Vía Salud180 Las personas más inteligentes y que presentan alto rendimiento son más propensas a tener celos en sus relaciones de pareja, esto a consecuencia de sentir que no pueden controlar ciertas situaciones, según un estudio del Roanoke College de Virginia, Estados Unidos. De manera común se considera que tener celos es en realidad la […]
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Las personas más inteligentes y que presentan alto rendimiento son más propensas a tener celos en sus relaciones de pareja, esto a consecuencia de sentir que no pueden controlar ciertas situaciones, según un estudio del Roanoke College de Virginia, Estados Unidos.
De manera común se considera que tener celos es en realidad la falta de confianza en la pareja, no obstante, para muchas de las personas más inteligentes, se traduce en una desconfianza mal fundamentada, pues recrean muchas situaciones imaginativas en las que su pareja pudiera serles infiel.
La percepción de la infidelidad probablemente altera la noción y deseo de perfección en todos los ámbitos de una persona inteligente, detalla Denise Friedman, autora principal del estudio. Por lo que llegan a ser víctimas de sus pensamientos mal fundamentados sobre las acciones de su pareja.
Las personas más inteligentes que caen en estos juegos mentales, tienen cierta tendencia a ser perfeccionistas y tener control sobre todas las situaciones. Lo cual, enfatiza, sucede principalmente a las mujeres.
Tener celos, fundamentados a final de cuentas en acciones imaginativas, daña la imagen que previamente se habían creado de su pareja, a la cual idealizaban. Además de romper con la idea de que tenían una relación perfecta, les hace sentir que ya no son capaces de tener el control de la misma, ni de sus emociones.
Por otra parte, el estudio revela que los hombres suelen desarrollar mayores celos dentro del ámbito sexual de las relaciones, a diferencia de las mujeres, que celan más a su pareja en el medio emocional, por lo que las situaciones en las que imaginan la infidelidad corresponden a cada uno de esos medios.