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Opinión

18 de Marzo de 2013

Testimonio de un compañero del Papa: “En lo doctrinal es conservador y es muy abierto en la justicia social”

El sacerdote jesuita asegura que le cree al Papa Francisco I que no está vinculado con la delación de sacerdotes durante la dictadura argentina y sostiene que el sello del nuevo Sumo Pontífice debería centrarse en disminuir la injusticia.

Ivonne Toro Agurto
Ivonne Toro Agurto
Por


“Estoy terminando de escribirle una carta a Felipe Berríos”, explica Fernando Montes, rector de la Universidad Alberto Hurtado, cuando recibe a The Clinic Online en su oficina para conversar sobre la historia y los desafíos del nuevo Sumo Pontífice, el Papa Francisco. Usando unos audífonos que tienen un micrófono incorporado, el padre Montes termina de dictar el correo y comenta que la última vez que habló con el ex capellán de un Techo para Chile escuchó un ruido de metralletas que en el lugar del Congo donde se encuentra, parece habitual pero que en Santiago, a miles de kilómetros, es aterrador. “Esa es una parte de la Iglesia de la que no se habla y que se está jugando la vida en lugares difíciles”, subraya.
Sobre el nuevo Rey de Reyes, Montes primero aclara que está encantado con que el pontificado ya no parezca una monarquía. El Papa no es màs Rey de reyes “Es Francisco, a secas, y eso es una buena señal,”, destaca.

Usted conoció personalmente a Jorge Mario Bergoglio cuando era seminarista, ¿qué recuerdos tiene de él?
Fuimos compañeros en los cursos y vivíamos en una misma casa, compartíamos la vida, que era muy austera, con mucho estudio. No salíamos salvo una vez a la semana al barrio a hacer catequesis. En casa hacíamos deportes, y como estábamos en Argentina tomábamos mate en los recreos y una vez por semana preparábamos asados en el jardín. Recuerdo que él era una persona normal aunque débil. Eso se debía a que habían tenido que sacarle un pulmón y en los años ’50, comienzos del ’60, esa era una operación ultra delicada. Afortunadamente se recuperó perfectamente porque nunca he oído que haya quedado con alguna secuela.
Él era un compañero muy amable, respetuoso, no era bullanguero, por su buena educación no era centro de mesa. Es sabido que los porteños se hacen sentir…pero él era un porteño templado. Tengo el recuerdo que tenía una notable inteligencia aunque claramente no era una persona de vocación intelectual.

¿Cómo así?
No tenía vocación para dedicarse exclusivamente a los estudios y a los libros sino que era más bien de un hombre de acción, muy bien formado e inteligente. No hay que creer que sólo los escritores son inteligentes, él es muy capaz, pero diferente del cardenal Ratzinger, que era profesor universitario y que siendo Papa escribió varios libros.
Como decía conocí y fui compañero del Papa pero más tarde tuve otros contactos relativamente frecuentes porque él era el superior de los jesuitas argentinos cuando yo era superior de los jesuitas chilenos y en esa circunstancia tuvimos mucha oportunidad de vernos, de viajar juntos a Roma a tratar problemas de la orden.

¿Conversó con él alguna vez sobre la dictadura y las violaciones a los derechos humanos? A él se le imputa haber delatado a jesuitas que fueron torturados y desaparecieron en el régimen de Rafael Videla.
Con él no recuerdo haber conversado del asunto de los militares, pero si de algo relacionado con eso. La respuesta que debo dar es compleja y amplia. Se ha acusado a Bergoglio de haber delatado a sus compañeros o haber dado pie para que los militares los desaparecieran. Encuentro que esa es una acusación infundada porque el periodista que lo dijo no ha mostrado ninguna prueba, ni testigos ni documentos y en esos términos me parece absolutamente inaceptable. Además Bergoglio tuvo oportunidad de responderle a un periodista por este asunto y negó terminantemente la acusación que se le hacía y más aún entregó nombres de personas que él escondió o ayudó a salir de Argentina, de modo tal que el testimonio de él desmiente la acusación. Creo inverosímil la acusación que se le hace y le creo a él.
Respondiendo a su pregunta, recuerdo que Bergoglio me contó que tenía problemas con compañeros, precisamente aquellos que fueron detenidos, pero por asuntos de vida religiosa que nada tenían que ver con asuntos relacionados con la dictadura.

