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Mundo

3 de Agosto de 2013

El programa de TV paquistaní que regala bebés en vivo

En poco más de un mes de vida, Fátima ya ha pasado por muchas cosas. Su vida comenzó, y podría haber terminado, en un basurero en la ciudad de Karachi, en Pakistán. Pero fue rescatada por una organización de caridad y quedó bajo la cariñosa protección de una pareja sin hijos. Parece un final feliz, […]

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En poco más de un mes de vida, Fátima ya ha pasado por muchas cosas.

Su vida comenzó, y podría haber terminado, en un basurero en la ciudad de Karachi, en Pakistán. Pero fue rescatada por una organización de caridad y quedó bajo la cariñosa protección de una pareja sin hijos.

Parece un final feliz, pero sucedió frente a las cámaras de televisión.

El bebé durmiente fue una de las dos niñas abandonadas entregadas durante las transmisiones en vivo de “Amaan Ramzan”, un programa que mezcla el Islam y el ocio, transmitido durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.

¿Salvación o rating?

El apuesto presentador Dr. Aamir Liaquat Hussain, explica la corresponsal de la BBC en Pakistán, Orla Guerin, ya era famoso por regalar coches, motos y electrodomésticos.

Ahora el controvertido comunicador añadió bebés a la lista, algo que calificó de “una causa noble”. Insiste en que está salvando a niños abandonados, y no usándolos para aumentar el rating del programa.

“Ya estábamos liderando el rating antes de regalar un bebé”, aseguró Aamir, quien se describe como “una verdadera leyenda” en su sitio web.

“Estos niños no son parte de la basura, así que los tomamos de la basura y los entregamos a personas necesitadas, a padres necesitados”, agregó.

Su programa se emite desde un estudio lleno, donde el público se sienta debajo de brillantes luces y los peces nadan bajo paneles de vidrio en el piso.

Aquí es donde Fátima fue entregada a sus padres adoptivos, quienes la abrazaron y lloraron.

Su nuevo padre Riaz, un ingeniero civil, le dijo a la BBC que Fátima era la respuesta a las oraciones de su madre, quien murió el día antes de la emisión del programa.

Él y su esposa Tanzeem esperaron 14 años para tener un hijo. Se negó a divorciarse de ella, como muchos le aconsejaron, cuando ella no pudo concebir uno.

“Cuando el bebé llegó a mis brazos en el programa, sentí como si un alma hubiera entrado a mi cuerpo, como la llegada de un ángel. Ella nos ha traído mucha paz. Ella significa más para mí que mi propia alma”, dijo Riaz.

Mientras hablaba, su esposa abrazaba tiernamente a Fátima. “Yo la adopté. Pero no se siente como una adopción. Se siente como si fuera mi propia hija, como si la hubiera dado a luz. Es un regalo de Dios”.

“Es la luz de mi casa”

Sentada a su lado había otra mujer disfrutando la maternidad: Bilquis Soraya. Ella y su marido esperaron más tiempo, 17 años, antes de tener un hijo.

“Mi vida está completa ahora a causa de ella”, dijo, mirando a la bebé Sayeda Zeinab. “No puedo describir lo feliz que estoy porque alguien va a crecer y me va a decir mamá. Es la luz de mi casa”.

Ninguna de las dos parejas ve algo malo en haber recibido a sus hijas en vivo en la televisión. Tanzeem espera alentar a otros a adoptar.

Pero defensores del bienestar infantil temen que otros programas de televisión copien la modalidad de regalar bebés. Y también les preocupa que la falta de confidencialidad exponga en el futuro a los niños y sus familias a la burla y el estigma.

“La bebé fue entregada al igual que un regalo”, aseguró Seema Jamali, directora adjunto del departamento de protección de la infancia del gobierno de la provincia de Sindh.

“A pesar de que fue bueno encontrarle padres, el bebé fue entregado como un coche, una computadora o una motocicleta. Es un insulto para el bebé y para los padres. Debería haberse hecho en silencio”, agregó.

No fue discreto, pero fue rápido.

Ambas parejas fueron investigadas en menos de dos semanas por una organización benéfica privada, la asociación Bienestar Chhipa.

Ese es un período de tiempo típico aquí. Controlan sus ingresos, registros médicos, sus hogares, y hubo investigaciones con la policía y en sus comunidades.

“Más transparente”

Sin embargo, los bebés fueron entregados en medio de un vacío legal, sin regulación estatal.
Los expertos dicen que es como se da en la mayoría de casos en Pakistán.

La adopción no existe bajo la ley islámica, pero aunque las parejas pueden acudir a los tribunales para convertirse en tutores legales de niños no deseados, pocos lo hacen.

Es hora de contar con un marco jurídico adecuado, considera Sharjeel Memon, ministro de Información de Sindh. “Queremos que este proceso sea más transparente, y tiene que haber algún tipo de legislación que la gente deba atravesar”, le dijo a la BBC.

Pero en Pakistán no ha habido ninguna protesta sobre el hecho de que los bebés se regalaran en un programa de televisión. Muchos se alegraron de que tengan una nueva oportunidad en la vida.

Sus historias podrían haber terminado de manera muy diferente. Sólo en Karachi, la Fundación Edhi encuentra más de 300 niños muertos cada año.

En apenas diez días de julio aparecieron 23. Algunos habían sido asfixiados.

En su hogar, los padres de Fátima velan por su regalo. Se turnan para besarla en la frente y arreglar su manta.
“Casi no he dormido más de dos horas al día desde que llegó”, señaló Riaz, con una amplia sonrisa.

“Esperamos que crezca y llegue a ser una erudita religiosa, o tal vez un ingeniero como yo”. Mientras hablaba, Fatima bostezó, se movió, y apretó el puño.

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