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LA CALLE

8 de Febrero de 2012

El tapizao de flaites que tiene en llamas a la tele

La evolución del flaitismo en la tele-prensa-medios de comunicación (la vida real es otra cosa) puede verse en tres partes: Parte uno: Radio Carolina, año dos mil cinco, campaña “Pitéate un flaite”. Gente se escandaliza, gente hace como que se escandaliza, gente se ríe. De cualquier forma, se empieza a definir por primera vez qué […]

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La evolución del flaitismo en la tele-prensa-medios de comunicación (la vida real es otra cosa) puede verse en tres partes:

Parte uno: Radio Carolina, año dos mil cinco, campaña “Pitéate un flaite”. Gente se escandaliza, gente hace como que se escandaliza, gente se ríe. De cualquier forma, se empieza a definir por primera vez qué se entiende por flaite. Definición precaria: flaite es el hueón que te da miedo.

Dos: En el principio de los tiempos, Dios -un tipo llamado Alex Hernández- creó Yingo. Y vio que era bueno. Dentro de Yingo, creó a los modelais y a los populais. Los modelais eran cuicos-lindos. Los populais eran los no tan cuicos y no tan lindos, y aunque flaites, como se piensa ahora en un flaite, no eran, Karol Dance -entonces, populais- dice hoy: “Yingo fue el primer programa que marcó tajantemente las clases sociales”. Y -curioso, si se piensa en la Radio Carolina, no tan curioso si se piensa en lo que iba a venir- eran los populais los que enganchaban con el público.

Tres: Dash y Seba en un café Starbucks en Alonso de Córdova. Las minas ricas rubias les piden sacarse fotos con ellos, los tipos de autos caros les tocan la bocina saludando, la gente los invita a las fiestas y ellos dicen que tienen a las cuicas vueltas locas.

Años dos mil once-dos mil doce: fin del mundo e irrupción de los flaites en la tele. Los de Perla: Dash, Seba, Yaritza; los Wachiturros, la imitación wachiturra de Yingo (El Macho y el Rey), Junior Playboy en 40 o 20, Huaiquipán en Mundos Opuestos y etcétera, etcétera, etcétera, donde uno de los etcéteras es lo que dice Marcelo Arismendi, del matinal de CHV, sobre su programación: “La sección del flaite es de lo más visto en el año”.

El nuevo flaite -el nuevo flaite televisivo- ya no es el hueón que te da miedo. El nuevo flaite es el que tiene conciencia/orgullo de su flaitismo, el que lo explota, el que se viste de tal forma (cejita depilada, ropa de marca cara) y es, sobre todo, un tipo que hace reír porque habla como ningún otro.

Lo saben bien el Dash y el Seba, cuando usan términos como andar suicida (y la explicación es casi mejor que el concepto: “andar erótica, andar hermosa”), cuando dicen dar manteca (dar jugo) y cuando dicen la mejor entre las mejores frases: “Ella tiene lo suyo, le falta lo mío”. Lo saben tan bien que hasta diccionario en LUN les hicieron, que hasta llegaron a tener su propia sección en el Bienvenidos y tendrán su propio docurreality en canal 13.

Lo sabe bien Francisco Anderson Huaiquipán cuando dice frases flaites que muestran orgullo de flaite: “Imagínate, en el Colo soy el más indio entre los indios y eso es grandioso”/“Entrené mal, porque de desayuno comí puré picante con longanizas”/ “Yo estoy en el lado bueno, soy vecino de la abuela de Iván Zamorano y tengo hartos amigos, como el Richie, el Tanti, el Tino y el Luis Andrés”.

Sabe bien Sergio Nakasone -el japo/argentino creador de Mundos Opuestos-, aunque diga que al Huaiqui no lo castearon por flaite, cuando dice: “Lo llamamos porque es muy ocurrente. Su léxico es súper divertido”, qué es lo que la gente quiere ver.

Y sabe bien Marcelo Arismendi, que organiza un concurso muy veraniego de flaites (no lo digo yo, lo dice él) tirándose a la piscina mientras suenan los Wachiturros: “Estos personajes flaites que aparecen no son la norma común. Cumplen con los requisitos de salir en pantalla: andar contentos, andar felices, reirse de todo. Puede que el flaite en su ambiente normal sea más brígido, como dicen por ahí”.

Si se hace la suma Perla + flaites, lo primero que aparece en la cabeza es el Dash y el Seba. Nunca Yaritza, la mina rubia del papá alcohólico. Porque Yaritza no es la flaite de la tele, el estereotipo buena onda-chistoso, si no -aunque suene cursi- es de la gente que uno se encuentra en la vida.

Y eso lo sabe bien -mejor que nadie- Karol Dance, ex rey de los pokemones, actual príncipe de tuiter:

-Si bien a nadie le gustan los flaites, o no le gustaría ser flaite, es entretenido verlos. A los flaites en vivo y en directo les hacemos el quite, pero en la tele no nos van a hacer nada.

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