“Queremos que Levy venda sus acciones y se vaya”

Foto Alejandro Olivares

¿Cómo ves lo que está pasando en Colo Colo?
-El club vive una polarización aguda y está al paso de la ingobernabilidad.

¿Esto es culpa de los dirigentes?
-Los dirigentes son los que hacen las contrataciones y queda la duda de si los jugadores llegan por un tema técnico o porque hay negocios de por medio. Esta dirigencia no da confianza. Para la presidencia de Colo Colo hay que tener cuero de chancho, porque en términos mediáticos es tan importante como la presidencia de la República.

¿Por qué pedían la salida de Hernán Levy?
-Porque le envié un correo electrónico donde le exigí que le dijera a Leonidas Vial (presidente de la corredora de bolsa Larraín Vial) que transparentara su relación con José Yuraszeck. Todos sabemos lo que fue el Caso Chispas, cómo ellos se enriquecieron a costa de miles de chilenos, y no queremos este tipo de conductas en Colo Colo. No puede Larraín Vial estar en Colo Colo y en Azul Azul. Eso le exigimos a Hernán Levy, que como presidente llamara a la transparencia, pero como no tuvo los pantalones para hacerlo, asumimos que avala esta situación y tenía que dar un paso al costado. Leonidas Vial controla tres directores de Blanco y Negro. A la larga, el maneja Colo Colo y es íntimo de José Yuraszeck, el presidente de Azul Azul. ¿Dónde está la ética? Ellos están en esto sólo por un tema comercial, por los ciclos. Te explico, ellos dicen: ‘vamos a dar tres años malos a Colo Colo y vamos a generar un buen ciclo en la U’. Así, las acciones de Colo Colo bajan y con las ganancias que obtienen en las acciones de Azul Azul compran más acciones de Colo Colo. Después lo hacen a la inversa y fomentan su lucro, su negocio y juegan con la ilusión del pueblo. Sabemos que esta gente vino a hacer negocios, pero no pueden caer en la falta ética, en la falta de transparencia de tener a los mismos actores en dos clubes que, por historia, son archirrivales.

Una conspiración para adueñarse de Colo Colo.
-Obvio, por eso nos llama la atención que habiendo hecho una marcha pacífica, hayamos recibido ataques de periodistas. Tocarles el bolsillo les duele más que seamos violentos.

¿Por qué denuncian esto ahora?
-Porque nosotros nos enteramos de esto con la salida de Felipe Bertín, que salió de Blanco y Negro por desacuerdos con Hernán Levy. Una persona cercana a él nos comentó sobre la relación de Leonidas Vial, José Yuraszeck y Azul Azul. Ellos están matando a Colo Colo y el equipo no va a despegar mientras esté esta gente. Ahora estamos viendo cómo ofrecen la presidencia del club a sus amigos, como si fuera un remate.

¿Cómo era tu relación con Hernán Levy?
-Distante, porque él tenía un manejo sectario, no era una persona cercana, y nosotros en la Garra Blanca, por ser una organización de facto y uno de los movimientos sociales más masivos del país, tenemos la ideología de que las relaciones con las personas son de piel, que se construyen a base de valores, creando vínculos afectivos, de amistad. Por eso a Levy fue poco y nada lo que se le pudo orientar de cómo tenía que hacer las cosas. Tenía un manejo feudal, como se lo dije su cara una vez: “parece que usted fuera un patrón de fundo y esto es Colo Colo, es popular, transversal, e involucra a todas las clases y tendencias religiosas y políticas del país. Si usted no lo entiende es porque no tiene idea de dónde está parado”.

¿Qué dijo él?
-Que no era ningún patrón de fundo, que era el mejor presidente que había tenido Colo Colo. Pero eso no es cierto.

¿Qué piden ahora?
-Que se revise el contrato de concesión y se establezca una cláusula para la elección del presidente: el directorio propone un presidente y la asamblea de socios al día debe aprobarlo o rechazarlo. ¡Exigimos democracia en Colo Colo! Queremos que Levy venda sus acciones y se vaya. También que se hagan públicos todos los contratos de los jugadores, de manera de saber el precio que se paga y los representantes que participan en las ventas. Hay jugadores que no merecen estar en Colo Colo. Eso habla de irregularidades. El hincha debe ser un fiscalizador de este manoseo que están haciendo, porque Colo Colo tiene un paupérrimo desempeño deportivo. Tenemos el ejemplo de River Plate, que en tres años de mala gestión se fue a la “B”, por malos dirigentes. Eso es lo que no queremos que ocurra acá.

Es bien poco probable que los dirigentes hagan lo que ustedes piden.
-Es que da lo mismo si quieren o no. Vamos a radicalizar las movilizaciones. Podemos cantar, hacer actos culturales pacíficos y crear una conciencia de lo que le están haciendo a nuestro club. Ellos dicen que estas manifestaciones han sido manipuladas y orquestadas, pero eso no es así. Todo un estadio, 35 mil personas, pidió el otro día que se fuera Hernán Levy, están los videos. ¿Cómo pueden seguir pensando que esto está manipulado?

