Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

24 de Abril de 2013

Historiador Sergio Villalobos asegura en El Mercurio que encapuchados y terroristas reciben “estímulo” de movimientos estudiantiles

Nuevamente El Mercurio le dio tribuna al historiador de derecha Sergio Villalobos, quien en una carta con un espacio destacado en el A2 del diario de Edwards critica la blandura de las autoridades frente a situaciones de desorden en La Araucanía. Villalobos centra su texto en un recorrido que hizo por la novena región, alegando […]

Por

Nuevamente El Mercurio le dio tribuna al historiador de derecha Sergio Villalobos, quien en una carta con un espacio destacado en el A2 del diario de Edwards critica la blandura de las autoridades frente a situaciones de desorden en La Araucanía.

Villalobos centra su texto en un recorrido que hizo por la novena región, alegando el “deterioro” que ha tenido la zona en unos pocos años.

“Debido a mis investigaciones históricas, he tenido que recorrer una vez más el territorio de La Araucanía y he quedado sorprendido con el deterioro ocurrido en pocos años. Los medios de comunicación informan de vez en cuando de sucesos trágicos, pero es distinto observar las cosas directamente” dice en el primer párrafo.

En su carta, Villalobos dispara para todos lados y adelanta que la postura del gobierno le traerá malos resultados alectorales. El historiador argumenta que “las autoridades de gobierno procuran difundir una imagen de tranquilidad y se refieren a medidas positivas que estarían dando resultados. Reuniones, mesas de trabajo y declaraciones no logran engañar a nadie, porque no se ven resultados concretos. El Gobierno se debate entre temores y preocupado con resultados electorales futuros, sin darse cuenta de que la tolerancia y la pasividad pueden dar resultados negativos: el país está harto de una política que admite el desorden y el terrorismo, la destrucción de toda clase de bienes, los crímenes y el amparo al populismo. Es posible que en las urnas -las electorales- se refleje drásticamente el descontento”.

Siempre en El Mercurio, el historiador extiende sus palos al movimiento estudiantil asociándolo con encapuchados y terroristas.

“A nadie agrada el desorden y la blandura en la aplicación de la ley. El Estado está deteriorado, las normas legales y los preceptos constitucionales no se cumplen, no solamente en La Araucanía, sino también hasta en la capital, que con una periodicidad alarmante queda a merced de encapuchados y terroristas, que reciben el estímulo de movimientos estudiantiles” dice la misiva.

Villalobos explica que en “países civilizados” a los gobernantes no les tiembla la mano para mantener el orden público, “Basta observar cómo las policías actúan con rigor, sin que nadie sea dado de baja ni sometido a sumario” dice.

“No es difícil imaginar que Carabineros e Investigaciones tienen órdenes de La Moneda para proceder con blandura y evitar incidentes mayores. La eficiencia de los policías ha sido reducida, bajo el temor de ser dados de baja y recibir sanciones peores, siendo de suponer que hay un descontento subterráneo en las filas. La administración de justicia es errática y deficiente, igual que en todo el país. Se debe en parte al derecho procesal y al derecho penal, que por razones populistas desde los gobiernos de la Concertación han favorecido a los delincuentes. Los jueces, formados en el respeto automático de la ley, no comprenden que esta puede ser interpretada y que el criterio personal tiene su parte” explica Villalobos.

El historiador hace una descripción de su viaje por la Araucanía, zona de la que dice que “en medio de paisajes hermosos, hay bosques quemados; en todas partes aparecen letreros amenazantes e indicación que es “República Mapuche”. En un lugar, parte de un bosque ha sido incendiado por una comunidad vecina, porque los propietarios se negaron a entregarles el 40% del valor de la venta de madera”.

En la misma línea, Villalobos relata que “En diversos lugares se cobra “peaje” con intimidación, y en todas partes aparecen terrenos abandonados. Los agricultores viven atemorizados, pensando que a cada paso pueden ser víctimas de la violencia, que tendrán que abandonar los predios porque nadie desea adquirirlos. En cierto lugar, un hacendado nos informa que le han sido robados ganados vacunos y ovejunos, que continuamente en la noche su casa es baleada y que cuenta con la protección de carabineros residentes. No sabe cuál será su destino, su familia ha debido dejarlo y espera lo peor”.

Para ponerle más color a su cuento, Villalobos contó que “Para recorrer esos vericuetos tuvimos que ser escoltados por carabineros de civil en una camioneta común, y también en un vehículo blindado”.

“Hay un territorio en que Chile no parece ser Chile” sentenció Villalobos en su dura carta a El Mercurio

Notas relacionadas