El día en que Hinzpeter firmó la entrada de Peña al Ministerio de Interior

El 6 de abril del 2011, en un evento en la Región de Tarapacá, el ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter levantaba las cejas detrás de los anteojos para decir, con rostro de asombro, que no tenía idea de que el hasta entonces fiscal regional sur, Alejandro Peña, hubiera renunciado a su cargo y fuera a pasar a formar parte de las filas de los suyos en Interior.

“El fiscal Peña comparte algunas cosas con este ministro que es una visión de que a la delincuencia hay que combatirla sin temor, si es que él quiere buscar nuevos destinos, bueno (…) encantado de conversar, pero hoy día no estoy, para ser honesto, en condiciones de darles ninguna información más precisa respecto del futuro del fiscal Peña”, dijo el abogado con cara de yo no fui.

Teoría que repitió la semana pasada en el improvisado banquillo del Tercer Tribunal Oral cuando prestó declaración en el Caso Bombas: según su versión, en ningún momento participó en la contratación del ex fiscal Alejandro “chico” Peña para cumplir labores en esa cartera, cuando fue consultado por la defensa de los anarquistas acusados.

Sin embargo, el decreto de contratación al que tuvo acceso exclusivo The Clinic Online, está firmado precisamente por él.

En el documento se establece que Peña fue contratado el 11 de abril de 2011 -cinco días después de la sorpresa hinzpeteriana en el norte- sin que el decreto estuviera totalmente tramitado con la toma de razón de la Contraloría, lo que indica la prontitud que tenia Interior de tenerlo entre sus filas.

Si Peña no se hubiera retirado del Ministerio Público, habría sido sancionado por “conductas reprochables”. La frase corresponde al fiscal nacional Sabas Chahuán, quien dio a conocer ayer el resultado de la investigación en contra de Peña por su trabajo en el caso bombas.

El castigo, dijo Chahuán, no puede ser aplicado, porque ya no trabaja en el organismo perseguidor.

“Hay actitudes que se podrían reprochar y, eventualmente si hubiera formando parte de la Fiscalía podrían haber sido sancionadas, pero como él ya no forma parte de la Fiscalía, la ley nos impide sancionarlo”.

Uno de los detalles conocidos fue que mientras Peña tomaba decisiones en el caso, al mismo mantenía conversaciones con la Interior -querellante en la causa- para conseguir pega en la cartera. En suma su objetividad estaba comprometida, sostuvo Chahuán.

En esa línea, tampoco se acreditó responsabilidad de Hinzpeter en el caso.

Historia de una mufa

Hay que recordar que el caso bombas comenzó a mediados de 2000 cuando explotó un artefacto en la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), los que fueron seguidos por una larga lista de atentados. La primera indagatoria la llevó la Fiscalía Oriente, pero en 2011 luego que un artefacto explotara a pocas cuadras del Presidente Sebastián Piñera, el fiscal nacional Sabas Chahuán, se lo entregó a Peña, con el fin de acelerar el caso.

El “chico” formó un equipo especial para llevar adelante la misión y acusaron a más de una decena de personas por asociación ilícita terrorista.

Sin embargo, el desorden de las pruebas y lo feble de algunas evidencias, derivaron en que la Corte determinara que la figura penal no podía aplicarse a los imputados. De esta manera, el Ministerio Público se quedó sólo con 6 acusados y con delitos menores.

Fue en ese contexto que Peña partió a trabajar a Interior, generando polémica, ya que surgieron voces de que la celeridad que le imprimió al caso se debió a que era la moneda de cambio para tener pega en el gobierno.

Actualmente, el caso está en sus últimas semanas antes de que el tribunal oral entregue el veredicto de si los acusados son culpables o inocentes, luego de lo cual se conocerá el fallo donde se aplicarán las penas o las absoluciones.

Mira el polémico decreto con la millonaria de Hinzpeter: