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Opinión

17 de Agosto de 2010

Rodrigo Jordán, Pdte. de Fundación para la Superación de la Pobreza: “El 25% de los niños de este país son pobres”

Jorge Rojas
Jorge Rojas
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FOTO: ALEJANDRO OLIVARES
Los resultados de educación que arrojó la Casen a comienzos de semana -que dicen que la escolaridad promedio de los jóvenes de 18 a 24 años aumentó en 27% en 3 años- reafirman que la pobreza o la superación de ésta no sólo se mide por ingresos. Eso lo tiene muy claro Rodrigo Jordán que desde fines de los 90 ha predicado que hay que ampliar los criterios, porque la pobreza también se mide en educación, salud, vivienda e incluso recreación. Y no sólo eso, porque –y esto lo asusta- finalmente la pobreza es un tema de pérdida de libertades: “La gente pobre cree que el resultado de su vida tiene que ver con lo que les ha tocado vivir y eso significa que los pobres no son libres de decidir”, dice.

Hace un par de números una señora decía en The Clinic que ella trabajaba para que sus nietos no fueran pobres. ¿Hay una generación perdida en la pobreza?
Cuando el 2006 salió la encuesta Casen y había confirmado la tendencia de la disminución de la pobreza me sentí contento, porque ese resultado era del PAÍS y no sólo de una buena política pública del gobierno. Eso era fundamentalmente por el esfuerzo que pone la gente pobre en superar la pobreza. Pero en estas conversaciones de la última Casen, la gente pobre no ha estado muy presente, como sí lo ha estado la política pública y la economía. Se habla poco del esfuerzo que pone la familia en superar su situación, que no ha disminuido, pero lo que ocurre con una crisis como la de 2008 es que ese esfuerzo encuentra poca respuesta, no se paga. Y eso sí que es frustrante y doloroso, porque el que supera la pobreza es el mismo pobre. Cuando pasa eso el pobre dice: “haga lo que haga, no voy a salir de esto”. Por eso es tan importante que el Estado genere empleos porque eso genera dignidad y el 70% de la superación de la pobreza en el corto plazo se logra con empleo.

¿Hoy existe en los pobres ese sentimiento de frustración?
En un par de semanas vamos a entregar un informe cualitativo de la pobreza donde hay frases tan duras como que la gente pobre se siente invisibilizada, que no participa, que no es respetada, que tiene más educación y salud, pero que no es de buena calidad y, lo que más impacta, es que no se sienten parte de la sociedad; que hay un país que pasa y que ellos están quedando fuera. Pero hay un dato más duro, que es de un estudio del PNUD de 2003, que tiene que ver con la libertad y la pobreza. En el barrio alto, el 65% de las personas siente que su vida ha sido el resultado de sus propias decisiones, pero si vas para abajo es todo al revés. La gente pobre cree que el resultado de su vida tiene que ver con lo que les ha tocado vivir y eso significa que los pobres no son libres de decidir. Eso es muy fuerte, jodido y terrible.

¿Qué libertades se coartan con la pobreza?
Todas. Nosotros nos tomamos libertades todos los días, hasta sobre qué vamos a almorzar, pero nada de eso lo puede hacer un pobre. Finalmente es estar preso. Te tocó nacer en esa condición y jodiste. Antes los pobres decían que para ellos la pobreza significaba “no tener”, en cambio hoy los pobres dicen que a ellos les cuesta ser, estar y hacer cosas. Pese a que la pobreza en Chile no es desnutrida, sino que tiene que ver con otras cosas, los pobres tiene más probabilidades de enfermarse de cáncer, de enfermedades al estómago y a eso se suma que el 25% de los niños de este país son pobres.

Entonces hay una generación de niños que se está preparando para vivir toda la vida en la pobreza.
No necesariamente, porque si van a un buen jardín y después eso se complementa con un buen colegio no estás generando gente pobre. Pero hay un matiz: porque cuando llega a pre kinder un niño que ha tenido estimulación temprana y uno que no, se genera desventaja y ya no hay nada qué hacer. La diferencia se produce a los 18 meses de edad. Ahí ya hay mediciones de diferencias de aprendimiento. Si tú lo jodes hasta los cinco años, ese cabro quedó marcado hasta viejo, porque el deterioro cognitivo de la gente que sólo estudió hasta educación básica es tremendamente mayor. Esa falta de estimulación temprana lo va a acompañar por toda su vida.

Hay que ponerle más fichas a la educación entonces.
Sí, pero también es importante sistematizar todo el proceso educacional del niño. Por ejemplo, se amplió la educación obligatoria a cuarto medio, pero el tema es que el sueldo esperado por los jóvenes cuando salen de cuarto medio no varía tanto del que recibirían si salieran en octavo básico. Son como 30 mil pesos. Este análisis hace que la permanencia en los colegios no esté garantizada, porque las familias más pobres tienen esta mirada, porque además la plata la comienza a ganar el niño cuando inmediatamente deja el octavo básico y no en cuatro años más cuando deje el colegio. Esto es economía básica. Pero si la persona llega a la universidad, el sueldo sube significativamente. Por eso es que el trabajador de clase media, el chofer de un taxi o el dueño de un negocio se sacan la mugre para que sus hijos vayan a la universidad. Entonces la política educacional no sólo está relacionada al cuarto medio, sino que tiene que ver con cómo garantizar todo el proceso educacional, con calidad y oportunidad. Piensa, los años de estudio de los habitantes de La Pintana son siete años en promedio. Es decir, los tiraron a la cresta, no les dieron educación ni empleo, y eso no tiene nada que ver con cuántos ingresos tienen, pero se los están jodiendo igual.

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