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Nacional

22 de Noviembre de 2011

Carta abierta: La elección de decano de la Facultad de Educacion de la PUC

Foto: Una Belleza Nueva Al interior de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, luego de tres años bajo la actual dirección encabezada por el físico Sr. Francisco Claro, estamos viviendo un proceso pre-eleccionario. Los profesores y funcionarios administrativos estamos a la espera inminente de conocer los dos candidatos que, determinados […]

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Foto: Una Belleza Nueva

Al interior de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, luego de tres años bajo la actual dirección encabezada por el físico Sr. Francisco Claro, estamos viviendo un proceso pre-eleccionario. Los profesores y funcionarios administrativos estamos a la espera inminente de conocer los dos candidatos que, determinados por el Comité de búsqueda, deberán ser votados por los académicos de la planta que tengan derecho a voto.

Una diferencia que el momento actual plantea respecto de la elección anterior es que, en esta fase del proceso de búsqueda de nuevo decano, se sabe que hay candidatos internos que representan posturas disidentes de la visión que la actual decanatura de la Facultad tiene sobre los requerimientos sociales y sobre sí misma. Estos candidatos manifiestan la visión legítima de un grupo numerosos de la comunidad académica que abarca tanto a profesores que votan como a quienes no cuentan con ese derecho, según las normativas institucionales.

Dicha posición que cunde en esta Facultad refleja la justa opinión de personas que, como académicos que forman educadores y colocan su investigación, creatividad y pasión al servicio de ese compromiso, demandan ser protagonistas de sus propios procesos y responsabilidades. De esa manera, estos académicos asumen la urgencia de responder eficazmente a los desafíos propuestos por la Universidad en sus proyecciones estratégicas como también a las apremiantes demandas de la comunidad nacional en relación a la deuda pendiente que el sistema educativo tiene con las nuevas generaciones.

La Facultad la conforman aproximadamente 200 académicos de los cuales solamente un tercio puede votar de acuerdo a las disposiciones estatutarias en vigencia. De este segmento con poder de decisión, ha emergido un notorio grupo de académicos que se ha reconocido en la gran masa de profesores que, por condiciones contractuales, se encuentran excluidos de una participación efectiva en procesos como la búsqueda y elección de un nuevo decano.

En este contexto emergen inquietudes relevantes que nos interpelan y que compartimos con la comunidad toda. Dichas preocupaciones adquieren su profundo sentido y urgencia cuando son consideradas en el marco de la historia reciente de la Facultad.

En las elecciones anteriores, los académicos pudieron votar solamente por un candidato. En un principio emergieron cinco nombres posibles de los cuales, finalmente y de acuerdo a los estatutos de la Facultad, el Comité de Búsqueda de esa época, designó solamente dos, número de candidatos que la normativa institucional señala como el número máximo para ser votado por los académicos. Sin embargo, previo al acto eleccionario, uno de esos candidatos, el actual director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación de la PUC , ex jefe de la Unidad de Curriculum y Evaluación del MINEDUC y reconocido como uno de los principales artífices del actual sistema educacional, Cristián Cox, declinó competir en dicha elección, dejando como candidato al actual decano Francisco Claro. Este físico es reconocido en el ámbito académico por no provenir del mundo de los educadores ni por pertenecer al amplio espectro de la comunidad de investigadores educacionales. Claro se instaló en la Facultad como miembro del Comité de Búsqueda de esa época, no obstante debió abandonar dicho organismo cuando decidió entrar a la carrera eleccionaria como candidato a decano, quedando finalmente como único aspirante al cargo. Es necesario señalar, en este punto, que de acuerdo a los estatutos de la Facultad, basta que un candidato único reciba un solo voto para resultar electo decano de esta unidad académica.

Graficado este contexto previo, es relevante señalar que en la actual coyuntura eleccionaria aparecen los mismos candidatos de la elección pasada que suman sus nombres a los de los propuestos por la comunidad. a única diferencia es que, en esta ocasión es el sociólogo Cristián Cox quien, siendo miembro del actual comité de búsqueda, acaba de abandonar dicho organismo para asumir una candidatura por la decanatura de la Facultad.

Ante este escenario que plantea curiosas coincidencias con las circunstancias de la elección anterior, es que parece relevante plantear las siguientes inquietudes:

– ¿Volverá la Facultad a resolver la búsqueda de su decano, y lo que ello simboliza en relación al compromiso con la comunidad nacional, usando la misma estrategia de la elección anterior?

–  ¿Se escuchará en esta nueva coyuntura la legítima voz de la Facultad que se ha manifestado claramente, demandando el derecho a participar y a asumir su propio proyecto académico representado en un nuevo decano?

Los invitamos a informarse responsablemente, a participar activamente y a reflexionar sobre la importancia que tiene para una Facultad de Educación de una Universidad Católica, el que sus académicos, en conjunto con sus autoridades legitimadas por la comunidad en un proceso eleccionario transparente, sean quienes  se responsabilicen de sus destinos y, de esa forma, sirvan a las demandas y esperanzas de la comunidad nacional.

Académicos por la participación

Santiago, noviembre de 2011

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#Académicos#Educación#PUC

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