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Mundo

6 de Septiembre de 2012

Diez rarezas de los Juegos Paralímpicos de Londres

Las medallas, las controversias y el entusiasmo desmedido del público han acaparado los titulares de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, pero son muchos los detalles que han sembrado un gran signo de interrogación entre los espectadores. ¿Por qué no hay sordos en los Paralímpicos? Mientras las personas invidentes o los minusválidos gozan de un […]

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Las medallas, las controversias y el entusiasmo desmedido del público han acaparado los titulares de los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, pero son muchos los detalles que han sembrado un gran signo de interrogación entre los espectadores.

¿Por qué no hay sordos en los Paralímpicos?

Mientras las personas invidentes o los minusválidos gozan de un protagonismo especial durante los Juegos, muchos se preguntan dónde están los atletas sordos.

La decisión sobre cuáles deportes y qué tipo de discapacidad forman parte de los Paralímpicos recae en el Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés), organismo al que no están afiliados las federaciones que representan los deportes para personas con problemas auditivos.

Según la Asociación Paralímpica Británica los deportistas sordos -y sus federaciones- formaron parte del movimiento paralímpico en un principio, pero que decidieron separase y crear su propia asociación y sus propios juegos, que se conoce como los “Juegos Silenciosos”.

Posición que según Stuart Harrison, vicepresidente de los Deportes para Sordos británico, “no es un punto de vista muy conciliador”.

Harrison explicó que el organismo de Deportes para Ciegos (ICSD) fue admitido por el Comité Olímpico Internacional (COI) en 1955 con los mismos derechos que una federación deportiva internacional.

Agregó que trató de unirse al IPC en los noventa para reducir costos y aprovechar la exposición pública de los Juegos Paralímpicos, y que incluso el COI estaba en favor del cambio.

Pero que los requisitos de comunicación de los atletas sordos -especialmente el uso del lenguaje de señas- y el costo de los interpretes y del aumento considerable de atletas en los Juegos, condicionaron al ICSD de seguir adelante la fusión.

“Básicamente es que no pudimos llegar a un acuerdo,” dijo Harrison.

No hay gimnasia

Varios de los deportes paralímpicos surgen de adaptaciones a sus pares olímpicos, como la natación, el ciclismo, y el atletismo. Pero uno de los deportes más populares, como la gimnasia, no tiene su versión paralímpico, por lo menos en los Juegos.

“Los deportes que están incluidos en el programa han evolucionado con el paso del tiempo y cuentan con un número de atletas que lo practican en un mínimo de continentes”, explicó una de las atletas paralímpicas más laureadas, la británica Tanni Grey-Thompson. “Seguramente muchas personas discapacitadas practicarán este deporte, pero imagino que todavía no hay suficientes en este momento”.

Tampoco hay boxeo, pero no quiere decir que en el futuro no exista la posibilidad de que sean admitidos. En Rio de Janeiro, por ejemplo, debutará el triatlón.

¿Por qué no se presentan a los atletas?

Durante los Olímpicos, la mayoría de los atletas fueron presentados en los estadios antes de competir, especialmente durante las sesiones de atletismo.

Pero durante los Paralímpicos, este honor es reservado para unos pocos, y la mayoría son los representantes del país anfitrión.

¿Por qué? Por el amplio número de modalidades que se están llevando a cabo al mismo tiempo. Sería prácticamente imposible no interrumpir la concentración de los atletas que están compitiendo y “no terminaría nunca”, como resaltó el periodista de la BBC Tony Garret.

Un récord mundial sin haber ganado

Un atleta puede llegar segundo, e incluso fuera del podio, y establecer un nuevo récord mundial.

Este fue el caso del sudafricano Arnu Fourie, quien en una de las series de los 200 metros planos T44 batió el récord mundial al llegar en segundo lugar por detrás del estadounidense Blake Leeper. Pero Leeper no superó ninguna marca.

Muchos se rascarán la cabeza y se preguntarán cómo es posible. La respuesta es que en muchas pruebas participan atletas con diferentes discapacidades y los récords corresponden a sus respectivas clasificaciones.

Fourie, amputado de una sola pierna (T43), corrió la distancia en 22″57 participando en una prueba para atletas con las dos piernas amputadas (T44). Los organizadores juntaron ambas categorías por la falta de atletas en la T43.

Las extremidades no siempre son importantes

La polémica que generó el sudafricano Oscar Pistorius tras perder la final de 200 metros planos (T44), justificando su derrota al tamaño de las prótesis del brasileño Alan Fontales Oliveira, tal vez den la impresión que las prótesis y su configuración ofrecen siempre una ventaja.

Pero está muy lejos de serlo, por lo menos no es así en todos los deportes. En natación y voleibol son muchos los atletas que se despojan de sus prótesis habituales para poder competir, mejorando su rendimiento.

“No hay ningún tipo de ventaja en usar las prótesis en la piscina”, dijo Garret, agregando que “hasta se podrían hundir”.

Ni NBA ni “dream team”

Sea en los Olímpicos o en los Paralímpicos, o en cualquier lugar del mundo, la cancha de baloncesto tiene exactamente el mismo tamaño (28×15 metros) y los aros se encuentran a la misma altura (3,05 metros).

Lo que quiere decir que los jugadores en silla de ruedas, los Paralímpicos, tienen que lanzar la pelota a más distancia y anotar se hace más difícil.

“Cuando el deporte fue creciendo se quiso modificar la menor cantidad de reglas posibles para mantenerlo lo más idéntico al deporte”, explicó Grey-Thompson. “Pienso que no sería lo mismo si bajaran la altura de los aros”.

El otro punto positivo es que al mantener las características el baloncesto es un deporte que se puede jugar en cualquier parte.

La pelota rebota dos veces

Si han visto un partido de tenis en silla de ruedas se habrán dado cuenta que la principal diferencia es que la pelota puede rebotar dos veces antes de que el jugador la devuelva.

Y el segundo rebote puede ser adentro o fuera de las líneas que limitan la cancha.

Garret comenta que de esta forma el jugador puede colocar la silla en la posición correcta.

“Maniobrar la silla de ruedas es la mitad de la batalla, aunque los mejores jugadores tratan de jugar a un sólo rebote”, explicó.

Soldadores en el banquillo

En cada deporte hay un gran equipo de entrenadores, técnicos, médicos y utileros que ayudan a los atletas a dar lo mejor de si.

Pero en eventos como el baloncesto y el rugby paralímpico hay una figura que es fundamental durante los partidos: el soldador. Su trabajo es arreglar rápidamente las sillas de ruedas que se rompen durante la batalla sobre la cancha.

“Es como un equipo de Formula Uno,” ironizó Garret, pero lo cierto es que su presencia es vital para el desarrollo de los juegos.

Nalgas en el suelo

En el voleibol sentado hay una regla en la que se especifica que una parte del cuerpo del jugador, entre las nalgas y el hombro, debe estar en permanente contacto con el suelo cuando se golpea la pelota.

Grey-Thompson explica que la norma trata de nivelar las diferentes discapacidades entre los jugadores, ya que si a uno se le permitiera levantarse sobre su muñón los equipos sólo seleccionarían a un tipo de jugador en detrimento de otros con mayor discapacidad.

De esta forma hay una variedad de atletas y no es extraño que haya jugadores que suelen levantarse y caminar para celebrar los puntos.

Baños para perros

En el Parque Olímpico se pueden encontrar servicios especiales para los perros guías.

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