¿Amenazaron a Levy?
-No hemos amenazado a nadie. Hemos sido lo suficientemente transparentes con los medios y el hincha. Si él se siente amenazado, tiene que hacer la denuncia a la fiscalía. Nosotros no nos manejamos de esa manera, si no nos parece algo vamos de frente, pero no tenemos por qué andar amenazando.

¿Es verdad que Aníbal Mosa los está financiando?
-Al señor Mosa no lo conozco, nunca he cruzado una palabra con él y desconozco qué quiere hacer. En ningún caso lo vamos a apoyar porque no sabemos quién es. Si quiere ser presidente, tendrá que transparentar su proyecto en una asamblea de socios, donde estén todos los hinchas del club que deseen escucharlo, porque hoy en día en Colo Colo nadie escucha. Imagínate, que no se puede ir a los entrenamientos y Blanco y Negro usa sus contactos para llenar de policías el estadio. En Colo Colo hay prácticamente una dictadura y si tienen que irse todos, se van todos. Pero ya están declaradas personas non gratas en el Monumental.

LA GARRA BLANCA
Cuando Levy llegó a la presidencia aclaró que Blanco y Negro sí le pasaba dinero a la Garra. Hace poco dijo que ese financiamiento se había cortado. ¿Es así?
-Nunca hubo financiamiento. La ayuda que nos brindaron, y sólo en ciertas ocasiones, fue prestarnos un bus o arreglarnos un bombo o la confección de algunas banderas. No me interesa que el señor Levy diga eso, porque no dependemos de él. Al revés, él depende de nosotros, porque si cantamos todos los partidos en su contra no va a entrar más al Monumental. Con 500 millones de dólares en su bolsillo, Hernán Levy depende de nosotros.

¿Tiene algo de malo que los clubes financien a las barras?
-El financiamiento puede ser bueno o malo, es relativo. La barra, a fines de los 90′, tenía mucho financiamiento, pero esos recursos eran invertidos en drogas, y eso llevó a la barra a peleas a cuchillazos. Pero si esa ayuda es invertida en la logística de la barra, en globos, en colorido, no tiene nada de malo que se financie. Nosotros hacemos vacas, rifas de camisetas, tenemos una revista, y vendemos espacios publicitarios en la página web.

¿Cuál es la estructura de la Garra Blanca?
-La barra tiene un jefe que soy yo. Me secundan cuatro personas y posteriormente vienen 60 personas, los jefes de los piños. Tenemos una jerarquía y normas internas que no están escritas, pero conocidas por todos. Las personas que son parte de la jefatura saben que los días de partidos no pueden tomar ni consumir drogas, porque tenemos que dar un ejemplo. Tenemos una reunión semanal de jefaturas afuera del estadio, y cada persona lleva dos mil pesos de cuotas y somos cerca de 400 personas. En total, recaudamos como 3 millones 200 mil pesos al mes. No dependemos de Blanco y Negro.

¿Cómo llegaste a ser el líder de la barra?
-Entré a la barra con 12 años, en 1992. Siempre he vivido en Plaza Italia, en un barrio de clase media, y me costó hacerme espacio, por mi condición social. El año 2002 me invitaron a participar de una agrupación llamada “La Familia”, que quería sacar a las personas que en ese momento conducían la barra. Allí adquirí connotación. Con el pasar de los años mi figura se fue acrecentando y me consolidé como el líder de la barra. Te soy franco, igual hay gente que no está ni ahí con uno y uno tampoco está ni ahí con esa gente. Pero la gran mayoría de la barra avala la gestión.

¿Por qué te dicen Pancho Malo?
-Antes me decían Pancho El Sangriento, porque siempre estaba vinculado, con grupos de la barra, a enfrentamientos con la barra de la U., como rayarles la sede, quitarles los lienzos. Como encontraban que ese apodo era muy largo, quedó en Pancho Malo, porque es más corto.

¿Te peleabas siempre con la barra de la U.?
-Cuando era más joven, nos gustaba quitarles los lienzos, que es parte del folclore de la hinchada. Pero con el pasar de los años son otros los que han tomado esos hábitos.

Eso es súper criticado, porque genera violencia.
-Es que esto es algo externo, es fuera de la cancha, no creo que le haga mal al fútbol. El folclore de la barra, los cánticos, mostrar los lienzos al revés, es otra cosa. Los lienzos se ganan en la calle y los que tenemos los hemos ganado así. Son como trofeos de guerra, estandartes, como la bandera de 30 metros de la U que les tenemos, la que pisaron los jugadores de Colo Colo para el arengazo histórico.

