Periodista denuncia robos e intimidaciones por investigar delitos de la dictadura

Foto gentileza Cambiopolitico.com

Mauricio Weibel, periodista de la agencia alemana DPA y presidente de la Unión de Corresponsales de América Latina, denunció una serie de robos e intimidaciones a causa de sus investigaciones sobre los crímenes cometidos durante la dictadura y que apuntarían a evitar la publicación de nuevas investigaciones.

Weibel, escritor del libro: “Asociación Ilícita: Los archivos secretos de la dictadura”, denunció hoy un tercer incidente, después de que ayer denunciara dos actos intimidatorios en su contra.

El periodista denunció tres robos durante el fin de semana a contar del viernes, cuando le robaron el auto al frente de su casa.

“Horas después una persona vestida como carabinero visitó mi antigua residencia y pidió al conserje del edificio antecedentes de mi familia. El supuesto carabinero se negó a identificarse y se retiró a bordo de un taxi. El sábado, civiles no identificados ingresaron a mi hogar, lo registraron y sustrajeron sólo dos notebook”, denunció. En uno de estos computadores tenía investigaciones periodísticas de su trabajo como corresponsal de la Agencia Alemana de Prensa.

“Esa misma tarde un hombre fue sorprendido fotografiando mi casa y huyó al ser requerida su identidad por amigos de la familia”, relató.

Pero la cosa no terminó ahí y el domingo, después de que el periodista hubiera tenido una conversación con el ministro del Interior, Andrés Chadwick, para denunciar los hechos y este hubiera ordenado una ronda de vigilancia a su vivienda, Weibel sufrió un nuevo robo “desapareciendo utensilios ubicados en el antejardín de mi casa”

Sin embargo, este no sería la única víctima de este tipo de intimidaciones, ya que durante la noche del sábado el periodista Javier Rebolledo, autor del libro “La danza de los cuervos”, un relato sobre los delitos de la DINA, sufrió el robo de un disco duro.

En tanto, Weibel denunció que “Carlos Dorat, quien escribió el libro conmigo, recibió llamadas telefónicas de gente que se quedaba en silencio”.