La imputación se sustenta en testimonio de familiares de los desaparecidos…
Que me prueben eso. Si algún familiar señala eso, me pregunto cómo lo sabe. No hay que confundir los tipos de problemas que él pudo tener con cuatro jesuitas que fueron problemas religiosos, no políticos. Ellos vivían en un campamento y en algún momento parece que él entendió que querían fundar otra orden religiosa y pidió claridad. A mi me toco algo parecido cuando tuve que tratar a un jesuita español que vino a Chile, que era superior de una congregación fundada por él. La Compañía tuvo que decirle: elija, usted entra a la congregación que usted fundó o seguir en la compañía, si sigue siendo jesuita entonces no puede ser superior de otra congregación. Usted no puede ser jesuita y franciscano. Como usted ve se trata de problemas de otro orden. Como superior Bergoglio tenía que encarar un problema interno a la orden pero deducir de ahí que denunció a jóvenes jesuitas a quienes yo quería mucho, es completamente infundado e inverosímil.

Pero más allá de la actuación de Bergoglio, la Iglesia argentina en su conjunto fue más permisiva que la chilena en cuanto a violaciones a los derechos humanos.
Eso es claro y reconocido hoy. El conjunto de la Iglesia argentina fue menos activa y menos exigente que la Iglesia chilena en temas de DDHH. Yo fui colaborador de los obispos chilenos, fui superior de los jesuitas, y presidente de CONFERRE, la confederación de religiosos y como política decidimos no tener un magisterio paralelo, no hacer declaraciones, porque apoyábamos la línea de los obispos. Decidimos que hablara el cardenal Raúl Silva, o el presidente de la conferencia episcopal. Normalmente eso sucedía así en otros países. Bergoglio entonces no era obispo. Como provincial de la compañía no se le puede imputar silencios a él cuando era un simple cura y los que hablaban en tan graves circunstancias eran los obispos. Lo que es cuestionable, aunque uno no tiene todos los elementos de juicio, es que en general los obispos argentinos en su conjunto no estuvieran a la altura de las circunstancias.  Creo que Berglogio tuvo en Argentina un comportamiento razonable, como se desprende de su testimonio. Él ayudó a gente que era víctima. Yo le creo. A mí en Chile me tocó algo similar, esconder a gente incluso en mi pieza, ayudar a personas a salir del país, meter a personas a embajadas pero sin hacer declaraciones. Él señala algo similar y le creo.

¿Entonces usted sí cuestiona lo que hizo en la época la Iglesia Argentina?
Sí. Por los pocos datos que teníamos, personalmente a mi me dolía el silencio aunque había honrosas excepciones. El nuncio de argentina, según me han dicho, tuvo un comportamiento inaceptable de cercanía con Rafael Videla, con la dictadura; eso en Chile estaba prohibido.

SI A MÍ ME DICE QUE LA MUJER NO DEBE METERSE EN POLÍTICA, AUNQUE SEA PAPA ME PERMITIRÍA DISCUTIRLO

El Papa Francisco también dijo en 2007 que “las mujeres son naturalmente ineptas para ejercer cargos políticos” y que “la mujer siempre es el apoyo del hombre pensador y hacedor, pero nada más que eso”, ¿qué le parece esa visión?
Esas opiniones quisiera conocerlas literalmente y en su contexto. Tal como usted las formula no las acepto y ningún cristiano está obligado a aceptarlas aunque las dijera el Papa. Pero hay que ser mesurados y cuidadosos. Una vez en Estados Unidos en una discusión le dije a una profesora norteamericana que el hombre y la mujer tenían una morfología distinta y complementaria, desde los órganos sexuales, y aunque parezca curioso no me lo quería aceptar. Consideraba que decir eso olía a ser discriminador. Lo cual es ridículo. En esta universidad acabo de asistir a un foro donde se insistió que la mujer es exactamente igual al hombre. Creo que eso es así en algunas dimensiones: es igual en su inteligencia, en su dignidad, en sus derechos etc. y no puede ser menospreciada, abusada. Daría la vida por eso. Sin embargo, como es obvio, en lo físico, la sexualidad es distinta, la mujer muscularmente es más débil, debe amamantar etc .Negar eso es absurdo pero esas diferencias no pueden generar cultura machista de discriminación o abuso. La civilización nos obliga generar una cultura que reconociendo las evidentes diferencias, en el orden de la vida social nos permita suprimir injusticias que se producen en el reino animal donde la fuerza física somete a la leona que tiene que cazar y servir al “rey”. El hombre en general es más fuerte físicamente, pero eso no justifica la dominación y el abuso, o que gane más en trabajos iguales. Debe haber normas para generar la igualdad de derechos…pero hoy hemos llegado a más allá y para algunos es machista, es inaceptable hasta decir que hay diferencias físicas entre hombre y mujer. Por eso debo saber muy bien qué dijo realmente el Papa.