¿Cómo es tu relación con tus enemigos?
-Una vez, el 2 de octubre del 2007, trataron de asesinarme afuera de la casa de mis padres. Fueron dos microtraficantes que habíamos expulsado el 2006, porque en la barra nosotros no avalamos esa conducta. Las drogas son sucias y si nos vinculamos a eso perdemos apoyo y credibilidad. El choro es choro, y lo respetamos, los chicos que roban bancos, hay un respeto, pero en el estadio se manejan otros códigos. Nuestros mecanismos son el diálogo, la cercanía, compartir con la gente, reunirnos en la semana, creando vínculos de amistad, esa es la forma de conducir una barra. Uno no puede andar golpeando a su propia gente.

¿Te amenazan mucho?
-Uno ha pasado por todo tipos de cosas, pero no ando preocupado. Ando solo, sin guardaespaldas, no tengo por qué si no soy un gánster ni un mafioso. No ando con miedo y si algún día me llega la hora es porque es parte de la vida.

¿Qué te dice tu familia?
-Mi familia sufre cuando a uno lo tratan de delincuente, sin tener prontuario. Pero es parte de la actividad. Por más que uno haga actividades sociales -como cuando ayudamos con 250 toneladas de comida a Constitución para el terremoto- seguimos teniendo mala imagen. Pero no nos interesa lo que diga el periodismo, somos como somos y al que le parezca bien y al que no, también. Nos han estigmatizado, a pesar que tenemos buena conducta y que las marchas nuestras terminan sin detenidos.

¿Qué piensas del plan Estadio Seguro?
-Que no sirve para nada. Me comuniqué con Cristián Barra, director de Estadio Seguro, y lo invité a que viera nuestro trabajo, pero él cree que va a controlar todo desde La Moneda. Pero no, acá la barra la controlamos nosotros. Ellos quieren vender una imagen de que están haciendo algo, pero no hacen nada, y además cobran sueldos millonarios por estar sentados. Si a Cristián Barra realmente le interesa el tema, tiene que ir a las barras, meterse en el estadio y ver cómo actuamos. El otro día tuve una reunión con el general Olivares, que es el que está a cargo de la seguridad, y me manifestó que la barra de Colo Colo ha tenido una excelente conducta este año. Lo dijo también el oficial de Carabineros durante la marcha, que éramos un ejemplo. Pero hay gente que quiere que volvamos a hacer desmanes, para que se validen sus discursos baratos.

FÚTBOL Y POLÍTICA
¿Qué relación hay entre el fútbol y la política?
-Van de la mano.

¿Participan en las campañas políticas?
-Sí, nos llaman de todos los partidos para que colguemos carteles o peguemos afiches. Si no lo hacemos nosotros, lo hace otra gente. Y los muchachos necesitan trabajo.

¿Te llaman a ti?
-Sí, y yo hablo con los muchachos y pregunto quién quiere trabajar. Se junta la gente y se hace el trabajo. Esto es a título individual y no es que la Garra Blanca trabaje para determinado partido. Pero ojo: nosotros no somos grupos de choque.

¿Trabajaron para Sebastián Piñera?
-No, porque había poca plata, no había trabajo. Las campañas que fueron buenas fue para la elección entre Lavín y Lagos. Ahí sí que hubo trabajo, para ambos candidatos.

¿Qué te pareció el paso de Sebastián Piñera por Colo Colo?
-Es un político, ve su conveniencia. Colo Colo es una vitrina social importante y por eso estaba allí. Para mí él no representa un vínculo afectivo con el club. ¿Por qué va a estar acá si no es colocolino? ¿Porque tiene plata? Esa gente no sabe que Colo Colo nació de una disidencia en Magallanes y no porque un grupo de economistas y empresarios dijo formemos Colo Colo. Ellos desconocen nuestras raíces, por eso no sienten, no comprenden, no palpan lo que es Colo Colo.

¿Te juntaste alguna vez con Piñera?
-Cuando Colo Colo ganó el título 2009 estábamos en la celebración con el plantel y se acercó a saludarnos, pero nada más. Nunca hubo trato.

¿Eres de derecha o de izquierda?
-Tengo mis ideas particulares, pero el día en que entré a la jefatura de la barra me desligué de cualquier tema político. Colo Colo es transversal y no puedo faltarle el respeto a la gente del club.

Pero una vez vi una foto tuya con Pinochet.
-Sí, una vez me invitó a un almuerzo. Pero, en la barra, mis grandes amigos son de izquierda. De hecho, mi familia era cercana a Salvador Allende. Por el lado de mi madre hay exiliados y Allende iba a la casa de mis abuelos.

¿Pinochet te invitó a almorzar como líder de la barra?
-No, fue a título personal, por una persona que yo conozco que era cercana a él.

¿Hablaron de Colo Colo?
-No, de temas de país, nada que ver con Colo Colo.