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Cultura

13 de Febrero de 2011

Pato Pooh, rapero chileno que triunfa en Escandinavia: “El hip hop sueco está lleno de chilenos”

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En 2008, su disco “The I work hard chronicles” (“Las crónicas del que trabaja duro”) comenzó a escucharse fuerte en las radios suecas. El título era una declaración de principios de quien naciera como Patricio Silva, hace 26 años, en los monoblocks del siempre ventoso quinto sector de Playa Ancha, en Valparaíso.

Escrito Por Felipe Montalva

Pato Pooh forma parte de ese singular grupo de chilenos que la lleva en el hip hop escandinavo. Gente como Advance Patrol, Stor, Hermanos Bernal, Cóndor Loco, Danjah y el afamado trío de productores The Salazar Brothers. Pero como él mismo rapea en el tema “Chilescotez”, cantado con varios de los nombres señalados arriba: “Hay miles como yo, que no sienten pertenencia/ En Suecia son chilenos pero en Chile son audiencia/Visitas nada más”.

Cuando se dio cuenta, ya le habían apoyado la punta de un cuchillo bajo la quijada. Era verano, en la playa Torpederas, uno de los balnearios populares de Valparaíso. “Querían mi gorra que ni siquiera tenía marca”, recuerda Pato Pooh, que en ese tiempo tenía 14 años y llevaba 9 fuera de Chile. Esa tarde había bajado a la playa con unos familiares y al rato notó que un grupo de adolescentes lo miraba raro pero no se preocupó. Luego vino lo del cuchillo.

Pato Pooh tiene grabada la escena y le sirve para explicar esa sensación rara de estar de visita en su barrio de origen: “Cuando vengo a Chile soy sueco”, dice con ese acento que remarca la “sh” pero que también suena duro y árido como el sueco. A ratos, si se le pierde alguna palabra en castellano, improvisa con una en inglés, la lengua con la que canta su disco.

“Nos fuimos con mi mamá y mi hermano el 92. Mi papá llevaba algún tiempo en Suecia; tenía la residencia, así que nos mandó a buscar. Yo tenía 5 años y no sabía nada. Cuando vi a mi abuelita llorando le dije que iba y volvía. Eso creía yo”. Al llegar a Estocolmo se instalaron en el barrio de Rinkeby, el duro, el de los inmigrantes, el 163, del que habla en sus rimas. Ahí creció. “Los suecos tienen hasta un nombre para el dialecto que se habla en el barrio; lo llaman rinkesvenska porque incluye palabras de todos lados”, cuenta. Por ejemplo, de ahí viene la expresión “Ahbow!” (traducible como “impresionante” o más bien, “la raja”, en chileno), que le dio título al primer single de su disco.

Pero nos estamos adelantando. Salvo ese viaje que le quedó en la memoria por la anécdota del cuchillo, Pato Pooh no volvería a Chile. En Rinkeby, tenía por ídolo a un primo, el Jimi, que era hiphopero acérrimo. “Yo juraba que él rapeaba, que tenía su banda; de hecho, yo lo iba a ver a los conciertos y nunca lo veía actuando y él siempre me decía: “No, si ya tocamos”… Jajaja. Bueno, él me inspiró”.

Su padre es también pieza clave en su formación. “Mucha gente nos pregunta por qué hay tanto chileno en el hip hop sueco, y debe ser que en Chile siempre hay un músico en una familia. O alguien que por lo menos toque la guitarra, o cante o escriba. Ese es el caso de mi padre”. Y sigue: “Cuando era muy chico, mi papá nos cantaba esa canción que decía “Será un ingeniero, dice el abuelo, un gran arquitecto sería perfecto”… y a mí me impactó mucho”.  El tema es indudablemente “Esperando nacer”, de Pancho Puelma. Miren la de vueltas que pegó.

Tras un par de episodios de violencia -que cuenta muy resumidamente- constató que lo suyo era más bien el hip hop que el robo de autos, el narcotráfico y los enfrentamientos entre bandas, cosa común en el 163. Comenzó a ganar torneos de hip hop. Se mezcló con la escena local y se puso a rapear y producir bases. “Mucha gente cree que Suecia es el paraíso, pero mis viejos trabajaban tres turnos para poder mantenernos, pues los impuestos son muy altos. Sin embargo, es una sociedad menos clasista que la chilena”, señala.

