Opinión
17 de Agosto de 2011Odio al matinal de Chile, pero soy cesante
Estoy harta del matinal, pero es lo único, aparte de los 3 gatos hambrientos, que me despierta en la mañana. Mi sueño es tal que ni el ringtone del celular logra abrir mis pestañas lagañosas, costrosas y piturrientas. Cada día cuando se enciendo el televisor a todo volumen pienso “¿para qué chucha me voy a […]
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Estoy harta del matinal, pero es lo único, aparte de los 3 gatos hambrientos, que me despierta en la mañana. Mi sueño es tal que ni el ringtone del celular logra abrir mis pestañas lagañosas, costrosas y piturrientas.
Cada día cuando se enciendo el televisor a todo volumen pienso “¿para qué chucha me voy a levantar a esta hora si no tengo pega?”. Tengo muchas cosas que hacer, pero nada es remunerado con dinero, hasta cuándo esta pobreza en los bolsillos Jebús!
Entonces escucho entre sueños las noticias de la primera hora del día, tragedia mas tragedia, represiones tras manifestaciones. La lucha de un país que se pronuncia en la calle con cacerolas y barricadas igual que en mi niñez. Pienso, “que gente más valiente, tiene sus ideales bien definidos, pelean contra el poder interponiéndose a la violencia de las fuerzas armadas, se levantan temprano para interrumpir el tránsito, tienen un justificado y valorable propósito por el que luchan”.
Luego cuando comienza el matinal de Chile pienso: “Cómo chucha lo hace esta gente para estar ahí a las 8AM todos los días, con la cara sonriente y lustrosa, transmitiendo cabeza más cabeza de pescao?”. O sea, no es difícil deducir que quien gana más de 20 millones de pesos al mes por conducir esa porquería de programa no le costará nada levantarse, si a mi me pagaran esa suma de dinero por repetir en copy paste oral la contingencia nacional, los cahuines locales y el pelambre farandulero de la saludable fuente de LUN, saltaría de la cama inmediatamente, dormiría con una sonrisa en la cara y jamás tendría los ojos piturrientos.
Esta gente sobresale de rancia para pintar el mono, rellenan y pasan las mismas noticias una y otra vez. Aún recuerdo cuando estuvieron 2 semanas ininterrumpidamente hablando del pastor Ricardo Cid de la iglesia Pentecostal “El Impacto de Dios” y su supuesta lluvia de oro. Saben lo que es todos los días por dos semanas seguidas ver a un tipo con pinta de Juan Gabriel gritando Oroooo Orooooo Orooo!! Gente llorando, gritando, desmayándose, cabros chicos bailando como zombie, etc?….patético y ridículo su hermana lo acusa de ser un chanta de la fe, ella dice que “un enviado de dios no puede ser gay… “.
Pero claramente lo peor de esta escena era escuchar a los conductores del matinal haciendo sus comentarios y sacando sus propias conclusiones, muy obvias por lo demás. La Carolina de Moras que no la dejan hablar y cada vez que lo hace es para decir pelotudeces; Felipe Camiroaga que se hace el serio, el informado y no respeta a nadie, con su cara de pigmeo responsable.
Luego de la noticia del pastor, pasaron al caso La Polar, otras dos semanas mas realizando despachos afuera del lugar donde se le daría solución a la gente estafada por la casa comercial. Ahí estaba Felipe Camiroaga desde el canal metiendo y retorciendo el dedo en la herida, F.C: ¿cómo le fue en la Polar señora?, S: mal, no me dieron ninguna solución, F.C: ahh ¿y cuánto debe?, S: mi deuda era de $150.000, pero ahora debo $1.500.000 con la repactación…F.C: pucha, pero cómo se siente señora?, está mas tranquila?..S: (señora a punto de llorar), me voy más preocupada, no he podido encontrar trabajo por estar en Dicom. F.C: (el animador la interrumpe en medio del llanto) bueno esto es lamentable, pero ahora nos vamos a unos consejos comerciales!
Inmediatamente aparece el mismo Camiroaga en una publicidad anunciando una casa comercial, diciendo “Me fascina Ripley”. Me imagino que esos son unos 50 millones mas para su bolsillo, lo ignoro. Y ahí queda la señora llorando sin ninguna solución ni consuelo por el que la hizo recordar su destructiva situación.
Estas son las noticias principales; las destacadas; porque luego comienza una hilera de culebrones repudiables que caen en lo morboso: “Los pobres abusados”, el periodista R.A. (su identidad está protegida por la justicia), que usaba una cruz de madera como colgante, abuso de muchos niños y niñas en una parroquia de la comuna de La Florida donde los padres le decían “el curita” y los niños “el 5 lucas”, ya que por cada tocación que este hombre realizaba a los infantes, les pagaba 5 mil pesos.
Las víctimas luego salían corriendo a comprar dulces, informa la comunidad.
La fiscalía decide finalizar el caso sin enjuiciar al “curita cinco lucas”, desmintiendo a decenas de niños abusados, tampoco se permite llamar al conocido periodista por su nombre.
Vuelven los animadores del despacho en directo con un Camiroaga cuestionando “Sra. Adelita, usted cree que si esto hubiese pasado en Vitacura sería distinto? (con cara con retorcijones y ceja fruncida)”, “Si poh Felipito, obvio que hubiese sido distinto”, Felipito opina: “recordemos que estos niños están en riesgo social, justificando de por qué los chiquillos aceptaban $5.000 a cambio de un manoseo.
Seguimos en esta seguidilla matinal cuando aparece el abogado colaborando con casos de gente sin protección social: en un cité de Independencia 10 vecinos hace 1 año que no tienen agua, ellos pagaron lo que pudieron, luego quedó una mínima deuda, la que aguas andinas les hace repactar, esta deuda crece en un 100%, imposible de pagar por las personas de escasos recursos del lugar, por lo tanto les cortan el suministro de este servicio básico. El abogado, que apasionado por las causas injustas, trata de explicar que esto es ilegal y se ve interrumpido por la atinada participación de Carolina de Moras que pregunta: “Por qué hay vecinos que no quieren pagar la cuenta de agua?”. El abogado con cara de ataque de epilepsia responde con un tono alto de voz luego de inspirar fuertemente, “No es que la gente no quiera pagar Carolina, la gente no tiene plata para hacerlo, ¿comprendes?”………C. de M: Ahhh!
Para que decir que el matinal de todos termina con la aguda participación de los panelistas faranduleros, la Raca, el Ricarte y la Maca, pelando a quien se les para la raja, hasta a la hija de una de ellas, sin piedad ni responsabilidad alguna, embuchándose millones de pesos al mes por hablar en televisión el mismo pelambrerío de feria de barrio, cual vieja saca el tejido para hablar de la vecina y los romances con el carnicero. Mi paciencia llega hasta aquí, apago la tele y mañana juro no volver a verla pero no sé, debe ser mi adicción inducida por mi condición de cesante neomasoquistaliberalantifascista.
Conclusión desde el bolsillo: Puta que invierte plata la televisión de todos los Chilenos en weas y hueones chantas!