Profecías Made in Vaticano

Por Víctor Manuel Casco Ruiz, desde España

No hay nada más divertido que leer las interpretaciones de las supuestas profecías de la virgen de Fátima. En general toda profecía siempre es divertida: se basa en un texto oscuro y en una interpretación del mismo que, siempre, siempre, se realiza una vez producido un hecho que pueda encajar, aunque sea a machamartillo, con el contenido de la misma.
Después de que el anterior Papa “revelase” que el llamado tercer secreto anunciado a unos niños (¡cómo no! parece que la virgen gusta de presentarse a niños y adolescentes de fogosa imaginación, nunca hay un físico nuclear a mano) se refería al atentado fallido contra su vida – un anuncio realizado al mundo, claro está, años después de haberse producido el atentado – ahora va el actual Papa y nos dice que no, que el tercer secreto se refería… a los escándalos de pederastia y cómo éstos iban a sacudir a la Iglesia.
Estas profecías resultan de lo más cómodas: una vez que se ha producido un hecho se afirma que ese hecho ya había sido anunciado. Así, la segunda supuesta profecía hacía referencia a la conversión de Rusia (por supuesto se anunció una vez caído el muro de Berlín… entonces se dijo que “se mantuvo oculto para no alertar a la URSS” (sic). El primero era una encantadora visión del Infierno. La virgencita de Fátima, tan cariñosa ella, quería que supiésemos que íbamos a sufrir entre llamas si no la agasajábamos con rezos, iglesias y óbolos para su culto. Una profecía muy útil para enriquecer a su Iglesia.

Esta es la segunda profecía:

“Ustedes han visto el infierno donde las almas de los pobres pecadores van. Para salvarlos, Dios desea establecer en la devoción de mundo al Corazón Inmaculado. Si lo que digo a usted es hecho, muchas almas se salvarán y habrá la paz. La guerra terminará: pero si las personas no dejan de ofender Dios, una peor estallará durante el Papado de Pío XI. Cuándo ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que esto es el gran signo dado a ustedes por Dios que él está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre, y las persecuciones de la Iglesia y del santo Padre. Para prevenir esto, yo vendré a pedir la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado, y a la Comunión de reparación en los Primeros sábados. Si se hacen caso de mis pedidos, Rusia se convertirá, y habrá la paz; si no, ella esparcirá sus errores a través del mundo, causando las guerras y las persecuciones de la Iglesia. El bueno será martirizado; el santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Al fin, el Corazón Inmaculado triunfará. El santo Padre consagrará Rusia a mí, y ella será convertida, y un período de paz será otorgado al mundo”
Como toda profecía cumple uno de los requisitos fundamentales: poder significar cualquier cosa. No hay profecía que formule hechos concretos que se puedan avalar sin género de duda y que se pueda demostrar que ha sido predicha antes de los mismos también sin ningún género de duda.
Pero además, esta “profecía” tiene un error gravísimo: si pretenden que anunciaba la conversión de Rusia “al corazón Inmaculado” ha fallado, y con creces. Los rusos creyentes son mayoritariamente ortodoxos, no católicos, y la Iglesia Ortodoxa, entre otras cosas, no cree en el Misterio de la Inmaculada Concepción.

La tercera profecía dice así:

“Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: « algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él » a un Obispo vestido de Blanco « hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre ». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios”.
Aquí se dijo que se anunciaba el atentado contra el Papa… que por supuesto ya se había producido cuando Juan Pablo II leyó el texto. ¿Quien puede dudar eso con lo claro que es el mensajito? Pues por lo visto si se puede dudar, nada menos que lo duda el actual Papa aprovechando que el otro se está pudriendo en las catacumbas de San Pedro. Ah, los Papas, si es que ya no respetan los huesos de sus antecesores…

Aquí – dice Ratzinger – se habla de los niños abusados por muchos curas de la Iglesia. Eso también está claro… a la espera de que un futuro Papa decida otra interpretación, pues el negocio de los misterios de Fátima tiene que alargarse todo lo posible en el tiempo y todos los Papas están en su derecho de aprovecharlo para seguir engañando a las almas cándidas que de todo hay.

En todo caso yo os hago notar dos cosas:

– Del segundo quedáos con la imagen de un dios que nos quiere condenar a todos a guerras y hambre. ¡Es lo que tiene ser un dios infinítamente bueno! Hay que ver la cantidad de referencias al infierno, a los castigos, al terror… ¿Es que sólo saben asustar para lograr adeptos?

– Del tercero que, si se refería a la pederastia como pretende mentirnos Ratzinger, entonces hay que concluir que los Papas de la Iglesia sabían – con tiempo de antelación y todo – lo que iba a suceder bajo las sotanas de sus curas y que no les ha importado el sufrimiento de los niños, con tal de que la profecía se cumpliese.
Un consejito al Papa: la interpretación del anterior deja en mejor lugar al Vaticano que la tuya.
Y como yo no soy a ser menos que la virgen, aquí va mi profecía:
“Altos humos se levantan. Polvo se lleva el viento. Tres sillas caen”.
En cuanto se produzca cualquier hecho que encaje con mi profecía os diré que ¡a eso me estaba refiriendo! Solo es cuestión de tiempo y mucha cara.