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Nacional

29 de Mayo de 2012

La caída de la Uniacc

Sin acreditación 2012, con números rojos desde hace dos años y un plazo fatal para equilibrar la institución de aquí al próximo año, la otrora universidad que promocionaba sus carreras con rostros de tv pasa hoy por su peor momento:no están acreditados, sus alumnos no pueden optar al Crédito con Aval del Estado; despidieron a 140 trabajadores y llegó a matricularse un 40% menos de alumnos que en otros años. El 2013 es su plazo fatal, según ha dicho su grupo contralador, para equilibrar las arcas.

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A fines de noviembre del año pasado, los representantes de Apollo Group en Chile informaron a sus oficinas centrales en Estados Unidos que la Uniacc no recibiría acreditación institucional para este 2012. La noticia no cayó bien en el holding norteamericano -que adquirió ese plantel en 2008- y terminó con la salida del presidente del grupo en Chile, Hermann Schwarz, tras la proyección de que este año tendrían al menos un tercio menos de matriculados en sus aulas.

Las razones de la Comisión Nacional de Acreditación fueron varias: aseguramiento de calidad no logrado, más funcionarios de los que requería su estructura, situación financiera riesgosa y altos niveles de deserción versus bajos niveles de titulación. Todo eso, además de un insuficiente autoevaluación de lo ocurrido con las becas Valech y la venta de la universidad, tema importante para las evaluaciones de la CNA.

Con lo anterior, el 2012 se puso color hormiga: Al no estar acreditados, los alumnos no pueden optar al Crédito con Aval del Estado -ya rebajado al 2%- y llegó a matricularse un 40% menos. A principios de mayo vino el finiquito de 140 trabajadores, incluído un decanato, y el suspenso se instaló en Avenida Salvador #1200, donde varios miran con resignación hacia fines del 2013, plazo fatal que puso Apollo Group para equilibrar las arcas de la universidad por la que han invertido más de 60 millones de dólares desde su compra.

Uniacc en rojo

Aunque muchos indican el conflicto por las becas Valech como punto de partida de los problemas de la universidad, conocida hasta hace poco por contar con actores de teleseries, conductores de televisión y hasta al guitarrista de Los Tres, Ángel Parra, como rostros que invitaban a estudiar en ella, el primer strike lo dio la no acreditación de la CNA.

En efecto, el informe de la CNA es lapidario. Además de cuestionar su gestión, calidad de la enseñanza y la política del “aprender haciendo” en las carreras que no son ligadas al Arte o las comunicaciones, el documento revela las cifras negativas en sus estados financieros.

Desde 2008 en adelante, la universidad subió su nivel de endeudamiento Leverage de 2,5 en 2008 a 4,1 en 2010 y perdió el 51% del patrimonio entre 2009 y 2010. Con esos números, la pérdida en la matrícula de este 2012 los dejó en ascuas. Tanto así que el mismo rector tuvo que reconocer el olor a gladiolo.

“La nueva acreditación que tenía que hacerse el 2010 en dos ocasiones no es concedida por la CNA, lo cual implica que los alumnos nuevos no tienen acceso al CAE. Este año había mucho más interés de ocuparlo con la baja de interés (de 6% a 2%) y por eso tuvimos una baja en la matrícula de entre un 35% y un 40% de alumnos nuevos este 2012. De no reajustar personal, tendríamos que haber cerrado”, dice el rector de la Uniacc, Juan Enrique Froemel.

Froemel, ex rector de la PUCV y la Universidad Autónoma, dice que mantienen el apoyo irrestricto de los sostenedores del plantel. Es más, se declara absolutamente seguro de sacar adelante a la universidad que lleva dos años sin utilidades y números rojos. Balances heredados de la administración del PPD Daniel Farcas, a quien toda la comunidad universitaria apunta como culpable de lo que pasa hoy en la universidad.

