Comienza el juicio en contra de gendarmes por tragedia en la cárcel de San Miguel

La justicia comenzó hoy el juicio en contra de ocho gendarmes acusados por su presunta responsabilidad en la tragedia de la cárcel de San Miguel donde un incendio causó la muerte de 81 presos, el 8 de diciembre de 2010.

El Ministerio Público, que pide para cada uno de los acusados un total de siete años de presidio por homicidio no intencional y lesiones, espera que comparezcan como testigos, Felipe Bulnes y Rodrigo Hinzpeter, en ese entonces ministros de Justicia y del Interior, respectivamente.

El incendio se inició a las 05.30 de la madrugada, del 8 de diciembre del 2010, cuando un grupo de internos de la torre cinco, comenzaron a ingerir alcohol de fabricación artesanal, lo que provocó posteriormente una riña.

Uno de los bandos utilizó una bombona de gas que había modificado para emplearlo como lanzallamas, lo que dio origen al fuego.

Según las investigaciones, la alerta a bomberos se dio 50 minutos después del siniestro, un llamado que hizo un interno a través de un teléfono celular.

Los acusados son los gendarmes Francisco Riquelme Lagos, Fernando Orrego Galarce y Francisco Poblete Valverde, por cuasidelito de homicidio en contra de 66 presos que murieron en el ala norte de la torre cinco, además de lesiones graves de 13 reclusos.

También están imputados por el mismo cargo, pero por el total de las víctimas, el entonces director metropolitano de Gendarmería, Carlos Bustos Hoffman y el jefe operativo regional, Jaime San Martín Vergara. Asimismo fueron acusados por lesiones graves de 13 sobrevivientes.

Los otros tres imputados son el exalcaide, Segundo Sanzan Barría, el exjefe operativo de la cárcel, Patricio Campos Tapia y quien era jefe nocturno al momento del siniestro, José Hormazábal Sánchez, acusados también por homicidio no intencional de las 81 víctimas.

Según fuentes judiciales, el juicio oral se podría extender hasta por 90 días, debido a que más de 200 personas se presentarán como testigos, muchos de ellos familiares de los presos muertos y también la fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, quién elaboró un completo estudio sobre la situación de esa cárcel, situada a unos siete kilómetros al sur del centro de la capital chilena.

En el último aniversario de la tragedia de la cárcel de San Miguel, decenas de familiares de los reclusos se congregaron frente a la reja del recinto carcelario, y la taparon con fotos y lienzos para recordar a los fallecidos.

Las mismas fotos fueron colocadas hoy durante el inicio del juicio, en el frontis del edificio del Sexto Tribunal Oral Penal.

El principal problema que enfrenta el sistema carcelario chileno es el hacinamiento en las prisiones, con una población penal de unas 54.000 personas en una infraestructura con capacidad para unas 34.000.