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Poder

23 de Septiembre de 2012

Arzobispo Ezzati: “Qué lástima para el país que la valoración de los políticos sea tan baja”

En entrevista con El Mercurio, el arzobispo de Santiao Ricardo Ezzati entró de lleno a la arena política lamentando la mínima valoración de los políticos y criticando la pésima distribución de los bienes en nuestro país.

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En entrevista con El Mercurio, el arzobispo de Santiao Ricardo Ezzati entró de lleno a la arena política lamentando la mínima valoración de los políticos y criticando la pésima distribución de los bienes en nuestro país.

Ezzati manifestó respecto a esto último que “Debiera existir una distribución mejor de los bienes, en especial cuando la gente sabe que Chile tiene ingresos parecidos a otros países, pero de esos es el más desigual, eso no imparte confianza. Se necesita abordar ese problema y buscar los caminos para alcanzar una mejor distribución de los bienes que nos pertenecen a todos en general”.

En la misma línea la máxima autoridad eclesiástica el país habló sobre la crisis política que hay en Chile argumentando que es una “lástima para el país que la valoración de los políticos sea tan baja, no es un bien”.

El prelado manifestó de la misma manera que también es una “lastima que frente a proyectos de bien comun primen visiones parciales, ideológicas”.

Las disputas al interior del gobierno no son indiferentes para el máximo líder de la iglesia católica en Chile, sobre lo que dijo que “preocupa que al interior de la misma coalición de gobierno haya rupturas y diferencias muy notables”.

Sobre lo mismo dijo que “llama la atención la belicosidad que existe en nuestra esfera política”.

La Concerta no se salvó del análisis: “Por supuesto que me llama la atención la división en la oposición. Basta con seguir los medios de comunicación para darse cuenta; uno se encuentra con una desconfianza mutua”.

Para no ver la paja solo en el ojo ajeno, Ezzati dijo que también hay desconfianza en la Iglesia pero se ha entrado en un segundo tiempo respecto a los casos de abusos debido a la “la claridad con que la iglesia ha actuado. Y un nuevo ritmo, adquirido por la experiencia para enfrentar la problemática”.

Según el sacerdote “es bueno que la iglesia vaya perdiendo su rol mediador” ya que implica un desarrollo y una madurez en la sociedad.

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