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Poder

30 de Agosto de 2013

Encuesta CEP: El mal momento de Matthei y la amenaza de Parisi para la derecha

Una hora antes de revelar los resultados, el generalísimo de campaña de la abanderada de la Alianza dijo que la encuesta del Centro de Estudios Públicos tenía "validez cero". La declaración no sorprendió al think thank, que hace algunas semanas se enfrentó públicamente con El Mercurio por una noticia en la que deslizaban que el CEP buscaría favorecer al candidato con mayor aprobación. La Alianza busca matar al mensajero ante el mal momento de Matthei. Al mismo tiempo, las cifras del independiente Franco Parisi comienzan a ser motivo de atención, al captar -según los sondeos del propio oficialismo- parte del voto blando de la centro derecha, lo que mermaría aún más las ya alicaídas aspiraciones presidenciales de la Alianza.

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Apenas una hora antes, tras la visita de Evelyn Matthei al carabinero atropellado el martes en La Legua, el generalísimo de su campaña, Joaquín Lavín, salió a desprestigiar la clásica encuesta del Centro de Estudios Públicos.

“En un rato más va a salir la encuesta CEP. No conozco los resultados, nadie los conoce, pero sí decir una cosa: esa encuesta comenzó a ser tomada cuando el candidato presidencial del sector era Pablo Longueira”, dijo el ex ministro de Educación y Desarrollo Social de la administración Piñera.

La reacción era un “parche antes de la herida” del ex alcalde de Las Condes ante los desalentadores números que maneja el oficialismo de la campaña de Matthei. Si el CEP le dio 12% en mención espontánea, una imagen positiva de 32% y un rechazo de 39%, en los sondeos internos que maneja el Gobierno, en preguntas cerradas Matthei no supera el 27%, lejos del piso de los candidatos del sector en los últimos años. En Palacio la evaluación de la campaña de la ex ministra es malísima y no se ve una salida fácil a lo que podría convertirse en el debacle del oficialismo.

Al minuto amargo -en que además se cuestiona la estrategia de campaña- , se une la mala relación que desde hace a lo menos un año tiene la élite chilena con su principal centro de estudios. El mismo Lavín fue “afectado” cuando el CEP cuestionó la encuesta Casen del año pasado, que a la larga se convirtió en la gran piedra en el zapato de la gestión de Lavín en el gobierno.

“Desde el punto de vista estadístico y de predicción de una elección presidencial, esa encuesta tiene validez cero. Ni siquiera Evelyn Matthei era candidata cuando comenzó a tomarse esa encuesta”, agregó ayer el también ex candidato presidencial.

En tanto, hace un mes, el diario de Agustín Edwards cuestionó el resultado que podría traer la esperada encuesta presidencial con una noticia en la que deslizaba que su nueva metodología beneficiaba al candidato que tiene mayor aprobación. La noticia no cayó nada de bien en el búnker de Monseñor Sótero Sanz, donde reaccionaron a la “noticia” y la calificaron como “grave” e “inaceptable”.

“Están picados porque saben que les va a ir muy mal en las próximas elecciones y creen que acá se debería haber asumido otra postura frente a ellos”, dicen en el búnker.

La misma Carolina Segovia, coordinadora del Área de Opinión Pública del CEP, señaló que si bien sigue la incertidumbre sobre lo que va a pasar en la elección, no se puede cuestionar a la encuesta porque las cifras pueden ser ocupadas o no por quién lo decida.

“También tienen que recordar que el mismo 17 de agosto, cuando se anuncia la bajada de Pablo Longueira, algunos de ustedes o sus colegas fueron y le preguntaron a Evelyn Matthei si era la candidata de la Alianza, ¿o no? yo me acuerdo de haberlo visto. No es un nombre ni que se haya demorado mucho en aparecer. Sonaba como la alternativa más fuerte en todo caso”, dijo Segovia.

“Tal vez la ventaja que tienen las encuestas del CEP es que se publican todos los datos, bases metodológicas, en este caso en particular las dificultades que enfrentó el trabajo, se entregan las bases de datos, lo que será en los próximos días. Y la gente evaluará qué le sirve o qué no le sirve, qué usar y qué no usar; eso es totalmente legítimo. Pero eso no puede frenar la capacidad que tiene uno de preguntarse cómo están las cosas”, señaló la investigadora, agregando que “la validez es una pregunta técnica que tiene que ver con la forma del proceso metodológico del desarrollo de la encuesta”, en clara alusión a las declaraciones de Lavín.

Con todo, la lectura de las declaraciones de Lavín se veían venir en la derecha, donde estiman que Matthei a lo más que puede aspirar es acercarse a la aprobación que tiene hoy la gestión de la Alianza en el gobierno.

El factor Parisi

Hace poco más de 13 meses, específicamente el domingo 8 de julio de 2012, Franco Aldo Parisi Fernández lanzó su candidatura presidencial asegurando que tenía un 12% de respaldo ciudadano. “Si uno busca apoyo de un partido político, seguramente éste te va a pasar la lista de personas que quieren que estén acompañándote. La Concertación tenía este concepto de ser una casa de trabajo”, dijo entonces el ex decano de la Universidad de Chile.

Ayer, después de un año de campaña y de insistir por participar en debates con los otros candidatos, la encuesta CEP reflejo que su candidatura puede llegar a ser más que testimonial y efectivamente capturar, tal como lo dice en sus discursos, al voto blando de derecha.

El dato más relevante y escuétamente celebrado por sus colaboradores -presentes en el mismo salón de conferencias del Centro de Estudios Públicos- es que en su primer testeo como figura política logró un 69% de conocimiento e igualó a la candidata de la Alianza, Evelyn Matthei, en el porcentaje de aprobación (32%) aunque con la mitad de rechazo (18% versus 39% de la ex ministra de Trabajo).

Aunque en la pregunta abierta sobre quién les gustaría que fuera Presidente apenas logró un 4%, con ese porcentaje empató con Marco Enríquez Ominami. Y lo mejor podría venir después, ya que según los sondeos de gobierno el economista y panelista de televisión podría encaramarse sobre el 10% y ubicarse en tercera opción después de Bachelet y Matthei.

Las cifras, aunque todavía muy lejanas para una real aspiración presidencial, sí retumban en el comando de la abanderada de la Alianza, donde estiman que los votos que arrastra Parisi corresponden, en parte, al ala más liberal de la Concertación, pero en mayor medida al “voto blando” de derecha, que esta vez no se inclinaría por un candidato de la Alianza.

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