Harald Beyer le mete más carbón a su pelea con el Cruch

La agenda en educación de esta semana ha estado marcada por el enfrentamiento entre el ministro de Educación, Harald Beyer y el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), después de que el secretario de Estado cuestionara el sistema de ingreso a las universidades, desatando la ira de los rectores.

Esta semana, el ministro dijo que dicho sistema “protege a las instituciones” y no a los estudiantes y lo calificó como “una locura”, mientras que aseguró que el ranking de notas fue implementado a tontas y a locas.

Como era de esperarse, la respuesta no tardó en llegar. El vicepresidente del Cruch y rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, dijo que el Cruch no aguantará las declaraciones de Beyer y amenazó con romper relaciones con el ministro si este reitera sus cuestionamientos.

Hoy el ministro volvió a atizar el fuego, y en una entrevista con La Tercera, reiteró sus dichos y dijo estar sorprendido por “esto de calificar mis declaraciones de injuriosas, no corresponde a la realidad y refleja un cierto desconocimiento del Cruch de los problemas del sistema universitario chileno que hay que enfrentar. Me parece inaceptable que se condicione la forma en que un ministro tiene que hacer sus planteamientos”

Según él, el sistema de educación chileno necesita mayor transparencia, mayor fiscalización del Estado y mayor aseguramiento de la calidad. En esa supuesta búsqueda el ministerio planteo estos temas al Cruch y su respuesta, a juicio de Beyer, “no fue satisfactoria”.

Respecto a sus criticas al sistema de admisión, Beter aseguró que les planteó a los rectores “una propuesta concreta de 10 o 12 páginas, y también cuestionamos la forma en que se implementó el ranking de notas. Y ese cuestionamiento no fue arbitrario: ellos habían publicado el criterio a través del cual se iba a hacer el sistema de admisión en la prensa, ya habían informado los instrumentos que se iban a aplicar, y una vez hecho eso introdujeron el ranking”

Según él, el ministerio planteó que esto se hizo sin el tiempo suficiente y sin los estudios que avalaran que esta era la mejor forma de implementarlo.

Respecto a la reacción de los rectores, el ministro metió la puntita y dijo que se debía a que “los rectores están muy desbordados por la coyuntura, en el sentido de que hay muchas instituciones y hay muchos estudiantes, y ellos educan al 27% de los estudiantes de educación superior”.