Planeta
31 de Julio de 201310 drogas satanizadas, malentendidas y sobre todo poco estudiadas que probablemente no conoces
Derivados sintéticos, primos lejanos de drogas más conocidas o plantas de poder usadas durante siglos por los chamanes, estas son 10 de al menos 280 sustancias cuyos efectos (positivos y negativos) no han sido completamente estudiados.
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La búsqueda de estados alterados de conciencia con fines de búsqueda espiritual, de entretenimiento y recreación o alguna de las razones por las que cada quien busca experimentar otras facetas de la realidad o de sí mismos debe comenzar por información de los efectos de las sustancias –muchas de las cuales, sin embargo, son un misterio para toxicólogos experimentados; en esta posición se encuentra el médico Jeff Lapoint, uno de los mejores toxicólogos de Nueva York con amplia experiencia en la sala de emergencias, quien ha visto cientos de casos de usuarios con sobredosis en la unidad de control de envenenamiento de aquella ciudad.
Aunque Lapoint reconoce que no existe tal cosa como un “mal químico”, lo cierto es que la falta de regulación de muchas sustancias o el “mercado gris” que permite a los psiconautas acceder a estados alterados de conciencia a través de la ingesta de productos y sustancias legales, sigue siendo un factor de riesgo para la salud. El profesional afirma que el mayor riesgo en realidad se da cuando la gente compra sustancias sobre las que ni ellos ni los dealers –y para el caso, ni siquiera los profesionales de la química con años de experiencia– tienen control ni conocimiento de sus efectos.
Y es que la curiosidad o el rush por la búsqueda de nuevos estados de conciencia ha hecho que las agencias antidrogas de EU tengan identificadas al menos 280 sustancias cuyos efectos, riesgo de sobredosis y potencial adictivo no ha sido debidamente estudiado, lo que las coloca en una zona entre la legalidad y el riesgo. Algunas de las drogas o highs más populares y menos estudiados en la actualidad se enlistan a continuación.
1. Canabinoides sintéticos
Conocidos como Spice, K2 o Black Magic, los ingredientes de estas sustancias provienen de sustancias benignas, aunque pueden contener psicoactivos como JWH-018, HU-210 o CP-47/497. El doctor Lapoint afirma que a diferencia de la cannabis (“que el hombre ha fumado por 4 mil años –lo que es un excelente periodo de prueba en humanos”), estos canabinoides sintéticos no tienen más de cinco años en el mercado, y sus efectos a largo plazo no han sido comprobados.
Sus ingredientes son variaciones de la molécula de THC –ingrediente activo de la cannabis–, que buscan los receptores de canabinoides en el cerebro. El problema para los expertos está en que no conocemos completamente estos receptores, y en ocasiones estas sustancias pueden ser incluso 100 veces más poderosas que el THC, lo que podría provocar efectos indeseables como psicosis y depresión. Lapoint afirma que estas sustancias no se comportan en absoluto como la marihuana, y lamenta que “existiendo esta sustancia mucho más segura con la que la humanidad tiene vasta experiencia, aún siga siendo ilegal.”
2. 2M2B
El 2-metil-2-butanol se utiliza como solvente de pigmentos, y puede encontrarse en sitios web de drogas legales en dosis de cinco o 10 ml. Sus efectos se describen como depresivos, con un rush inicial parecido a una borrachera moderada, “entre benzos y etanol” según los trip reports de algunos foros. El etanol es la sustancia activa de los tragos, e incluso algunos usuarios describen los efectos del 2M2B como “5 tragos de vodka”. Pero esta sustancia no se metaboliza del mismo modo que el etanol en un trago:
“Hay dos enzimas específicas en nuestro cuerpo que rompen el etanol”, afirma Lapoint. “Al jugar con esas enzimas incluso puedes hacer que la gente tenga una resaca instantánea al beber alcohol.” Pero el atractivo del 2M2B es precisamente que tiene todas las virtudes del alcohol sin levantarte sintiéndote mal al día siguiente: “Imagina que pudieras emborracharte sin consecuencias. Eso es lo que hace tan atractiva esta sustancia. Sin embargo, tal vez sea miles de veces más potente que el etanol en la escala sedante/hipnótica, lo que conlleva riesgos graves como depresión respiratoria.”
3. Bromo Dragonfly
Al igual que el LSD, la síntesis de compuestos en esta sustancia fueron descubiertos por accidente mientras Dave Nichols, un farmacéutico que experimentaba con los receptores de serotonina del cerebro, investigaba las propiedades alucinógenas y antipsicóticas de ciertas sustancias. Sin embargo, Nichols ha expresado su arrepentimiento por la peligrosidad innata del Bromo: a diferencia del inocuo “niño problema” del doctor Hoffman, el Bromo Dragonfly llegó a los titulares en el 2009 cuando se le ligó al menos con dos muertes y varios casos de hospitalización.
