Vía Cookingideas.es La muerte de Kim Jong-Il no sólo dejó a su heredero un país entero que gobernar. Además, le dejó una impresionante colección de más de 25.000 películas. El Gran Líder era un cinéfilo de tomo y lomo. Tanto que entre su extensa obra no faltaron alguno tratados cinematográficos. De hecho, bien podíamos entender que Kim era […]
Compartir
La muerte de Kim Jong-Il no sólo dejó a su heredero un país entero que gobernar. Además, le dejó una impresionante colección de más de 25.000 películas. El Gran Líder era un cinéfilo de tomo y lomo. Tanto que entre su extensa obra no faltaron alguno tratados cinematográficos.
De hecho, bien podíamos entender que Kim era un director frustrado. Entre sus numerosísima obra de miles de libros, se encuentran varios ensayos sobre el séptimo arte. El dictador gustaba de teorizar como sería el cine perfecto desde su punto de vista. Y siguiendo el ejemplo del movimiento Dogma, hemos seleccionado los puntos que más se repiten en su ideario para tratar de imaginar como sería su película perfecta.
1. Propaga el mensaje
Está claro que para que un director norcoreano tenga una carrera larga, tiene que ayudar a propagar el mensaje.
-Lo más importante para entrenar a la gente para ser verdaderos revolucionarios, comunistas, es implantar en el fondo de sus corazones una lealtad sin reservas a la revolución. Nuestro arte debe prestar la máxima atención a este asunto, y hacer una fuerte impresión en tratar preguntas que surjan en torno a este tema.
2. Conoce el tema del que vas a hablar
El cine no es cosa para chavales inexpertos. Se requiere de un trabajo, de unas experiencias vitales… y un buen conocimiento de la historia de tu país. Y del partido comunista, claro.
-El director tiene que comenzar su trabajo creativo experimentando la vida y entendiéndola bien. Debería experimentar y almacenar en su mente todos los eventos importantes, desde detalles insignificantes a los más importantes acontecimientos históricos y la labor del partido.
3. Conoce la ideología del partido y difúndela
La propaganda tiene que comenzar en el set de rodaje, y el director está obligado a ser su mayor propagador:
-La educación en la monolítica ideología del partido es básica para la educación ideológica del equipo creativo”. El director, pues, no puede dejar de cantar las verdades del partido y educar al resto de los técnicos, quizá algo más jóvenes.
4. No exageres
Los films demasiados fantasiosos no son del gusto de los norcoreanos. Según el líder, los mundos extraños o demasiados efectos especiales pueden jugar en contra del film:
-El director no puede retratar la vida fidedignamente si produce algo demasiado absurdo y que esté divorciado de la realidad, o si está ocupado inventando escenas espectaculares sin importancia … Un director que no ve el contenido esencial y sólo considera importante el género y la escala del trabajo, nunca podrá tener éxito con sus películas.
5. No improvises.
“La improvisación lleva al error”, afirma en una de sus obras. En otra, pide a los directores que “el guión debería hacerse antes que el propio rodaje de la película”. Curiosamente, los argumentos de más de un film fueron reescritos durante el mismo rodaje por el propio Jong-Il.
6. Ten claro tu sitio
Una cosa es que seas director, y otra bien distinta, que te creas un Dios. Tus películas deben tener una misión clara: contar las bondades del partido. Tonterías las justas. O ninguna.
Hoy en día, algunos guionistas tratan de retratar las vidas reales en sus guiones, pero fallan en ver lo que pasa desde el ángulo de la política del partido y, por esta razón, la mayoría de veces muestran las cosas de manera contraria a las demandas del partido.
7. Trabaja duro
Ser artista no significa que te puedas pasar la mitad del año disfrutando de tu éxito. En un documento de 1971, se pedía a los profesionales del cine que empezaran a ponerse las pilas.
-Como los creadores hemos decidido, para producir mucho films en 1973, deberías de escribir 60 guiones para el 15 de Abril del próximo año. Si estos guiones son escritos, formarán unidades de producción y seguiremos creando films revolucionarios, que serán producidos para la celebración del 60 cumpleaños del gran líder.
8. Se original
A pesar de que todo el cine gire en torno al monotema del partido, eso no significa que todas las películas tengan que ser iguales. Al contrario: el gran líder exigía nuevas ideas cual usuario de Filmaffinity.
-El trabajo creativo debe ser siempre original. El arte sólo interesa cuando es original, porque la originalidad es la esencia de la creatividad. El arte siempre debe ser variado y original; la creatividad es original y no repetitiva por naturaleza.
9. Utiliza un sistema de trabajo basado en la ideología del partido.
Cada maestrillo tiene su librillo, dice el refrán. Pues no. Cada maestrillo del cine norcoreano debe tener un único librillo a la hora de tratar su equipo y organizar la producción. Que la cosa no puede ser un cachondeo.
-Bajo el nuevo sistema de dirección, el film se convierte tanto en el trabajo del propio director como en la obra conjunta del equipo creativo al completo, y tanto el director como el equipo asumen la responsabilidad por la creación. Mientras se hace la película, el director ayuda y lidera a todos los miembros del colectivo, y el equipo creativo aprenden los unos y los otros durante el transcurso. Así, la ética comunista en la creación y la forma de vida revolucionaria se demuestran al máximo. De esta forma, todo el mundo está estrechamente imbuido del espíritu colectivista y se alzan como uno en el trabajo creativo con objetivos comunes.
10. Ten un buen antagonista
De todos estos mandamientos podemos extrapolar las virtudes del héroe que gusta a Kim-Jong. Pero… ¿qué hay de los villanos? La cosa también está clara.
-Ante la mera mención del imperialismo japonés y estadounidense, los protagonistas tienen que cerrar los puños, ardiendo de odio contra ellos. Este intenso odio y enemistad viene de antiguo, y nada pueda extinguirlo. Ni el más mínimo elemento de ideología burguesa, o confucionismo, revisionismo o cualquier tipo de idea absurda tiene lugar en el cine revolucionario.
No deja de ser curioso que entre sus películas favoritas, parece ser que se encontraban todas las de la saga James Bond, de la que era un gran seguidor, y taquillazos como ‘Viernes 13‘, ‘Rambo‘, y el cine de acción de John Woo y las películas de artes marciales. A pesar de que, claro está, él cambiaría una o dos “cosillas” hasta en sus cintas predilectas.