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Poder

3 de Julio de 2013

La fórmula de Gonzalo Rojas para vencer: “Longueira tiene que decirle fuerte y claro a cada chileno que no es un indigente”

El abogado Gonzalo Rojas dedicó su columna de hoy en El Mercurio para analizar el escenario que dejaron las primarias presidenciales, en que vencieron Michelle Bachelet y Pablo Longueira. Lejos de destacar la participación, Rojas valoró que 10 millones de personas no votaron y que el líder gremialista debe ir por esos sufragios. “Por cierto, […]

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El abogado Gonzalo Rojas dedicó su columna de hoy en El Mercurio para analizar el escenario que dejaron las primarias presidenciales, en que vencieron Michelle Bachelet y Pablo Longueira. Lejos de destacar la participación, Rojas valoró que 10 millones de personas no votaron y que el líder gremialista debe ir por esos sufragios.

“Por cierto, a Enríquez-Ominami, Parisi y Claude -ausentes del acto recién terminado- se les podría adjudicar, en conjunto y desde ya, más de medio millón. Pero, por otra parte, la cifra puede compensarse con las preferencias que recibieron Orrego y Velasco sumados, ya que sus electores claramente marcaron diferencias con Bachelet: si a estos votantes no les costaba nada subsumirse en la coalición socialista-comunista que apoyaba a la ex Presidenta -y no lo hicieron-, es porque van a volver a evaluar a quién le dan en noviembre su preferencia. O sea, seguimos en la misma cifra: hay unos 10 millones de votos disponibles. Por eso, quien dé hoy la próxima elección por ganada o por perdida es, obviamente, un ingenuo”, dice.

“En 10 millones de personas se dan todas las situaciones humanas imaginables, pero hay algo que cruza las vidas de todos ellos: la ansiedad. Están ansiosos por su futuro; quieren saber qué será de ellos en 2014 y se proyectan a 2022. Votarán por quien les abra el mejor horizonte: el mejor, no el más taquillero. Para Longueira, entonces, el desafío es demostrar que con él cada chileno puede ser mejor y vivir mejor. ¿Qué significa eso en la práctica?”, pregunta.

“Que Longueira tiene que conseguir un gran acuerdo con los productores de Chile, con esas decenas de miles de emprendedores que deben entender, de una vez por todas, que sus trabajadores y ellos tienen que ser socios en los esfuerzos y en las ganancias. Que Longueira tiene que obtener de cientos de gremios el compromiso de construir juntos una red de mejores resguardos y prestaciones hacia sus propios miembros. Que Longueira tiene que identificar media docena de injusticias flagrantes y combatirlas sin temor -pero sin demagogia-, le duela a quien le duela. Que Longueira tiene que comprometer un activo papel subsidiario del Estado, para corregir esas miserias e incentivar iniciativas por igual, abriendo así paso a la actividad de las personas. Que Longueira tiene que decirle fuerte y claro a cada chileno que no es un indigente, que cada uno es capaz de poner su esfuerzo por salir adelante, no para esperar del Estado, sino para ayudarse a sí mismo, a los suyos, a los demás. Que Longueira puede sugerir qué reformas políticas son sensatas, contrastándolas con algunas locuras rupturistas. Que Longueira tiene que convencer a todos los creyentes que su concepción del ser humano es la que mejor respeta su dignidad y su trascendencia, y que eso no es lo de menos, sino lo de más”, responde.

“La campaña de estos casi cinco meses próximos no debiera plantearse, por lo tanto, contra Bachelet -que ya tendrá suficientes problemas en el interior de su propia candidatura-, sino a favor de los chilenos comunes y corrientes. Es a ellos, a los 10 millones que no votaron, a los que hay que ofrecerles estilos de familia, de trabajo, de participación, de educación, de uso de sus recursos, que perciban como buenos, como los mejores. Hubo una elección, hace ya casi 25 años, en que Jaime Guzmán se propuso conquistar corazones. Y ganó”, cerró.

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