Lo que planteó el Papa es que el hombre es el animal político y punto.
Si dijo algo así, aún siendo Papa podemos discutirlo y divergir . En el orden de las relaciones puede haber un matriarcado y la sociedad debe ordenar las cosas para que la mujer no sea dominante ni dominada. Espero que el Papa tenga la capacidad de escuchar y la libertad de opinar. No descalificarlo automáticamente. Pero si a mí me dice que la mujer no debe meterse en política, aunque sea Papa me permitiría discutirlo.

También planteó que el matrimonio igualitario era “la pretensión destructiva al plan de Dios”.
Ese también es un tema delicado. Quisiera ver qué dijo, cómo lo dijo. En el tema del matrimonio igualitario hay matices en los que es legítimo exigir precisiones. Tradicionalmente el matrimonio tiene dos fines: la mutua complementación afectiva, material etc. de la pareja y en todo el reino animal existe la otra dimensión:la ligazón de sexualidad y procreación.(Obviamente puede haber situaciones excepcionales donde no hay procreación). En el caso del matrimonio homosexual se puede hablar del primer fin, la complementación de la pareja, pero por su propia naturaleza se excluye,como es lógico, la procreación directa…eso solo, genera una radical diferencia que debe ser bien precisada.
Además me gustaría oír al Papa como Papa donde, en su fidelidad a la tradición, tendrá visiones diferentes a las que podía tener como Arzobispo de Buenos Aires. Tengo la impresión de que el Papa en lo doctrinal es bastante conservador y muy abierto en la justicia social. Ser tradicional o conservador no significa necesariamente estar errado.

¿No le genera ruido eso? Cuando se anuncia que el nuevo Papa es jesuita, el imaginario colectivo tiende a pensar que se está ante una persona progresista.
Debo confesarle que me molesta mucho cuando algunos dicen que los jesuitas recuperaron el poder…creo que es no entendernos. Hay que tener cuidado con las generalizaciones, porque conocí gente muy progresista que a la hora de la dictadura se echó para atrás y gente muy conservadora que arriesgó su vida defendiendo a inocentes. Es muy delicada la generalización sin más. En la compañía hay gente progresista y conservadora. Ahora, hay un cierto carisma que espero del Papa -tal como espero que siendo Latinoamericano tenga una sensibilidad mayor por los pobres- que es la apertura y la sensibilidad al diálogo. San Ignacio nos dice al comenzar el más importante de sus libros que todo buen cristiano debe ponerse en la piel del otro para poder salvar su opinión. No sólo se trata de una capacidad de dialogo sino una profunda pero lúcida apertura al cambio cuando los tiempos cambian.

Se dice que el Papa Benedicto XVI fue quien debió enfrentar los casos de pedofilia y abusos que fueron ignorados previamente, ¿qué espera del Papa Francisco en estos temas?
Que no vayamos marcha atrás en los avances que ha habido y que son evidentes. La lentitud con que se procedió en casos de abusos sexuales en los ’90 no tiene relación con cómo se hacen las cosas ahora en que la Iglesia ha recibido denuncias contra sacerdotes muy connotados y ha actuado con más rapidez que los tribunales. Espero una mayor búsqueda de transparencia en este orden de cosas y en general en todo. Es esperable además un pontificado de mayor sencillez y cercanía, de enorme respeto a los que sufren y a los pobres, que no se concentre sólo en los problemas de la curia o de pedofilia, porque él es latinoamericano y la injusticia es un problema valórico de primera envergadura. Hay que entender que el valor no se limita al sexo. Si un obrero tiene un sueldo de hambre, eso es un problema valórico. Ojalá tengamos una Iglesia que relea el evangelio y nos haga más simples, más sencillos y más pobres como Jesús.

