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Nacional

19 de Agosto de 2013

Ernesto Ledjerman, entregado por Juan Emilio Cheyre a un convento en la dictadura, dice que hay “complicidad de parte de él”

  Ernesto Ledjerman, el niño de dos años entregado por Juan Emilio Cheyre a un convento en 1974 luego de que sus padres fueran asesinados frente a sus ojos, se refirió al rol del ex Comandante en Jefe del Ejército en el episodio que marcó su vida. Ledjerman dijo que “Hay una complicidad de parte […]

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Ernesto Ledjerman, el niño de dos años entregado por Juan Emilio Cheyre a un convento en 1974 luego de que sus padres fueran asesinados frente a sus ojos, se refirió al rol del ex Comandante en Jefe del Ejército en el episodio que marcó su vida.

Ledjerman dijo que “Hay una complicidad de parte de él (Cheyre). La realidad está ahí. Hay que analizar un poquito. Yo puedo aportar la historia que conozco” dijo en entrevista a Cooperativa.

En el momento que fueron asesinados los padres de Ernesto, Guillermo Lejderman y María del Rosario Ávalos, Cheyre era ayudante principal del jefe del regimiento Arica, Ariosto Lapostol, en La Serena, cuarta región, lugar donde se registraron los hechos.

“Cheyre era el ayudante principal del jefe del regimiento Arica, Ariosto Lapostol. Cheyre cumplió la orden de llevarme al convento y los militares cumplieron las órdenes de matar a mis padres. Casi me matan a mí. Yo soy un sobreviviente”, explicó Ledjerman.

El hijo de los ejecutados políticos habló también con el programa Desde Zero de radio Zero la mañana de este lunes donde aclaró que se condenaron a algunos militares en el proceso del asesinato de sus padre.

“Se determinó la responsabilidad de tres militares de baja monta, los militares más poderosos, que es el jefe del regimiento Arica (Ariosto Lapostol), fue dejado afuera de la condena”.

Además, Ledjerman reveló que envió una carta a Juan Emilio Cheyre el año 2004 para que se presentara ante tribunales para colaborar en el proceso recientemente abierto. “Yo lo invitaba a denunciar a los tribunales, con alguna esperanza, porque yo estaba muy entusiasta, pero creo que no hubo muy buena respuesta”, concluyó Ledjerman.

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