“Mi papá es de mi mismo color”

Eduardo Cruz Jarvis es blanco. Ésa es la primera realidad que choca con la idea de encontrarse con la réplica exacta del hijo de.

28 años, blanco -blanquísimo-, bajito, sin ganas de entrar a un reality, con las revoluciones por sobre el promedio del resto del universo, estudiante de periodismo de la Universidad del Pacífico, Eduardo Cruz Jarvis entra en la tele -conductor del nuevo programa de Vía X, “Ponte tú”, por una puerta extraña. Ni hijo de Don Francisco ni hijo de nadie. Hijo de una categoría extraña de la tele. La misma en la que están Bernardo de La Maza y Javier Miranda. La de ex conductor de noticias de la tele. La de reliquia.

El recorrido de Cruz Jarvis empieza en periodismo, Universidad de Los Andes.

-En ese tiempo se estaba discutiendo la ley de divorcio y a mi igual me gustaba ir contra el sistema así que escribía sobre eso. Y no les parecía que el tema estuviera bien elegido. Cosas asi que decíai: “chuta”.

-Igual si vas a la de Los Andes sabes a lo que vas, más o menos.
-Claro. Pero yo quería desmitificar.

Sin desmitificar, dura un año y se va, entra a kineseología, se va de kineseología, viaja a Buenos Aires para estudiar periodismo deportivo, termina, vuelve a Chile y entra a periodismo -a secas- de nuevo.

-¿Por qué la tele?
-Tengo muchas cosas que decir y esta es la forma.

-¿Qué?
-Las voy a ir descubriendo en el camino. Yo soy súper crítico. Súper crítico. Tengo mirada crítica y puntos de vista.

-¿Te hace presión que tu papá sea tu papá?
-No. Presión no. Pero si es un referente. Y a lo mejor en lo que me ayuda esta experiencia es que cacho como son los medios, cacho como es la gente que trabaja en los medios.

-¿Cómo es?
-Difícil.

-¿Por qué?
-Porque si poh. Por ejemplo tú estai acá pescándome porque soy hijo de, porque estoy empezando pero si fuera cualquiera no me pescarías. Y esperando que diga algo para golpear. Pero hay mil y otra gente en el canal que hace cosas todos los días pero tu estai acá porque soy hijo de.

-¿Y eso es malo?
-Es parte de.

-¿Qué pensabas cuando tu papá aparecía en un reality?
-Era chistoso

-Debe ser raro.
-Es raro. Es súper raro.

-¿Qué hacías cuando lo veías joteando a Dominique?
– Sabía que era mentira. La Dominique puede ser mi hermana chica. Mis amigos me mandaban mensajes que decían: “buena tu viejo hueón. Ídolo”.

-¿Y tú entrarías a un reality?
-No.

-¿Por qué?
-Me cuesta estar mucho rato encerrado. Soy súper inquieto. Hoy día tendría que dejar la universidad y patear un año más. No me interesa. El día de mañana quizás voy a tener cabros chicos, me daría susto tener que ir a un reality y dejarlos tres-cuatro meses botados, como pasó con mi hermana chica. A ella sí le daba lata que mi papá estuviera en un reality. Es una cosa de personalidad. Le daba lata que le dijeran: “oye tu papá sale con la mina, a tu papá lo nominaron”. Y, para serte sincero, no me gustaría estar en un reality por la sobreexposición. No estoy ni ahí con aparecer en cierto tipo de programas

-¿Y te sorprendió que tu viejo entrara?
-Para serte sincero, sí. Sii po. Si llevaba buenos años sin hacer ruido. Y, de repente me dice: “Oye, me llamaron del reality ¿les tinca?”. Mi respuesta fue: “Si vai a ser feliz, si vai a estar contento, dale” Y él nos dijo: “lo que vean en la tele, está ahí. El show empieza cuando se prende la tele y se termina cuando se apaga”.

Se arman personajes. La gente de la farándula lo entiende bien
-A veces no tan bien porque prestan su vida.

-Pero yo creo que eso es parte del personaje.
-Están 24 horas al servicio de eso. Si ellos creen asi y pa ellos está bien, bien. Yo prefiero venir acá hacer mi pega y tener mi vida real.

-Esto no tiene nada que ver, pero encuentro gracioso que seas tan blanco.
-Jajaja. Mi papá es de mi mismo color.