El atleta sudafricano Oscar Pistorius pasará hoy su séptima noche detenido en una comisaría de Pretoria sin saber si aguardará en prisión o en libertad el juicio por el presunto asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp. En la vista celebrada en el Tribunal de la Magistratura de Pretoria, el juez Desmond Nair pospuso hoy hasta […]
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El atleta sudafricano Oscar Pistorius pasará hoy su séptima noche detenido en una comisaría de Pretoria sin saber si aguardará en prisión o en libertad el juicio por el presunto asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp.
En la vista celebrada en el Tribunal de la Magistratura de Pretoria, el juez Desmond Nair pospuso hoy hasta mañana su esperada decisión sobre la libertad bajo fianza solicitada por el abogado de Pistoriusy rechazada por la Fiscalía.
Se trata del tercer aplazamiento de la vista, que empezó el pasado viernes tras la muerte a tiros de Steenkamp en la madrugada del jueves, día de San Valentín, en la casa del atleta en Pretoria.
La audiencia estuvo hoy marcada por los alegatos del fiscal, Gerrie Nel, y del abogado defensor del velocista, Barry Roux, en presencia del acusado, que una vez más no pudo contener el llanto.
El jefe de la investigación policial, Hilton Botha, que llegó al lugar del crimen alrededor de la 04:15 hora local del jueves pasado, declaró como testigo, llamado por el fiscal para que apoyara ante el juez su oposición a la libertad provisional.
Nair preguntó a Botha, un agente con 16 años de servicio en la Policía, si realmente creía que alguien conocido mundialmente como Pistorius intentaría huir del país.
“Es posible”, contestó el policía, mientras Nel arguyó que se opone a la libertad bajo fianza porque “existe el riesgo de que él (Pistorius) tome un vuelo” para salir de Sudáfrica.
Antes, Botha había revelado detalles desconocidos de la versión de los hechos de la Policía, que secunda la acusación de “asesinato premeditado” mantenida por el fiscal.
Según el agente, dos vecinos aseguraron como testigos a la Policía haber escuchado gritos y una discusión acalorada en la casa de Pistorius poco antes de que el atleta disparara su pistola.
Esa declaración contradice la versión que este martes dio Pistorius, de 26 años, quien relató que la pareja cenó y se fue a dormir antes de que un ruido despertara al corredor, quien pensó que un intruso había entrado en el baño y efectuó varios disparos contra la puerta sin reparar en que su novia se encontraba dentro.
El abogado defensor alegó que los vecinos vivían lejos y no podían asegurar que el ruido viniera del domicilio de su cliente.
Con un estilo muy incisivo, Roux preguntó a Botha a cuántos metros vivía uno de los testigos.
“600 metros”, respondió Botha, y la larga distancia provocó el murmullo de buena parte de la sala, un día más abarrotada.
El policía afirmó también haber encontrado jeringuillas y testosterona en la casa de Pistorius, cuyo abogado remarcó que se trataba de un compuesto de hierbas medicinales perfectamente legal.
Botha desmintió la versión de la defensa según la cual Pistorius habría llamado a una ambulancia tras tomar en sus brazos herida a Steenkamp, de 29 años.
Según el testigo, la Policía halló en la casa cuatro teléfonos móviles, pero no habían sido utilizados “durante meses”, aunque Roux replicó que su cliente avisó a los servicios médicos desde otro aparato.
La defensa pareció apuntarse otro tanto cuando reveló, citando a sus forenses, que Steenkamp tenía la vejiga vacía cuando murió.
Este hecho confirmaría, según Roux, la versión de Pistorius, que sostiene que su novia se levantó a orinar cuando él estaba cerrando la puerta del balcón y disparó después en dirección al servicio, pensando que había entrado un ladrón.
Roux hizo matizar varias veces con sus preguntas las declaraciones de Botha, a quien acusó de “contaminar” el lugar del crimen por caminar sin los preceptivos protectores de los zapatos.
Los familiares de Pistorius sonrieron con complicidad tras varias preguntas del interrogatorio de Roux al testigo.
Minutos antes, su padre y su hermano Carl se abstraían del ruido de fondo de los periodistas que llenaban la sala bajando su cabeza con gesto meditabundo.
Fuera del tribunal, el grupo defensor de los derechos de las mujeres “Youth for Survival” (Juventud para la Supervivencia) se manifestó para exigir que se le niegue la libertad al atleta.
“¿Cómo mujeres, qué deberíamos hacer en este país? ¿Deberíamos dormir con armas debajo de la almohada?”, se preguntó Moshy Mathe, líder de las manifestantes, en referencia al supuesto crimen dePistorius y al elevado índice de violencia machista en Sudáfrica.
La familia de Reeva Steenkamp, que ha mantenido una actitud muy discreta desde el crimen, despidió ayer a la modelo en una ceremonia íntima celebrada en Port Elizabeth (sur del país).
Pistorius hizo historia el pasado agosto en Londres al convertirse en el primer atleta con las dos piernas amputadas en participar en unas Olimpiadas.
El velocista corre sobre dos prótesis de carbono cuya forma le ha valido el apodo de “Blade Runner” -“El corredor cuchilla”-, en referencia a la película del mismo nombre de Ridley Scott. EFE