Informes Fach sobre instrucción del piloto del Casa 212: “no le da el maní”

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Le iba como el hoyo. Eso dicen los informes de la FACh sobre las calificaciones de Juan Pablo Mallea, piloto del Casa 212 de la FACH que se estrelló en Juan Fernández a comienzos de septiembre.

Un reportaje de TVN reveló que Mallea fue aprobado en el lugar 19 entre 21 alumnos de su promoción presentando “uno de los rendimientos más bajos del curso” con “dificultades de comprensión y una restricta capacidad de análisis”, aunque advertía que “se observó un cambio positivo en la mitad del curso”.

El piloto registra informes negativos en distintas etapas de su instrucción. En 2007 sus profesores señalan que tuvo problemas “en la fase práctica, debido principalmente a inmadurez y falta de autoconfianza. Presentó casos de bajo rendimiento, los cuales después de un cambio de actitud logró superar”.

Al año siguiente continuó con anotaciones negativas. Las notas finales del curso registran que fue “alumno de rendimiento bajo, con situaciones de olvido de los contenidos tratados. Requiere ejercitar las habilidades de comunicación y expresión oral”.

Entre las calificaciones más duras, se dice que “tiene una carencia de análisis para la toma de decisiones, además de demostrar en vuelo y actitudes una tremenda falta de agresividad. Deja un rato tranquilo y comienza a cometer los mismos errores”.

A esto se suma que a Mallea “se le hacen dos preguntas simples de ingeniería y no las sabe responder”. En los documentos revelados por TVN se expresa que el “alumno que demuestra poco interés y compromiso con las actividades de vuelo, además de tener pocas condiciones. No tiene un cambio de actitud. No se nota que estudia”.

Hay un instructor que deja en evidencia si incapacidad para ser piloto: “comete errores repetitivos, casi increíbles (…) se le explica el funcionamiento de los distintos switchs y galletas, pero no le da el maní para aplicarlo”.

Otro de sus profesores termina de sepultar su capacidad profesional diciendo que “no se sabe las tablas de multiplicar, por lo que no es capaz de calcular en buena forma su VT (velocidad en el conducto). Esto es básico tanto para un piloto como para un niño de tercero básico”.