algo de lo que nos vamos a apoderar. Nos vamos a lanzar con un centro de estudios en marzo, un centro de políticas públicas, y en lo político, nos fijamos la meta de las municipales 2012, para hacer un trabajo territorial fuerte en un par de comunas en Santiago, y un par de comunas a nivel regional. Y en las parlamentarias 2013.

¿FP es de izquierda?
Es de centroizquierda.

¿Te parece que la gente joven quiere algún determinado tipo de país?
No es la gente joven la que quiere un país de determinada manera. FP sí quiere un país de determinada manera. Me parece ilógico que hoy exista gente sin tierra, y eso creo que va a ser una bandera de lucha. O personas que no puedan vivir el amor por el hecho de ser homosexuales. Hay una lógica de los derechos humanos contemporáneos que se violan en forma más sigilosa, pero no por ellos menos brutal, y esos derechos humanos vamos a defenderlos con fuerza.

¿Creen que habría que sacar una ley de aborto?
Sinceramente no hemos discutido el tema del aborto a secas. Creo que la onda va a ser sí al aborto terapéutico, y proteger la primacía superior del niño con respecto del aborto a secas, y eso significa que la discusión no sea si tienes o no el hijo, si no que si el hijo sea capaz de desarrollarse en un Estado que lo pueda proteger fuera de la familia.

¿Y si su madre no quiere tenerlo?
En ese caso, me da la sensación, porque no lo hemos discutido, pero mi apreciación es que el niño tiene el derecho a nacer.

¿Matrimonio homosexual?
La ley de uniones de hecho me parece súper útil y la vamos a apoyar a rajatabla, y considero acerca de la ley que permite la adopción de niños por parejas homosexuales, creo que esa discusión tiene que venir después, porque tiene que ir acorde con la situación del país. Pero si se dan todas las condiciones, no me parece, en términos morales, que una pareja no pueda adoptar un hijo.

¿Se acabó la Concertación?
Creo que sí. Como la conocíamos por lo menos, sí. Y al menos en esa jugada va a estar FP, porque en la renovación de la centroizquierda, tiene que entrar un elemento muy importante de la ciudadanía en la política real. No puede renovarse sólo con lo que está adentro de los partidos políticos. La gente que vas a empezar a ver ahora, por lo menos en FP, no te las has topado en eventos de la Concertación o de otro lado.

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