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Cultura

30 de Noviembre de 2011

“Las pelolais son guerreras pero la hacen más piola”

A puro bling bling, polera de marca y reguetón pasean por Alonso de Córdova. Y les pasa algo más parecido a lo que Daddy Yankee le pasaría que a un flaite cualquiera: las minas se les acercan, un tipo los invita a una fiesta, les tocan la bocina saludándolos. Éstos son Dash y Seba, los flaites de la serie Perla de Canal 13.

Por



Se están tomando un jugo de esos del Starbucks de Alonso de Córdova que mezclan frambuesa y té verde -cosas así-, cuando una mina trigueña a punto de ser muy linda llega con un par de amigas más tímidas que ella.

-Esto no pasa en el barrio alto-, chilla, y mira al Dash y al Seba que dejan de tomar sus jugos y se sacan foto con ella, con las amigas tímidas, con todas juntas, hasta que las minas dicen chao, se ríen, se van, se siguen riendo.

-Nos gusta acá porque hay puras mujeres hermosas-, dice el Seba: aritos blinblineros, lentes oscuros, jockey rojo, diecinueve años.

-Es distinto igual. No es como estar allá- dice el Dash, los mismos aritos, jockey blanco, dieciesiete.

Cuando el Dash -Maickol Alexis González Vega, nombre no artístico- dice allá, quiere decir Maipú.

-Nos miran harto. Me tinca que vamos a traer la moda, vamos a imponer la moda de Plaza Italia para arriba.

El Seba y el Dash hablan y no hablan como flaites. Exactamente: hablan como embajadores de los flaites. Como si los flaites necesitaran ser traducidos a los no flaites.

Explican palabras: qué significa andar suicida, qué significa andar amarillo, qué significa dar manteca, qué significa andar correteado. Explican qué significa haber crecido donde crecieron porque, hasta hace no tanto, el Dash y el Seba tenían a uno más: al Celis.

Y al Celis lo mataron en la calle. Antes de que la serie estuviera al aire.

Dash: -Allá obviamente vemos cosas malas pero nosotros nos sentimos, entrecomillas, como que pasamos desapercibidos: no nos van a hacer nada a nosotros. Conocemos a todos los locos malos.

Seba: -Personalmente yo soy amigo de todos. Desde el más malo hasta el más bueno. El loco que anda en los mejores autos, en un Porche, es amigo mio.

Dash: -Somos sociables.

-¿Si?
Seba:- Es que Diosito me hizo así.

Dash:- Yo creo que porque no somos como de todas las familias que viven allá.

-¿Cómo son todas?
Dash: – O sea no como todas pero en los barrios más peludos las familias no son como unos santos y las familias de nosotros son bien creyentes, bien religiosas.

Seba:- Es que además donde vivimos nosotros es como otro mundo, es como no sé. Me gustaría un día llevar a un cuico para allá.

-¿Qué pasaría?
Seba:-Le daría miedo. Pero después se daría cuenta de que es otro ambiente no más. Porque cómo te veis tú con que te llevara a la plaza y hay cincuenta cabros tomando, con unas pistolas, fumando marihuana.

-Tomando, bien. Lo de las pistolas, no sé.
Seba: -Cachai que todos piensan que por tener armas son malos pero ellos, como están metidos en otro mundo, es como la ley que tienen que cuidarse. Yo por ejemplo conozco a locos, y varios me tienen mala, pero sé que por dentro son súper buenas personas.

-¿Qué es ser bueno?
Seba:-Ayudar al que lo necesita y hacer cosas de bien, po. Yo tengo amigos que ganan mucha plata, por ejemplo, robando y ayudan a la población, hacen eventos para los niños.

Un tipo medio guatón, de treinta y algo, se acerca y le pasa su tarjeta al Seba.

-Me llamai no más y hacemos algo en La Flaguer-, dice el tipo, se va, el Dash cuenta:

-En todos lados es asi. Igual ahora estamos carreteando más vip.