Las causas de esto podrían estar ligadas –además de a una inadecuada preparación y dosificación– al hecho de que los efectos de la sustancia tardan hasta 5 horas en ser percibidos por el usuario, provocando que el usuario ingiera una dosis mayor y se arriesgue a sufrir una sobredosis. A diferencia del ácido, cuyos efectos comienzan a ser perceptibles apenas una hora después de ingerirlo, el Bromo Dragonfly tarda mucho tiempo en surtir efecto y puede llevarte de una experiencia psicoactiva potente y disfrutable hasta los confines del miedo. Para Lapoint, esta es probablemente “la cosa más aterradora en esta lista.”
4. O-desmetiltramadol
Se trata de un compuesto legal que imita los efectos de los opiáceos: el O-desmetiltramadol es el compuesto activo del tramadol, un analgésico de prescripción más débil y menos adictivo que la oxicodina. Los trip reports de esta droga la retratan como “un opioide sin euforia”, además de que, como se dijo, técnicamente no es una sustancia ilegal aunque puede causar otras incomodidades.
Se comercializa como un polvo que puede aspirarse o ingerirse por via oral. La sustancia activa los neurotransmisores de serotonina al igual que muchos antidepresivos, pero su uso continuado puede provocar disforia (incomodidad mental o sentimientos negativos). Encontrar la sustancia en un paciente con una ingesta inadecuada en la sala de emergencias, a decir del doctor Lapoint, a diferencia de otros opiáceos, sería “jugar un juego de CSI.”
5. 2C-P
El 2C-P es un compuesto psicodélico que tuvo cierta notoriedad en la escena nocturna en el 2001 y no fue puesto en la lista de sustancias ilegales hasta el año pasado. Los usuarios afirman que provoca fuertes alucinaciones visuales por mucho, mucho más tiempo que el enteógeno promedio: largos viajes de 16 horas que, como toda la familia de psicoactivos, la experiencia depende del “set and setting”, es decir, del estado psicológico del usuario.
El doctor Lapoint habla de un libro de recetas de fenetilaminas cocinadas por un experto, el cual describe la preparación y efectos del uso de toda una familia derivada de esta. Esta clase de químicos liberan altas cantidades de dopamina y/o serotonina, y en el caso del 2C-P se le clasifica como una anfetamina por desencadenar las reacciones estimulantes de la primera y las alucinógenas de la segunda. Su riesgo consiste en que el usuario compre otra sustancia creyendo que es 2C-P.
6. Mefedrona (sales de baño)
Esta sustancia llegó al mainstream y a la satanización luego de que un hombre en Florida cometiera un terrible acto de canibalismo luego de ingerir esta sustancia. Aunque en la autopsia de Rudy Eugene, el responsable del acto, los médicos sólo encontraran marihuana, las sales de baño habían comenzado a filtrarse a la zona de los mitos urbanos.
La mefedrona tiene una estructura química similar a las metanfetaminas, y se deriva del khat, una droga proveniente de Somalia. Es barata, poderosa y más impredecible que su prima, el Éxtasis. El MDMA del Éxtasis es un empatógeno que no provoca alucinaciones, sino un sentimiento de pertenencia y compañerismo que la ha hecho la droga de elección de la escena raver; sin embargo, la mefedrona conjunta los estimulantes de una metanfetamina con potentes propiedades alucinógenas, lo que según Lapoint deja importantes dudas sobre las reacciones esperables, como paranoia y comportamientos violentos.
7. 6-APB (Benzo Fury)
El Benzo Fury llegó a Inglaterra en 2010, y sus usuarios lo describen como una mezcla de MDMA y cocaína; esto se explica porque el 6-APB es estructuralmente similar a la tenanfetamina MDA, aunque mucho menos poderosa en sus efectos empatógenos. Los “malviajes” de Benzo Fury enfatizan el lado frenético y desesperante de tener más energía de la que puede utilizarse.
“Es un sustituto de la anfetamina”, dice el doctor Lapoint, “y los grandes problemas asociados a esta sustancia parecen ser la hipertermia y convulsiones.” Actualmente es ilegal en Inglaterra, donde se realizan pruebas de toxicidad cuyos resultados aún no han sido dados a conocer.
8. Salvia Salviorum
Los chamanes de distintas culturas han fumado esta planta durante siglos: está clasificada como un alucinógeno, aunque su mecanismo de acción es del todo diferente a los alucinógenos sintéticos como el LSD; es potente sin ser tóxica, y las pruebas en animales no han arrojado efectos negativos aún después de altísimas dosis. Fumarla produce un viaje corto e intenso de naturaleza disociativa, de la que uno se recupera con relativa rapidez.
Su peligro viene más bien por toda la publicidad negativa que recibió durante el 2010, cuando los usuarios inundaron YouTube con videos de las reacciones a la salvia, incluyendo el famoso caso de la actriz Miley Cyrus. Esta atención pública provocó que rápidamente la salvia quedara recluida en el mismo cajón que drogas sumamente peligrosas y mortales, como la heroína y la cocaína; a pesar de esto sigue siendo legal en muchos países, incluyendo EU.