Opinión
22 de Septiembre de 2013Música electrónica submarina para melómanos con snorkel
Vía Yorokobu Parece que, a veces, no son las personas las que generan las ideas sino que son los propios planes los que buscan un brazo armado que los ejecute. Hace tres años, Verónica Pérez descubrió con gozo que algo hacía especial a la piscina del spa de la playa de Gijón. “¡Sonaba música dentro […]
The Clinic Online
Vía Yorokobu
Parece que, a veces, no son las personas las que generan las ideas sino que son los propios planes los que buscan un brazo armado que los ejecute. Hace tres años, Verónica Pérez descubrió con gozo que algo hacía especial a la piscina del spa de la playa de Gijón. “¡Sonaba música dentro del agua!”. Aquello quedó grabado pero latente en su recuerdo… hasta que llegó el momento de hacer algo con ello.
La anécdota de Gijón habría quedado únicamente en un memorable recuerdo de no ser por una noche de insomnio. “En enero me di cuenta de que estaba rodeada de muy buenos amigos que me podían resultar útiles para organizar ese evento que ya se estaba convirtiendo en una frustración en mi mente”, explica la diseñadora Verónica Pérez. Se colgó del teléfono y comenzó a organizar un concierto de música electrónica bajo la superficie de las aguas de la Piscina M86, en Madrid.
La organizadora del concierto asegura las ideas se vuelven grandes y ricas en el momento en el que se comparten con los demás. “Allí es cuando todas y todos ponen entusiasmo en hacer crecer un proyecto independientemente de la avaricia y del dinero. Así es como he llevado a cabo este proyecto y otros más”.
Pérez comenzó a darle forma al encuentro escuchando los consejo de Xabier Erkizia, artista sonoro que ya había sumergido sonidos bajo el agua. Poco después, la diseñadora asistió a un concierto subacuático en Londres que acabó de eliminar las dudas. El evento pasó a llamarse Concierto Aquástico, se concibió un cartel “de estética abstracta, que transmitiera emociones mediante la utilización de la técnica de collage” y elaboraron la lista de artistas.
Pensé que estaría bien variar los estilos para experimentar sensaciones diferentes. La particularidad de escuchar sonidos dentro del agua es que el cuerpo entero recibe las ondas, como una caja de resonancia. Luego la percepción es muy subjetiva, depende de cada uno, por eso la diversidad de estilos”, explica la belga.
No existen muchos requisitos más allá de llevar traje de baño, gorro y, opcionalmente, un tubo de buceo y un candado para la taquilla del vestuario de la piscina. “No hay que saber nadar porqué el evento se organiza en una piscina infantil. También habrá flotadores para los que no sepan o no les apetezca hacer el esfuerzo de estar en posición de muerto en el agua”, explica Pérez. “Es una piscina climatizada pero quizás algunos querrán salirse antes del agua. Hay escalones para sentarse y la música también sonará levemente fuera del agua”.