El reconocimiento al esfuerzo de los padres parece ser una marca indeleble en Pato Pooh. El muchacho escapa a la figura del rapero cargado de bling bling, pistolas y que se pasea del brazo con un rubia, mientras se fuma un grueso caño de marihuana. Más bien, Pooh es un buen chico, cuyo rapeo puede recordar al de Eminem y Kanye West, y que posee una cazuela multicultural en la cabeza y que se define como “chileno de Europa”. Y además trabajólico como él solo, una idea que recorre todo su disco. “Podría hablar de violencia (…) podría hablar de riquezas (…) de putas (…) podría hablar de sexo… pero me hice la promesa de hablar sólo de lo que he vivido. Go on. Play me”. Así arranca “The I work hard chronicles”, con una “Intro” que funciona como manifiesto. “El hip hop te enseña que debes ser real, si yo fuera delincuente, rapearía como gangsta pero no lo soy. Yo no quiero ser otro, quiero ser yo mismo”, argumenta. En “On my way” , por ejemplo, canta: “Soy un artista y no un truco (…) Soy feliz con el aplauso (…) Lo que hago no lo hago para los asnos con dinero/ Lo hago para mi gente, mi equipo (…) para mi madre, mi padre, mis hermanos”.

La familia, siempre: En “Chilescotez”, contenido en el disco de sus colegas y compatriotas Advance Patrol, Pato Pooh rapea: “La pobreza fue maligna/ y ya robó mis raíces/es por eso que hicimos/ un cambio de países/en busca de mejores oportunidades/le doy gracias a dios por sacarme de sus males/aunque mi madre nunca quiso/lo hizo por sus hijos/en rumbo a Suecia para limpiarle el piso/a gente con riqueza/Mami, ten paciencia/que pronto llega el día en que yo te saque de esa”.

TÉ con leche

La escena hip hop sueca está plagada de hijos de estas tierras, o sus descendientes, los “shileno-suecos”, como los denomina Pato Pooh. Los nombres se amontonan como palabras en una rima: Advance Patrol, Stor, Hermanos Bernal, Cóndor Loco, Danjah, Topaz… En Noruega se puede sumar El Axel y en la vecina Dinamarca, la exitosa cantante de r&b electrónico, Medina, hija de chileno y árabe.

“El primer grupo que escuché allá, estaba integrado por chilenos, los Latin Kings, a principios de los 90”, cuenta Pato. Los chilenos de dicho combo son los Salazar Brothers, hoy por hoy los productores más importantes del hip hop sueco. El objetivo de Pato era trabajar con ellos para su disco solista, y se puso el obstáculo como desafío: “Yo nunca había rapeado en español. Estaba nervioso pero era mi oportunidad de trabajar con los Salazar para un disco con Advance Patrol”. Quien haya visto el notable clip para su segundo single “Follow me”, lo entenderá más claramente: Pato Pooh es un personaje de videogame, un Mario/Pac Man de Rinkeby, que avanza obstáculo tras obstáculo.

Aquí va otro: “Tenía el problema que los que habían grabado antes que yo habían cantado puro de minas y fiestas. Entonces, yo pensé que si grababa en castellano y me escuchaban en Chile, mi abuelita, por ejemplo, me iba a entender; me dije que tenía que decir algo importante…”. Ese fue el verso que incluye en “Chilescotez”. Luego vendría su colaboración en “Soy de la Calle”, otro tema con los Advance Patrol. “Puedo ser un hombre de poco/ pero no un poco hombre/orgulloso de decir que fui criado en las calles/desde un barrio de Estocolmo, el 163/ y del cuarto sector de Playa Ancha, Valparaíso, Chile”, rapea allí, y señala: “Para mí, ser de Rinkeby me sirvió como estímulo. Que te dijeran no podís triunfar si eres de allí. Eso me alentó, fue un combustible”.

Así como su cambio físico: Quien pueda ver los videoclips de Pato Pooh, en youtube, constatará que en apenas tres años el muchacho ha enflaquecido de un modo impresionante. “Bajé 55 kilos”, dice. “Siempre fui gordo hasta que me di cuenta que me estaba haciendo mal para la salud. Tras algunos tratamientos que no resultaron, opté porque me pusieran un by-pass gástrico”. Bueno como es para sacar lecciones de todo, medita: “Ser gordo me sirvió mucho, porque me transformó en mejor persona, porque pude mirar y no quedarme en el aspecto externo de las personas”.

En 2008, finalmente, apareció su “I work hard chronicles”. El disco está cantado completamente en inglés, reflejo de su afán de ser oído globalmente. “Los chilenos allá siempre están pendientes de las últimas palabras que salen de aquí y hablan puro en chileno pero no es mi interés, yo quiero que me escuchen y me entiendan hasta en Puerto Rico”, afirma. Sin embargo, su sueño es grabar en 2011 un disco en castellano, incluyendo algunos temas con su padre. El objetivo es pegar en Chile. “Que mi familia se enorgullezca de lo que hago. No es lo mismo pegar en Lituania que aquí, con tu gente”, define.

Este verano, Pato Pooh anda de visita otra vez pero también promocionando su primera colaboración con Zaturno y el tema “Tu cariño se me va”. Hace 14 años que no venía. “La comida es más rica aquí. El té con leche tiene otro sabor”, declara y se queda pegado mirando el horizonte soleado del Pacífico sur, desde los lomajes de Playa Ancha.

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