El rector, sin criticar directamente a Farcas, quien lideró la universidad en esa época y que salió del cargo después de un sumario interno en 2010 -aunque fue a parar al área internacional de e-learning de Apollo Group, justamente el programa que persigue instaurar la Uniacc desde entonces- dice que la entidad no tenía equilibrio y que con el escándalo de las becas comenzó a irse a pique.

“Con el caso Valech (Uniacc) tuvo que cerrar un montón de sub-sedes que tenía en Chile, finiquitar a un montón de gente y un costo de los alumnos programados hacia adelante porque la universidad decidió cerrar el programa. Se mantuvo a los alumnos que venían en tránsito y algunos todavía siguen, pero hubo que hacer la pérdida”, señala.

A Farcas, actual coordinador de la Red Ciudadana Santiago Norte y ex vicepresidente de la comunidad judía, le achacan incluso haber conseguido el listado de los posibles beneficiados Valech, dada su participación en varios gobiernos de la Concertación, amistad que hasta hoy mantiene con el “Girardismo” en el PPD, partido al que pertenece.

La sombra Valech

Desde hace unas semanas, los frontis de las dos sedes en avenida Salvador de la Uniacc están empapeladas de nombres de los funcionarios despedidos y carteles que apuntan a Froemel como el responsable de la situación actual de la universidad.

Lo dicen los alumnos, que a la rápida se han organizado en centros de alumnos -los que no tenían- y han montado incluso algo de comunicación con el rector para saber qué va a pasar de ahora en adelante. Por su parte, Froemel dice que la universidad tiene que resolver un problema financiero que tiene varios orígenes, uno de ellos el de las becas Valech.

Lo dice porque la universidad tuvo que devolver el dinero recaudado durante esos años y dejó de recibir desde 2010 ingresos por esos programas, los que tenían incluso un departamento exclusivo para su administración al interior de la universidad.

Eso fue el 7 de abril de 2010, cuando el programa “Esto no tiene nombre” reveló un millonario fraude con los beneficios otorgados por el Estado a las personas incluidas en el “Informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura” (otorgados por la ley Nº 19.992) o a sus familiares directos.

El fraude consistía principalmente en dar cursos de magister a personas que aún no terminaban su enseñanza media. Por esta vía, entre los años 2005 y 2008, la Uniacc recibió más de 5.200 millones de pesos por este programa, los que se acabaron abruptamente en el plantel tras la denuncia. En la universidad aún quedan alumnos con ese beneficio, pero el cataclismo mediático y financiero en esa oportunidad obligó a la universidad a cerrar las oficinas destinadas a ese programa y despedir a unas 150 personas.

Y justamente, la CNA le pidió respuestas sobre este tema a la universidad, los que no fueron incluidos en el informe de Autoevaluación y que tampoco se explicitaron una vez que la universidad apeló a la decisión de la entidad que entrega acreditaciones a las instituciones de educación superior.

Además, la Comisión pide cambiar el término “venta de la universidad”, acuñado en los informes entregados por la Uniacc y que según la CNA constituye un lenguaje “jurídicamente impreciso y equivocado”.

Con todo, a la universidad le queda una última instancia de apelación a la CNA, que vence al final de la primera semana de junio, y a la que Froemel aseguró a este medio que acudirán. De no convencer esta vez a la Comisión, la entidad quedará por dos años suspendida para postular y seguirá sin darles la posibilidad de estudiar con CAE a sus alumnos.

De todas formas, el rector dice que estarían dispuestos a seguir sin acreditación y que la universidad por ningún motivo se cierra. “Si estamos haciendo esto es precisamente porque pensamos y estamos decididos a seguir. La universidad no se acaba y eso te lo puedo decir con absoluta certeza”, dice.

The Clinic Online buscó una apreciación sobre este tema desde el Mineduc, pero el ministerio se excusó por encontrarse en el extranjero el encargado de la División de Educación Superior, Juan José Ugarte. De la misma forma, TCO intentó comunicarse con Daniel Farcas, pero a través de terceros se excusó de participar.

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