Como cardenal Bergoglio sí llevaba una vida austera, ¿le parece una buena señal?
Él llevaba una vida austera y siendo un obispo tuvo una gran cercanía y sencillez en el trato con los más pobres. Otra cosa de él que me causa buena impresión es que ha tenido el valor de decirle al poder lo que piensa. Se ha enfrentado al Presidente Kichner y a la Presidenta Fernández. Si le dijo que por ser mujer no podía meterse en política, dijo una lesera, pero sí me parece interesante que en un país donde hay crecientes diferencias entre pobres y ricos, donde no hay transparencia ni honestidad en lo económico, él haya tenido el valor de decir las cosas al pan pan y al vino vino, es notable. El ejercicio de la autoridad como obispo no lo ha envanecido -siguió siendo humilde- y ha dicho la verdad. Son buenas señales.

¿Y eso cómo podría reflejarse en su pontificado?
Por su fe y raíces latinoamericanas es esperable una profunda cercanía a los pobres y la justicia; como jesuita, esperaría un diálogo con el mundo; y como cristiano, un reencuentro con Jesucristo. Ya nadie cree en un Iglesia poderosa y fastuosa. Con el Papa Francisco llegó el momento de la sencillez. Me ha gustado mucho que se aleje de ciertas características de los reyes, que se llame Francisco y aparezca sencillo. Los hechos tienen que mostrar lo que primariamente nos ha mostrado con signos. . El desafío que tiene por delante es enorme y no es sólo un problema de pedofilia. Más de fondo hay un problema de FE que debe enfrentar la ciencia, la secularización la globalización y por cierto los abusos.. No es posible que un solo Papa resuelva todo y temo que haya sobre expectativas, que haya desilusión, así es que rezo mucho para que dé todos los pasos que son precisos de dar. Que sienta nuestro apoyo.

Usted ha insistido en mencionar que la Iglesia no es sólo los casos de pedofilia, ¿le duele ese caricatura?
Me duele porque cuando hablo con el padre Berríos en el Congo sé que está arriesgando la vida. El otro día estaba hablando por teléfono acá afuera de la universidad y divisé a Anita Gossens, una misionera belga que trabaja en La Legua. En broma le digo a la persona con quien estoy hablando: Oye, te tengo que cortar porque viene avanzando por la vereda la reina de La Legua y el narcotráfico. Se río Anita que me oyó. Ella es la Iglesia. Hay gente que está dando la vida de forma impresionante. De ella no habla nadie pero si hay un cura pedófilo e convierte en el rostro de la Iglesia. No se puede silenciar el abuso pero tampoco convertirlo en totalidad. Lo bueno es que hemos avanzado en transparencia.

Sobre ese punto, fue cuestionado que el cardenal Francisco Javier Errázuriz fuera elector del Papa ya que es consignado como encubridor de abusos por el caso Karadima, ¿qué opina de esta situación?
Hoy probablemente no hubiéramos actuado como lo hizo el cardenal Errázuriz. Aprendimos y hay nuevas normas que se están aplicando eficazmente. Pero no hay que ser anacrónico. Se procedió lentamente en su momento, se le dio menos credibilidad a las víctimas y de eso hemos aprendido. Pero de ahí a decir que él intentó sistemáticamente encubrir me parece que no corresponde. El tono y el estilo de las críticas me ha parecido destemplados y para mi inaceptables. Una víctima tiene derecho y a veces obligación de denunciar. Eso , a mi me parece, que no justifica que se hagan acusaciones sin mesura. Por lo que he podido leer y por los datos que hasta ahora nos han proporcionados de la participación de Mon.Errázuriz en el caso Karadima obviamente creo que no hubiese sido justificada su ausencia del Conclave.

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