Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Cultura

25 de Enero de 2013

La película de 1966 que inspiró Django de Tarantino

Vía Cookingideas.es “¿Dónde has pasado las vacaciones? -En Baden Baden, ¿y tú? -En Colmenar Viejo Colmenar Viejo”. Puede que este añejo chiste no tenga demasiada gracia hoy pero era un hit en la época en que se rodó ‘Django’, un spaguetti western rodado en 1966 en Colmenar Viejo y en La Pedriza, predios de la […]

Por



Vía Cookingideas.es
“¿Dónde has pasado las vacaciones? -En Baden Baden, ¿y tú? -En Colmenar Viejo Colmenar Viejo”. Puede que este añejo chiste no tenga demasiada gracia hoy pero era un hit en la época en que se rodó ‘Django’, un spaguetti western rodado en 1966 en Colmenar Viejo y en La Pedriza, predios de la sierra madrileña, y protagonizado por Franco Nero. ‘Djando’ es nada menos que la inspiración de la última película de Quentin Tarantino, ‘Django desencadenado’, un violento western con el telón de fondo de la esclavitud en los años previos a la guerra entre Norte y Sur de los Estados Unidos.

Tarantino puede ser un copión, pero no un ingrato, así que homenajea en varias ocasiones al clásico dirigido por …. y considerada una de las mejores cintas del género, que reverdeció en Europa (Italia y Almería) cuando ya llevaba décadas convaleciente en su país de origen: desde el tema de apertura de la película, compuesto por Ennio Morricone, hasta ciertos efectos de zoom ‘made in Sergio Leone’, sin olvidar, claro, el cameo del propio Franco Nero en una de las escenas más inspiradas de la película: el viejo Nero interpreta a un apostador en las peleas de negros (“mandingo fightings”), que derrotado, le pregunta a Django: “¿Cómo te llamas?”. “Me llamo Django -responde el aludido- D-J-A-N-G-O. La “D” es muda”.

En la película original, el protagonista no es negro sino un blanco italiano (aunque existen dudas razonables de que los sicilianos no sean también son negros, como nos enseñó ‘Amor a quemarropa’). Django “Nero” se enfrenta a las huestes del general mexicano Hugo Rodríguez, interpretado nada menos que por José Bódalo, y a los supremacistas del KKK. Entre balacera y balacera, Django trama su propia venganza, como su azabachado sucesor.

Durante la década de los sesenta, España se convirtió en un inesperado plató de superproducciones de Hollywood, gracias a la tibia apertura del régimen franquista y a la disponibilidad de figurantes que trabajaban por un plato de lentejas. Samuel Bronson rodó ’55 días en Pekín’ (1964), aunque los chinos que hostigaban a las tropas inglesas eran en realidad paisanos de Las Rozas, pues en aquella localidad madrileña fue rodada la cinta. Al año siguiente, la meseta segoviana se convirtió por arte de birlibirloque en la estepa rusa por la que penaban los personajes de ‘Doctor Zhivago‘. Por aquel entonces, aún nevaba en Soria aunque precisamente ese año no cayó un copo de nieve. Pero no sólo de famélicos extras vive Hollywood: ni la China de Mao ni la URSS hubieran dejado rodar en su tierra a la máquina de propaganda del enemigo capitalista.

Pero si hubo un género que sitúo a España en el imaginario del cine universal ése fue el spaguetti western, dignificado por el gran Sergio Leone. Como es bien sabido, el desierto de Almería se convirtió en un inopinado trasunto de los desiertos de Texas y Arizona, y los vaqueros, sheriffs y bandoleros del Lejano Oeste eran, muchas veces, oriundos de los pueblos almerienses, como nos recordó Alex de la Iglesia en ’800 balas’.

Temas relevantes

#django#Tarantino

Notas relacionadas

Deja tu comentario