Bicentenario en huelga

Por Jaime Quintana / senador
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La canción Ángel para un final, nos cuenta “que cuando un silencio aparecía entre dos, era que pasaba un ángel que les robaba la voz”. Esa ausencia de palabras, explicada por el autor, Silvio Rodríguez, antecede al beso y al amor. La celebración de este Bicentenario no tiene ese silencio mágico. En la relación Pueblo Mapuche y Estado Chileno, mas bien hay mucho ruido, un insoportable ruido de decretos, robo, muertos, balas y sinrazones.

En Chile hay 604.349 personas que se autoidentifican como mapuche, 203.221 están en la Araucanía. Es decir, si en el país su representación es del 4%, en la región de la Araucanía se empina por sobre el 23 %.

En una columna, no cabe tanto despojo. Quienes hoy están en huelga de hambre, son descendientes de hombres y mujeres que vivían en el Sur, antes que imaginásemos la existencia de Ohiggins, Prat, Balmaceda y todos los héroes republicanos. La Historia de Chile, escrita solo con una mano, ha ido permanentemente olvidando ese hecho, como si los Mapuche habitaran solo en el tiempo verbal del pasado. Aun muchos niños reciben en sus aulas una educación donde deliberadamente se remarca el “Fueron” por sobre el “Son”, “Hubo un Pueblo, habitaron, existieron”. Conjugaciones no neutrales y me temo que no inocentes.

En Araucanía no hay razones de fondo para celebrar el Bicentenario. Una mínima lectura de la historia así lo testifica. Luego de la muerte del comunero Jaime Mendoza Collío, el Obispo Camilo Vial dijo “vamos por el camino equivocado”. Al parecer esa senda de errores se sigue reforzando, ahora con un Bonus Track explosivo, a saber , criminalizar las demandas de un pueblo, a través de la asociación Mapuche=Narcoterrorista colombiano. Si hay algo peligroso, que hace mas difícil comprender este proceso y trabajar en sus soluciones, es la búsqueda obsesiva de terroristas, como si Temuco, fuese la capital de un país en guerra.

El Gobierno, ha tenido dos momentos clave, donde pudo mostrarle al país, cual es su mirada de los pueblos indígenas: El discurso del 21 de mayo y la celebración del año nuevo mapuche el pasado 24 de junio. En ambos momentos quedó clarísimo que no tienen claro lo que quieren hacer.

Hay un tercer momento, la Huelga de los comuneros Mapuche. Aquí el Gobierno recuperó la voz recién esta semana, luego de 60 días de protesta en las cárceles de Angol, Temuco, Valdivia y Concepción. No obstante, el gobierno habla en un lenguaje policiaco, cuando de lo que se trata es articular un dialogo político. El proyecto del Gobierno para modificar la ley antiterrorista no cumple las expectativas de los huelguistas y no da pasos tendientes a definir los temas de fondo. Tres momentos donde el gobierno ha mostrado una clara ineptitud política.

Recientemente se ha dicho, que la adquisición de tierra se hará con criterios similares al de obtener una vivienda. Si eso prospera, demostrará que el Gobierno navega en la ignorancia jurídica, política y cultural.

Este primer trimestre se ejecutó sólo un 10% del presupuesto de Fondo de Tierras y Aguas Indígenas y en Cultura, Educación y Desarrollo la ejecución fue de $0. Como usted lee, cero pesos para promover acciones destinadas a lo más profundo de un Pueblo, su cultura.

Un Bicentenario incierto. La política de adquisición de tierras, cuenta con el presupuesto aprobado por el parlamento y a pesar de ello, sin avances. Una muestra más, que en materia indígena la bola de nieve sigue creciendo y el gobierno no la ve, quizás este demasiado ocupado en modelar para la foto en la Mina san José.