-¿Ya no con flaites?
Dash: Si igual, de repente, pero ya estamos en otra, en otra…

Seba: Igual vamos. Si vai a una fiesta y hay un flaite con la mejor tenida o una cadena buena pasa que él quiere tener la mejor cadena. Y si no la tiene puta te mira feo, te mira la cadena, y le caíste mal. Pero ahora hasta los flaites nos tienen buena. Cáchate que el otro día fuimos a una disco y llegó un viejo como terrible de bacán con unas cadenas.

-¿Viejo?
-Tenía como 27, 28 años. Y yo le dije: “Qué hacís tú” y él: “No, yo soy narco”. Y yo: “Júralo” y me invitó en su camioneta y salimos a bacilar y tenía un BMW como de ochenta palos. Así que hasta ahora los flaites de peso pesado nos tienen buena.

El Dash y el Seba hablan en tercera persona cuando dicen “flaites”. Y hablan en primera cuando cuentan qué les ha pasado: “Los fines de semana nos llegan como treinta invitaciones para carretear/Tengo dos mil invitaciones en espera en Facebook/Hay gente que hace Facebook falsos de nosotros”.

Seba: -Igual me da como rabia porque una amiga lo agregó y anda pidiendo bailes por cámara y hueás. Entonces me está dejando mal a mi.

-Tú no pedirías esas cosas…
-No. Nunca he pedido un baile por cámara. Lo juroooo-, se ríe.

Dash: -No hay pa que pedirlo si nos bailan en persona.

-¿Agarran más ahora?

Se miran, gritan a coro: -DEMACHAADOOOO.

-¿Quién agarra mejor, las cuicas o las flaites?
Dash: -Las cuicas. Jaja.

-Naaa. ¿En serio?
Seba:-Sí. Estamos impactados.

-¿Por qué? ¿Son más calientes?
Dash: -Jaajajajaajajajaajaja.

Seba:- Vez que vamos a las discos, nos regalan el vip y todo, y las cuicas gritan: “Ahhhhhhhhhhhh, chiquillos , denme su número” y después nos llaman para carretear de nuevo.

-No me respondiste la pregunta…
Seba: -Somos unos caballeros.

-¿A las cuicas les gustan los flaites para relaciones largas?
-¿Viste el capitulo de ayer?- dice Dash, y su pregunta es una respuesta, porque la serie Perla le da la razón al que dijo eso de la magia de la televisión: un flaite -Dash- conoce a una cuica -Cony-, se enamora de ella, ella se enamora de él y, aunque pase poco en la vida, pasa acá.

-Lo vi.
-Pasa re poco, pero pasa.

Seba: -Yo creo que un flaite va a pescar más en serio a una pelolais que a una wachiturra

-¿Por qué?
Dash mira al Seba y le dice: -Ya, mira, tú habla tu parte y yo hablo la mia. A mí me gusta que es algo nuevo porque me da lata ver siempre las mismas minas en el barrio. Mejor ver otro tipo de minas.

Seba:- No sé. Pienso que son más piolitas. Las wachiturras típico que andan así puro hueveando po.

-¿Qué querís decir? ¿Camboyana?
-Sí po. Camboyana.

Dash: -Guerrera

Seba: -Yo creo que las pelolais igual deben ser guerreras. O sea: las pelolais son guerreras pero la hacen más piola.

A esta hora -casi las cinco de la tarde, Alonso de Córdova- el Dash y el Seba reciben saludos y besos, y gritos buena onda; y a nadie cruza la calle al verlos, a nadie le parecen peligrosos.

-¿Pero antes, cómo era?
-Entrábamos a una tienda, a un mall en Las Condes y los guardias así con los ojos. Nosotros jugábamos con los guardias: “mira, el guardia mira quedó clavado con nosotros”, y nos escondíamos atrás de los probadores y de repente aparecía un guardia mirando, y nosotros seguíamos caminando. Si uno se da cuenta- dice el Seba. Y se ríe igual.

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