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23 de Septiembre de 2024Romper una amistad y tratar de recomponerla después de una traición: expertos dicen que es comparable a perdonar una infidelidad
Romper una amistad porque uno de los dos se sintió traicionado es un escenario que podría llegar a ser tan difícil de recomponer como si se tratase de una infidelidad amorosa. El amor que se le tiene al otro, puede ser una buena primera motivación para intentarlo. Pero la falta de confianza finalmente terminará por quebrar la relación", explica la psicóloga Romina León. Aquí, dos historias de rupturas que no se pudieron recomponer y cómo hacerlo si las circunstancias lo permiten.
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Josefina (29) recuerda que cuando estaba en cuarto medio, decidió que nunca más le volvería a hablar a quien había sido su mejor amiga del colegio. Llevaban 14 años de amistad, pero un día, Josefina se enteró de que su “amor platónico” desde niña, había invitado a su amiga a la fiesta de graduación. Y no a ella. “Yo sentía que tenía todas las posibilidades de ser invitada en esa época. Quizás no fue culpa de la otra de que la hubiesen elegido. Pero el hecho de que hubiese aceptado ir se sintió como una traición fatal”, recuerda hoy. Cuando salieron del colegio, sus rumbos se separaron completamente.
La “traición” que rompe una amistad es algo que es difícil de recomponer, independiente de la circunstancia en la que sucedió o de los factores que rodean la historia. Los tipos de traiciones que quiebran estas relaciones son múltiples. Pero en todos, se repite el hecho de que la pérdida de confianza es determinante para la posibilidad de repararla.
“Poder generar una reconciliación ante un evento doloroso que pueda afectar en una relación humana, va a depender de la posibilidad de re-establecer la confianza. Este, es el mayor desafío porque ante una decepción muy grande o una traición. La anticipación de que eso se pueda volver a pasar es lo que podría evitar que una relación se recompusiera”, dice Romina León, psicóloga de adultos y académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes.
Parecido a lo que vivió Josefina, le pasó a Ivonne Rodriguez (54) con su mejor amiga del colegio, pero en otra etapa de la vida.
Ya habían salido de la universidad, ambas habían compartido la vida desde los 12 años, pero nunca hablaron de su gusto mutuo por Daniel. A finales de la década de los ’80, cuando el hombre en cuestión, se fue a vivir a La Serena, empezó a mandarle cartas de amor a Rodríguez. Empezaron así una relación a distancia. Decidieron que no le contarían a la amiga porque sabían que en el fondo, podría interponerse entre su relación de amor y también, en su amistad. Después de todo, ya ni siquiera se veían todos los días como en el colegio.
La amiga se enteró porque encontró una de las cartas en el mesón de la entrada de la casa de Rodríguez un día que fue a almorzar a su casa. Lo hacían todos los meses, para continuar su amistad. “Después de que me contó que ella siempre había estado enamorada de él y que incluso, vio la oportunidad de tener una relación de la cual yo no tenía idea, sabía que se iba a enojar. Pero nunca pensé que sería para siempre”, dice Rodríguez hoy.
Habitualmente, “los tipos de traiciones van cambiando con las etapas de la vida en las que se encuentra la persona”, según explica la especialista Romina León.
Cuando las personas son más jóvenes, según Romina León, las amistades son más susceptibles de ser traicionadas. Es que los vínculos son más frágiles, o quizás, más superficiales. “Hay amistades que se pueden sentir traicionadas por el simple hecho de juntarse con otra persona con la que el otro tenía enemistad”, dice. “Pero a la vez, ellos son más propensos a tirarse a la piscina para recomponer una amistad y volver a confiar”.
Pero si la traición ocurre en una amistad adulta, “probablemente, las personas elijan simplemente distanciarse”, continúa León. “Con la edad se vuelve cada vez más dificultoso el re-establecer las confianzas. La experiencia les dice que las traiciones se podrían volver a repetir”.
Han pasado 30 años desde la única noticia que tiene Ivonne Rodríguez de ella fue porque una noche, la buscó en LinkedIN. Ahí vio que se había convertido en una famosa abogada, que había recibido muchos reconocimientos y ocupado cargos importantes. Pero nada de eso lo pudieron compartir juntas. “Nunca me aventuraré a saber si sigue enojada o no”, concluye Rodríguez.
¿Cómo se recompone una amistad quebrada por la traición?
Investigadoras de la Universidad de Granada, hicieron un estudio sobre el perdón cuando se producen quiebres en las relaciones interpersonales. En cuanto a las relaciones de amistad, el 49% indicó que el tipo de traición que había sentido, se trataba de mentiras, desprecio, o insultos. Un 33% sintió traición de su confianza y un 18%, sintió que su amigo le celaba o le poseía.
Entre ellas, el carácter de “infidelidad” en una relación de amistad, es lo que más dolió. La psicóloga Romina León hace la comparación entre ésta y una infidelidad amorosa. “El amor que se le tiene al otro, puede ser una buena primera motivación para intentarlo. Pero la falta de confianza finalmente terminará por quebrar la relación”.
Pasa con las decepciones que involucran triángulos amorosos. Con la mentira o el enterarse que el otro ha hablado mal de uno. Incluso, con el ámbito económico. Hay amigos que quieren emprender juntos y crean proyectos económicos. Otros que se ven involucrados en situaciones laborales. Todas, cosas delicadas que afectan el vínculo de amistad.
De la calidad de ese vínculo, va a depender “la posibilidad de recomponer una relación de amistad en una situación así. Esa reparación, va a ser proporcional a qué tan profunda, íntima o estrecha era la relación previamente“, dice Romina León.
“Si estamos hablando de una amistad de toda la vida, donde han habido grandes niveles de intimidad, donde se han compartido experiencias vitales que han trascendido el tiempo y las etapas, probablemente, esas personas van a extrañarse”, continúa.
En esos casos, va a operar el peso de la historia sobre la motivación de recomponer la amistad. Pero también el peso del tiempo presente. “Es muy probable que aquel que se haya sentido traicionado primero tenga que superar el duelo de la experiencia de la traición. Afortunadamente, las emociones en los seres humanos decantan y con el tiempo, el dolor amaina. Además, hay que recordar que el hecho de que una parte deje claro el deseo de re-establecer la relación, es muy importante. Pero presionar a que se recuperen las confianzas cuando el otro no está listo, solo averiará más el proceso”, agrega León.